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Calidad de vida urbana: Enfoque de salud pública, demográfico y de comunicación


 

En pasados días  cuando me dirigía a una de las estaciones de los municipios del departamento del Atlántico, rumbo a una visita de una institución educativa,  con dificultad pude ver una par de amigos bajando  del autobús. Traté de comunicarme con ellos pero bajaron disparados, y se dirigieron en direcciones opuestas y con afanes distintos. Intenté llamarlos pero el humo que emanaba de los automóviles me borró la visión y   un auto que pasaba cercano me salpicó el vestido con unas gotas de agua que provenían de un charco. Esta escena no es extraña para nadie, vivimos en un mundo donde nos caracteriza y nos homogeniza la rapidez, la superficialidad, el afán, la improvisación,  el no reconocimiento a las culturas, la presencia de los tugurios, pobre mantenimiento vial,  las invasiones, el cinturón de indigencia invisibilizado, y en general problemas con conectividad y movilidad.

Las situaciones descritas se encierran en algunas palabras que muchos mencionamos “el lio de vivir en la ciudad”. Ante esto se están generando esfuerzos por el trabajo a favor de la calidad de vida y la calidad de vida urbana, entendida como condiciones de la población generadas a partir de actuaciones y dinámicas de transformación del espacio urbano inducidos por actores públicos, privados y  la sociedad civil. El término  de calidad de vida (CV) se viene debatiendo desde la década del setenta asociándose a conceptos de bienestar social,  satisfacción de necesidades, accesibilidad a los servicios de salud y algunos investigadores también lo han asociado a felicidad. En  el lenguaje  cotidiano suele confundirse con condiciones de vida, standard de vida, nivel de vida, bienestar y estilo de vida.

De acuerdo a lo planteado por Semenco en un encuentro de geógrafos de América Latina realizado en Puerto Rico,  la consideración del concepto de calidad de vida urbana (CVU) se ha convertido en una definición compleja por el conjunto de elementos, factores y relaciones que conforman la realidad urbana de hoy. Estas consideraciones fueron aproximando el término CVU a la identificación de las necesidades humanas, su satisfacción y a los bienes y servicios así como la disponibilidad de alimentos, vestidos, entornos habitacionales adecuados, servicios públicos y sociales, conectividad, movilidad, se precisa que  el hombre puede satisfacer sus necesidades de manera individual o colectiva.

Se ha definido por consenso de profesionales   la CVU como el grado de bienestar individual y en grupo, determinado por la satisfacción de necesidades fundamentales de la población urbana, haciendo uso de los recursos o satisfactores disponibles en el  medio urbano, entendiendo que para lograrlo es necesario disponer de un ordenamiento articulado entre el ambiente y el colectivo.  Esta preocupación también ha sido señalada en recientes encuentros  de distintas profesiones (Encuentro XIV de geógrafos, 2013).  Delgado de Bravo y E. Méndez, destacan definiciones y caracterizaciones en relación  al logro por el requerimiento de ordenamiento articulado de los lugares, ven   la importancia del ordenamiento territorial como un proceso planificado por parte del Estado, de naturaleza sociopolítica y administrativa, que se plantea el análisis de la estructura y dinámica socio-territorial, con la finalidad de promover, controlar y administrar la ocupación y uso del territorio, la localización de actividades, asentamientos y servicios, en armonía con los recursos y condiciones naturales, para prevenir los efectos adversos que provocan las actividades de la población a través de la instrumentación de estrategias y políticas  que favorezcan la calidad de vida urbana.

Las definiciones sobre calidad de vida urbana  comprenden: bienestar, felicidad, medio ambiente, pero  vale recalcar todo el trabajo realizado a nivel internacional y en América Latina por el aporte epistemológico del concepto de calidad  de vida y la creación de  indicadores entre otros: Vivienda y entorno, salud y medio ambiente, condiciones socioculturales, ambientes de negocios, condiciones laborales, conectividad y movilidad. El problema urbano son dimensiones subrayadas en los informes de la CEPAL  del 2013 cuando  enfatiza el trabajo de espacio, tiempo y convivencia y aqui la calidad de vida urbana tiene mucho que aportar.

