Por las noticias de prensa, parece que el Distrito de Barranquilla viviera una bonanza fiscal que lo lleva a tomar decisiones de peso en materia de gasto público que no dejan a uno de sorprenderle. Los ciudadanos nos quedamos maravillados del “sí se puede” que parece predominar en la urbe, en boca de su popular alcalde. Sin embargo, tal vez sea necesario ponerle un poco de mesura a tanto entusiasmo de gasto, como si las finanzas distritales fueran un barril sin fondo.  Todos nos alegramos de los anuncios, y nos hinchamos de optimismo, pero la economía es una disciplina que nos obliga a ser mas moderados.

En efecto, que se sepa el Distrito no ha salido de la onerosa Ley  550, por lo que todavía está en cuidados. No quiso el Alcalde Char que Elsa Noguera liquidara ese asunto como había prometido, y pidió más plazos.  Por otro lado, la aprobación rauda de odiosas estampillas para cuanto proyecto se imagine (Pro-hospitales de nuevo, impuesto al teléfono y recientemente ITSA en el Departamento), creo que le quitan mucha competitividad a la ciudad. Hay nóminas pensionales pesadas que cubrir y las nuevas iniciativas dejan algunas sombras. El Distrito se embarcó en los proyectos deportivos de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, tumbando el coliseo Humberto Perea (¡esta es una administración de hechos!), pero nos informan que Coldeportes se tomará su tiempo para girar los recursos. Ya se sabe que las obras están prácticamente “contratadas”, pero la plata sigue en el aire, sujeta a la voluntad del convenio con Coldeportes. 

El otro caso, el del ITSA, llama la atención de cualquier observador. Siendo un ente educativo del Departamento, al Gobernador Verano no le quedó mas recurso que entregarlo al Distrito, por deuda política, pues el Alcalde Char quiere una universidad distrital. Propósito encomiable, pero no sabemos todavía quien ha evaluado el programa de “Universidad al barrio” de Elsa Noguera para ver si fue un éxito, cuando ya salimos raudos con la nueva “universidad distrital”. Cualquiera que conoce el sistema de financiación de la educación superior pública en Colombia, sabe que debe ser cubierta por la Nación. Uno no sabe en que líos se va a meter el Distrito cuando se dice que el Itsa tendrá 35,000 estudiantes, siendo un ente adscrito a la Secretaria de Educación distrital, cuando la Universidad del Atlántico no ha podido hacerse cargo de la “Universidad del Sur” por razones presupuestales. Una universidad pública debe ser casi gratuita y por ello financiada por la Nación. Ya el ITSA recibe recursos de la Nación pero no se mueve en esas dimensiones.

La última propuesta del Alcalde ha sido aun más sorprendente: volver a retomar el control de la AAA. A estas alturas, nadie tiene un estimativo de cómo valorará Inassa esas acciones, ni nadie ha hecho un estimativo de sus ganancias en esta operación de la Triple A. Lo único que sabemos es que ha sido muy rentable para ellos. El servicio es excelente pero todos sabemos que el agua en Barranquilla es costosa. El propósito es también loable, pero ¿que pasaría en el futuro si cambia la correlación de fuerzas políticas y volvemos al pasado? Los barranquilleros estamos felices con las nuevas obras e iniciativas, pero vayamos paso a paso, pues con un plan de desarrollo ya sobredimensionado, esto último nos llena de mas preocupaciones. No sea que vayamos camino al precipicio.