RESUMEN


Manuel Eduardo Moreno Slagter

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ACERCA DE MÍ Arquitecto con estudios de maestría en medio ambiente y arquitectura bioclimática en la Universidad Politécnica de Madrid. Decano de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad del Norte. Defensor de la ciudad compacta y densa, y de las alternativas de transporte sostenible. Coleccionista de música.

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Sobre la carrera 51b

La ampliación de la Carrera 51B, comprendida a partir del inicio del corredor universitario hasta el casco urbano del municipio de Puerto Colombia, es un proyecto que ha requerido tiempo. Desde mediados de septiembre de 2018 la gobernación departamental anunció la intención de intervenir esa vía, sustentando sus propósitos en el empeoramiento de los atascos de tráfico que se generan, especialmente en las horas pico que coinciden con la entrada y la salida de los colegios y las universidades localizadas en su área de influencia. También se ha expresado que se busca dar facilidades a la movilidad de los eventuales turistas que podrían demandar acceso a todo ese sector. Ahora, tras varias revisiones y ajustes, todo parece indicar que las obras comenzarán a finales de este año o a comienzos del próximo, casi cinco años después del anuncio inicial.

Es importante considerar el tiempo que ha llevado definir esta iniciativa, al menos en la mayor parte de su trazado. Sin la excusa del afán, tan propia de nuestro entorno y que puede llevar a cometer errores, caben algunas observaciones razonables sobre el concepto fundamental tras el resultado de unos diseños tan prolongados. En vista de que no se han proyectado carriles exclusivos para el transporte masivo, ni se han previsto reservas para trenes ligeros o tranvías ni nada por el estilo, es coherente concluir que todo ese esfuerzo busca principalmente mejorar la circulación de los vehículos particulares. Para eso se han dispuesto, entre otras cosas, dos pasos deprimidos y la ampliación de cuatro a seis carriles en la primera etapa, entre la Avenida Circunvalar y la glorieta de la Universidad del Atlántico: una inversión de más de doscientos mil millones de pesos para mitigar las incomodidades de los conductores.

En vista de esa significativa cantidad de dinero, quizá en este caso había que empezar por otra zona, porque con los presupuestos públicos es obligatorio priorizar con cuidado. Yendo de Barranquilla hacia Puerto Colombia, después de superar el enredo que propone la aparatosa intersección con la recién estrenada Circunvalar de la Prosperidad, nos encontramos con el que a mi juicio es el tramo que reclamaba atención inmediata. A partir de ese punto, la antigua carretera conserva las mismas condiciones que recuerdo desde que tengo memoria: un par de carriles estrechos, sin bermas, mal señalizados y con varias curvas peligrosas. Aunque está prevista la adecuación de ese trazado, sin recursos por ahora, no se comprende muy bien por qué se ha preferido ajustar primero el sector que hoy tiene cuatro carriles y un comportamiento que sólo es crítico durante unas horas del día, una circunstancia que se podría mitigar considerablemente mediante la ejecución de algunas obras puntuales.

Los trabajos de mejora en toda la longitud de la Carrera 51B son necesarios y el corredor universitario está requiriéndolos hace rato. Mis comentarios, que eventualmente ampliaré en próximas columnas, están relacionados con la oportunidad y los tiempos. Lo bueno es que de alguna forma el proyecto va a empezar, así que habrá que esperar y confiar en que todo salga bien.

Fotografía tomada de https://www.unsplash.com

Publicado en El Heraldo el jueves 14 de abril de 2022