En nuestras comunidades tal como se ha mencionado son múltiples los factores que afectan la CVU:  insuficiencia de servicios públicos, mala disposición  de residuos  sólidos y desperdicios,  el problema con la  falta de producción limpia,  cumplimiento de normas relacionadas con la salud de los trabajadores,  falta de controles y sistemas de vigilancia de los efectos contaminantes  que dejan los automóviles, la presencia de muchas construcciones en terrenos inestables,   la falta de control para conservar los árboles, falta de zonas verdes que ha sido expresado por la misma comunidad de la ciudad de Barranquilla en investigaciones previas donde han trabajado equipos de investigadores de Uninorte y citadas en las referencias  y en general el  incipiente trabajo de  la triada universidad sociedad y ambiente del cual la autora de esta nota ha reflexionado en anteriores publicaciones, a esto se le suma la necesidad de sistematizar mayores indicadores de impacto.  Con respecto a estas situaciones nos preguntamos ¿Cuál es la dinámica de algunos factores desde el punto de vista demográfico, de salud pública y de comunicación que podrían afectar la calidad de vida urbana?  

 

Movimiento demográfico urbano y calidad de vida urbana

Para ninguno es desconocido el auge, proliferación y crecimiento demográfico urbano durante las últimas décadas Según el Boletín demográfico de 1970 al 2025 , del informe de la  CEPAL, por el análisis del comportamiento de los datos se puede observar estos cambios:  En 1970 la población total de América Latina ascendió en  miles a 276.572, de lo cual el 56.5% era urbano,  se proyecta a 2015 en 626.148, de lo cual el 80,8% es urbano y para el 2025 se proyecta a 691.756 habitantes en América Latina de lo cual  el 82.8 es urbano.

Para el caso de Colombia para 1938 aproximadamente un 31% de habitantes vivían en cabeceras municipales, el resto en área urbana, para 1951, 1964, 1973 y 1985 los porcentajes respectivos de personas que vivían en cabeceras  municipales son 38.6%, 56.3%, 59.2% y 65% respectivamente, es notario que se duplicó la cifra de la tercera década del siglo  en la década del 80 (DANE, Estadísticas Sociales, 1994).  En Colombia según la CEPAL para el 2000 se contaba con un 74,5% población urbana, en el 2005,  76,6%, en el 2010 un 78,4%, actualmente en Colombia para el 2014 hay  aproximadamente un 80% de habitantes en zonas urbanas y se proyecta para el 2025 un 82,5%.

El comentado  factor de urbanización,  combinado con otros factores demográficos de salud reproductiva como las tasas de fecundidad, diferenciales de fecundidad, edad al casarse, edad de inicio de relaciones sexuales;  igual otros indicadores como expectativa de vida diferencial por localidades, bono demográfico, tasas de dependencia, tasas de desempleo, tasas de actividad económica a lo que se suma indicadores de desarrollo humano, el estudio de cifras y diferencias de porcentajes por localidades, país, entre países, incluyendo índices más sintéticos como el de Gini y otras mediciones como la Expectativa de vida por localidades, todo indica que hay distintos factores demográficos  que afectan la calidad de vida y no se pueden ignorar al momento de las políticas públicas, y si el foco es mirar el comportamiento de las ciudades la brecha que deja los diferenciales demográficos,  se hace aun mayor.

Salud pública y calidad de vida urbana

La salud pública considerada como el esfuerzo organizado y colectivo para proteger la salud como un derecho individual, colectivo (Ministerio de Salud y Protección Social), dentro de sus funciones tiene algunas muy importantes como es la vigilancia en salud pública, la promoción de la salud, por lo que las ciencias del mercadeo y relacionadas con la salud, ambiente, ingenierías entre otras,  deben tomar espacio para el trabajo en los espacios urbanos para proveer a la ciudad de lugares adecuados, productos adecuados de acuerdo a las necesidades y clasificaciones de riesgo urbano, momentos adecuados y en general todas las denominadas letras “p”. Esto haría una hábitat urbano más saludable, que aporten a disminuir indicadores de mortalidad externa entre otros. Revivir las distintas cartas y conferencias que propenden por espacios urbanos saludables es algo que no se debe olvidar en las agendas del gobierno pero de una manera continua y sistemática, que contribuya con continuos registros de información  para acentuar la vigilancia y  permitan una comunicación oportuna con los habitantes de la ciudad para el control de problemas de salud pública, disminución de inequidades manifestadas en informes de la OMS  y UN-HABITAT y sobre todo  la promoción de estilos de vida y el trabajo de la sociedad civil, no solo del gobierno por optimizar las condiciones de vida, en general la continua interacción por el trabajo de los indicadores proximales y distales. La OMS en fechas específicas para el trabajo por la salud urbana y teniendo en cuenta que las ciudades también ofrecen oportunidades.(comunicado de prensa 7 de abril 2010), invita a  trabajar por:

