El desarrollo local es una caja negra, resultado de una mezcla de agencia individual, colectiva, fuerzas productivas, e instituciones formales e informales. Su éxito o fracaso depende de un complejo sistémico de fuerzas, el cual trata de orientarse por los planes de desarrollo y la iniciativa privada. De ahí, que la ley 152 de 1994 estableció la existencia de los Consejos Territoriales de Planeación (CTP), como una especie de foro ciudadano, creado por la Constitución del 91 para ayudar a las administraciones locales en el proceso de formulación del Plan de Desarrollo, el POT y las actividades de seguimiento y evaluación al Plan de Desarrollo. 

El taller evaluativo y de capacitación realizado por Sinergia del DNP (Ver https://sinergia.dnp.gov.co/portaldnp/) el pasado viernes 13 de Diciembre en la Gobernación a 28 miembros de los  CTP del Departamento resultó muy interesante.

La ley 388 de 1997 fortaleció el rol de estos organismos, y aunque sus miembros no son empleados públicos, ejercen funciones públicas. Por ello, deben ser apoyados logística y económicamente en su funcionamiento por las alcaldías.  Sin embargo, ello no ocurre. No cuentan con oficina, funcionarios de apoyo, ni sus documentos son colgados en las páginas webs de las alcaldías, lo cual facilitaría la información a los ciudadanos. En el caso de Barranquilla, a pesar de un presupuesto para el 2014 de más de 2 billones de pesos, el CTP ha tenido que funcionar con sus propios medios, gracias al apoyo de los gremios. 

Por lo general, los CTP son consultados para el Plan de Desarrollo y el POT, y luego son olvidados, hasta el próximo Plan de desarrollo de un nuevo alcalde. Se olvida así el hecho que los CTP deben jugar un papel en el seguimiento y evaluación del Plan de Desarrollo, y producir informes incluso semestrales.  En la rendición anual de cuentas, se le debe dar un espacio al CTP respectivo. La verdad es que las rendiciones de cuentas se han vuelto un rito ceremonial de informes, sin retroalimentación crítica de la comunidad. Personalmente me llevé la sorpresa, que cuando intentaba entrar a la rendición de cuentas de la Alcaldía en el pasado mes de mayo, un policía no me dejaba entrar dizque por que el Amira de la Rosa estaba lleno (de funcionarios y comités de aplausos), y muy pocas delegaciones de la ciudadanía.

Afortunadamente, el jefe de Control Interno de la Alcaldía se dio cuenta del exabrupto del agente,  y pude entrar. Sinergia del DNP, ya estableció un funcionario permanente en Barranquilla, para ayudar a los CTP en sus funciones. Se está estableciendo una base de datos para que el CTP de cada municipio pueda ver en tiempo real la ejecución del Plan, en especial, el ‘Tablero de control’ del Plan.
Entre los delegados de los municipios del departamento, se observa entusiasmo con sus tareas en el CTP, a pesar de la inasistencia de algunos miembros, que son nombrados por los alcaldes pero después no asisten.

Lo mismo sucede en el de Barranquilla, con algunos delegados.  Le hemos pedido a la alcaldía que los remueva y los remplace con gente que quiera gastarle tiempo a la ciudad.  Mejorar la planeación territorial y la participación ciudadana debe ser propósito nacional, para que los CTP no sean un saludo a la bandera.