Culminaron los intensos días de la Cátedra Fulbright en Uninorte con una amplia participación de estudiantes profesores y ciudadanos. En colaboración con la Universidad de Purdue, los temas de infraestructura, movilidad y resiliencia, fueron vinculados a la noción de sostenibilidad, escenario gravemente afectado en nuestro país ante la rápida aprobación que se le hizo al “fracking” en materia petrolera, y el borrador de las audiencias “express” para las licencias ambientales.

El evento también se centró en el desarrollo de sistemas adecuados para la disposición de aguas urbanas y rurales, con interesantes aportes de otras partes de Colombia, y experiencias de Purdue en el mundo. Uninorte presentó su trabajo de política de arroyos en Barranquilla, el cual fue muy bien evaluado. El problema no se resuelve con canalizaciones ultra costosas, se hace necesario emplear también otras políticas.

Un tema crucial con respecto a las políticas de sostenibilidad fue el rol de las instituciones en la implementación de políticas de desarrollo sostenible. Estructuras, instituciones y agencia individual y colectiva, determinan las posibilidades reales de las políticas ambientales. En Colombia estamos llenos de leyes y normas ambientales. Se ha avanzado en ello. Pero la distancia entre el país de “jure” y de “facto” es bien considerable.

La minería ilegal avanza en la destrucción de las cuencas y la contaminación de los ríos. Ya se registran elevados niveles, por encima de lo usual, de metales pesados en las aguas que consumimos los colombianos. También se discutió el problema de la debilidad de los estados locales y departamentales para implementar las políticas de desarrollo sostenible. Lo vivido por los barranquilleros con las continuas quemas en la isla de Salamanca, evidenció la ausencia del estado en esos territorios.

Las instituciones informales juegan un papel clave para que las políticas ambientales puedan funcionar, como lo hizo ver Leigh Raymond, de la Universidad de Purdue. Aun en Estados Unidos, a veces estas se oponen a la implementación de normas ambientales. El profesor Andrés Vargas, del Departamento de Economía de Uninorte, hizo una exposición detallada sobre los problemas de la participación ciudadana en los procesos de expedición de licencias ambientales con base en una investigación de campo que realiza. Ana María Lobo Guerrero, del CIAT, destacó la importancia de saber llevar el conocimiento científico sobre la sostenibilidad a las comunidades y a los hacedores de política. Es un proceso complejo y difícil.

En síntesis, la agenda fue muy valiosa y deja puntos de colaboración para el futuro. El lunar: la ausencia de las autoridades ambientales del Damab y la CRA, parece que andan en otros asuntos, menos en la discusión de temas tan trascendentes. A lo mejor en Barranquilla y el Atlántico ya no hay problemas ambientales.