  • el fomento de una planificación urbana que favorezca los comportamientos saludables y la seguridad;
  • la mejora de las condiciones de vida en las ciudades;
  • la participación ciudadana en la acción de gobierno;
  • la ordenación urbana que no excluya a ningún grupo y esté adaptada a las necesidades de los ancianos;
  • el aumento de la capacidad de recuperación de las ciudades tras los desastres y emergencias.

Comunicación en la ciudad y calidad de vida urbana:


Es necesario trabajar  a favor de indicadores que hagan visibles todas las características locales de la ciudad. El trabajo por una ciudad comunicable con el que nos visita y transita por ella, que nos referencie sin dificultad el encuentro de los centros de salud, hospitales en sus distintos niveles, supermercados saludables,  ubicación de farmacias, ubicación de zonas verdes y de recreación clasificadas por zonas activas de ejercicios con apoyo del gobierno.

Otros aspectos que son importantes destacar es la reflexión y trabajo continuo en las  áreas públicas los problemas que afectan la calidad de vida por ejemplo "estar sentado o estar de pie" en un parque ¿que implica para el habitante de la ciudad? ¿Qué implica los estereotipos por diversidad sexual en los espacios públicos?.,¿ Qué implica para una persona clasificada con el síndrome metabólico las oportunidades en la ciudad?,  esto por citar algunos.

 

Necesidad de trabajar los problemas que afectan la calidad de vida urbana

Es real que se puede trabajar en muchas controles a través de la educación que va desde el hogar hasta  la comunidad, los tomadores de decisiones, tales como buen tratamiento de desperdicios caseros, de desperdicios industriales,  disminución de ruido, reciclaje, respeto al otro, derecho al cumplimiento de las normas, vigilancia en salud pública, empoderamiento para luchas por conservar y respetar el espacio público como corredores cívicos de acceso y de facilidad para el caminante con diferenciales de funcionalidad, ordenamiento de sitios de ventas ambulantes, derecho a acceso de alimentación sana, lugares exentos  de atracos y de otras actividades que van en detrimento del peatón. Al perderse la escala humana  el vehículo ocupa las zonas comunitarias y gradualmente estas calles se vinculan al proceso de decadencia por falta de interés público, de mantenimiento y por cultivarse como zonas de riesgos.

De otra parte encontramos otros factores como los sociales e institucionales tales como: el desempleo generado en parte por la actitud de las mismas personas a que si no encuentran un empleo asalariado, tampoco luchan por realizar trabajos productivos independiente, el no acceso por parte de muchos miembros de las comunidades a los servicios de salud,  factores de inseguridad, la proliferación de procedimientos legales  inseguros explotados por personas que se aprovechan de la ignorancia de la gente que muchas veces después de adquirir un terreno son  desplazadas por no cumplir con todos los requisitos legales, el tráfico de automóviles crece, cada día vemos un vehículo automotor que se adiciona al parque automotor de la ciudad; el incremento de viviendas en malas condiciones “jaulas para conejos” o casas cajones o lotes con servicios, y   barrios desordenados, que inciden en riesgos de accidentalidad y mortalidad.

Toda esa maraña de factores desgasta la calidad de vida.- Ante estos problemas es necesario que se confronten nuestras comunidades y evaluar  la situación de las condiciones urbanas, para buscar soluciones, pero las mismas deben ser producto de un consenso que se genere por una gestión urbana que unifique los esfuerzos y recursos, no perdiendo de vista el desarrollo sustentable, es decir que dignifique los indicadores de la economía verde.  De esto ya hay experiencias mostradas en conferencias de investigadores y rectores internacionales de la OPS que han presentado casos de  estudios de estados específicos donde se  trabaja información que atiende la calidad de vida urbana  mostrando indicadores locales que diferencian las zonas y llamando la atención a los tomadores de decisiones para que las intervenciones sean diferentes y sobre todo aportando a los desafíos globales de la humanidad.

