Muy interesante y necesario resultó el lanzamiento el pasado miércoles 7 de junio/17 del Oulamb (Observatorio Urbano Local del Área Metropolitana de Barranquilla), apoyado por varias universidades de la ciudad, Fundesarrollo y la Cámara de Comercio. Es un logro en un territorio que necesita construir bastante información sobre lo que sucede en el mismo, para diseñar bien sus políticas públicas. EL HERALDO reseñó el pasado domingo, muchos aspectos de la información contenida en su boletín de indicadores del Área, el cual debe ser objeto del examen de muchos analistas, con sus 230 páginas y numerosos cuadros. 

Nuestra Área Metropolitana dista mucho de lo que debiera ser, a la luz de la potencialidad que le da la ley 1625/2013, si se examinan las competencias definidas en su art. 6, por su rol del coordinador del desarrollo económico y el papel que debe desempeñar en infraestructura y servicios públicos.  Mas aún, el art. 7º obliga a la elaboración del Plan Integral de Desarrollo Metropolitano y el Plan Estratégico Metropolitano de Ordenamiento Territorial. Muchas limitaciones de recursos e institucionales han jugado un rol para que el Área no juegue ese papel, desde su debilidad presupuestal hasta su rol subsidiario de la Alcaldía distrital. Son temas gruesos que no se pueden seguir evadiendo en los asuntos de la ciudad y su área de influencia. Una simple reflexión acerca de los graves problemas de movilidad que afrontamos con Puerto Colombia en el corredor universitario o Soledad, nos debe llevar a una superación de este estado de cosas, pues los problemas metropolitanos desbordan la capacidad institucional de nuestros municipios vecinos, a pesar de las buenas intenciones de sus gobiernos.

Otro tema que se discutió en la reunión mencionada, fue ocasionada por la interesante presentación que hizo la profesora Carmen Meza de la  CUC ante las nuevas realidades que nos plantea la Circunvalar de la Prosperidad. Entre esa vía y la actual circunvalar, se encuentran terrenos que son suelos protegidos en un 30 o 35% por razones ambientales, pero donde las canteras, agroindustrias y zonas de vivienda ya avanzan, al tenor de los POTs vigentes. Si el modelo de ordenamiento territorial metropolitano no es implementado rápidamente, se corre el riesgo que estemos ante la depredación del territorio por parte de intereses privados, frente a una institucionalidad municipal débil por parte de los municipios del área. Lo ideal sería implementar antes que sea tarde, propuestas como la del parque lineal, áreas protegidas en los arroyos, la zona del río en Soledad y Malambo y un Centro Antropológico. Hay que pensar en grande y es buena la perspectiva de la colaboración del DNP en estas tareas del plan de Ordenamiento Territorial Metropolitano.  En fin, hay que fortalecer la institucionalidad del Área y entender su importancia. De lo contrario, la Circunvalar de la Prosperidad nos puede traer problemas de usos del suelo muy graves. Ya es hora que en Barranquilla se entienda que hay problemas que se resuelven creando la institucionalidad adecuada. No todo son obras físicas, y como lo demuestra la situación actual del Puerto, donde a pesar de haber dragado recientemente, estamos en la mismas, la solución nos obliga a una Autoridad Portuaria, y no a salir simplemente a hacer un Superpuerto que por ahora no tendría la carga.