Un ejemplo conmovedor es el de Delio Pérez, egresado de Uninorte, quien ha dedicado su carrera a llevar la formación musical a territorios vulnerables como Puerto Carreño, Vichada, donde comunidades indígenas, afrodescendientes y víctimas del conflicto armado encuentran en la música una vía de esperanza. Desde su proyecto SumArte Corporación Artística y Cultural, hasta su papel como Coach pedagógico internacional, Delio encarna el ideal de un artista-formador comprometido con el cambio social.

Esta es la historia de un músico que decidió no quedarse en los escenarios, sino construirlos en lugares donde antes no existían.

Delio Pérez no eligió el camino fácil. Desde 2017, ha trabajado en Puerto Carreño, Vichada, una zona con grandes retos: aislamiento geográfico, baja conectividad y profundas brechas sociales. Sin embargo, allí sembró una semilla: la SumArte Corporación Artística y Cultural, una iniciativa que hoy democratiza el acceso a la formación musical en comunidades vulnerables.

Delio comenzó su labor como artista formador con la Fundación Nacional Batuta, pero su inquietud por impactar de forma sostenible lo llevó a fundar su propio proyecto. SumArte no solo ofrece clases de música; crea redes de

afecto, identidad y pertenencia en territorios donde muchas veces la cultura es lo único que mantiene viva la esperanza.

Su compromiso lo llevó a escenarios internacionales. En 2023 fue seleccionado como fellow de AIM – Academy for Impact through Music, y en 2024 regresó como coach y alumni, acompañando procesos pedagógicos en distintos rincones de Colombia. Actualmente, también es becario del Global Leaders Institute y candidato a un MBA en Artes Globales, apostando por una gestión cultural sostenible con visión global.

Su historia demuestra que, desde Uninorte, es posible crear impacto desde lo local y proyectarlo hacia el mundo.

MÚSICA

MÚSICA

Para Delio, la Universidad del Norte fue mucho más que un espacio de formación artística: fue el lugar donde descubrió su verdadera vocación como formador.

"La universidad fue para mí una escuela no solo musical, sino humana", cuenta. En Uninorte, no solo aprendió técnica e interpretación, sino también disciplina, pedagogía, trabajo en equipo y pensamiento crítico, habilidades esenciales para su actual liderazgo.

Gracias a sus docentes, entendió que enseñar no es solo transmitir conocimientos, sino crear entornos de confianza, pertenencia y respeto, incluso en contextos sociales extremadamente difíciles. "Allí descubrí que enseñar también es una forma de trascender y transformar comunidades", explica.

El programa de Música de Uninorte promueve una formación integral, en la que el artista no se limita al escenario. Desde el primer semestre, los estudiantes son invitados a reflexionar sobre el rol social del arte, a vincular la música con el territorio, y a desarrollar proyectos con impacto real.

"En Uninorte aprendí a vincular la excelencia con la empatía, la técnica con el propósito, y el conocimiento con la acción", afirma Delio.

Si tú también sueñas con ser un artista capaz de transformar vidas a través de la música, Uninorte es el lugar donde tu propósito puede tomar forma.

Estudiar Música en la Universidad del Norte es elegir una carrera que combina excelencia técnica, visión social y proyección internacional.

Es una formación que reconoce el talento individual, pero también cultiva el propósito colectivo.

Aquí, los estudiantes aprenden a ser músicos, pero también educadores, gestores y líderes culturales.

Desde su primer semestre, exploran su identidad artística en relación con los desafíos sociales y culturales de su entorno.

La universidad ofrece además conexiones internacionales, oportunidades de liderazgo y una comunidad académica que cree en el arte como motor de transformación.

Si sueñas con una carrera en la que la música sea más que notas y escenarios, sino un instrumento para transformar territorios y vidas, Uninorte es tu lugar.