Soluciones perentorias una realidad

Es perentorio continuar y priorizar estas acciones que contribuyan al mejoramiento de calidad de vida urbana teniendo en cuenta lo local que al final impacta lo global,  tales como establecimiento de diagnósticos que detecten problemas urbanos, falta de viviendas, ordenación territorial y énfasis en la educación ambiental dependiendo de realidades locales, todo esto liderado por el Estado y obviamente con la participación civil que es creativa y tiene potencial.

El problema no es fácil de solucionar, Stevenson R para la década del 90 en su compendio sobre apuntes de vivienda y desarrollo urbano, anota como el problema de vivienda se ha mantenido insoluble aun en países desarrollados, con altos niveles de vida y con más avanzada tecnología, que han sido impotentes ante tan complejo desafío. Sin lugar a dudas planear el habitat  es un reto, aún  menos, planear otros problemas que implican calidad de vida urbana, dado que influyen muchos factores físicos, administrativos, económicos (empresas comprometidas), enmarcados en una cobertura urbana de movilidad considerable sujeta a cambios bruscos y propios de la localidad.

Teniendo en cuenta todo lo anotado  y mirando aún más allá el problema no sólo se reduce a buscar soluciones sino también a buscar simultáneamente los mejores indicadores para toma de decisiones, esto no significa que los mismos por sí sólo son lo suficientemente predictivos, ni que generen  por sí solos soluciones, se constituyen en una herramienta más para el trabajo. Considero oportuno reflexionar ¿ hasta qué punto los indicadores urbanos que se aplican o deseen aplicar son o serían   efectivos medidores de resultado sino se observa los panoramas diferenciales por regiones o segmentos poblacionales? ¿Hasta qué punto sería productivo tener los indicadores sin soporte legal?. Hay todo un reto por construir indicadores y  mayores retos por generar procesos que incluyan la parte legal para el logro óptimo de estos. Muchos países con niveles altos de calidad de vida   han  agotado   políticas de planificación urbana, sin embargo hoy se pone en tela de juicio el concepto de calidad de vida urbana. Lograr una calidad de vida urbana  no es tarea fácil pero debe ser reto de ahora y después.

Para tener en cuenta

 De acuerdo a lo planteado se sugiere lo siguiente: 

Ser racional en el uso de recursos, actualmente en Barranquilla, debido a la limitación con la disponibilidad de agua se van a establecer unas tarifas para las personas que consuman más de lo esperado. Meditar sobre  sus acciones que van en detrimento de esta calidad de vida por ejemplo la tala de árboles, ya existen estudios que muestran correlaciones entre tala de árboles y presencia de mayores índices de enfermedad. Unir esfuerzos en conjunto con la sociedad civil utilizando las TICS, preservar espacio público, diseño de vivienda en escala humana, planes viales, parqueaderos suficientes, planificar la forma de recolección y depósito de desechos no reciclables, y no olvidar el elemento de comunicación de la ciudad lo ideal es tener  ciudades legibles. Generar microempresas que sean  proyectos públicos que generan beneficios. Visualizar los problemas de acuerdo a los requerimientos de la población afectada no desconociendo sus percepciones e ideas. Dinamizar todo el conocimiento adquirido en liderazgo, participación de ciudadana, autogestión y otros. Trabajar conjuntamente para consolidar líneas de investigación que se dirijan a detectar problemas de calidad urbana y que permitan aprovechar la sociedad civil.

 

Bibliografía consultada

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OMS. La planificación urbana es esencial para la salud pública < http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2010/urban_health_20100407/es/>
 

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CEPAL. Informe sobre Panorama Social de América Latina,  2013 < http://www.asocamerlat.org/CEPAL_PanoramaSocial2013_AmericaLatina_diciembre2013.pdf>

 

Alonso L, Penuela M, Palacio J, Rojas M. La participación comunitaria/ciudadana  y su relación con el desarrollo urbano sostenible http://www.uninorte.edu.co/documents/72553/acc35baa-dcbc-4db9-86f0-924af0248270

 

Alonso LM. Universidad, sociedad y ambiente. Salud Uninorte, 2000; (15): 36-39

 

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Alonso LuzM, Palacio J. Ponencia realizada en Uninorte sobre Calidad de vida relacionada con la salud. IDS.