Redes sociales humanas: la apuesta académica para fortalecer el cambio desde la base comunitaria

El proyecto, financiado a través de la Alianza 4U, es liderado por la profesora Andrea Cancino, y busca fortalecer la colaboración entre organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación independientes en Colombia, especialmente en Barranquilla y Medellín.

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Por: Angie Caicedo

18 jun 2025

¿Y si las redes sociales no fueran solo plataformas digitales, sino verdaderas redes humanas para el cambio social? Esa es la apuesta de ‘Plataformas y redes sociales humanas’, una iniciativa de investigación e intervención social impulsada por la Universidad del Norte y la Universidad EAFIT, que busca fortalecer la colaboración entre organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación independientes en Colombia, especialmente en las regiones de Barranquilla, Medellín y sus áreas metropolitanas.

El equipo de investigación está conformado por Andrea Cancino Borbón como investigadora principal por Uninorte, junto a los co-investigadores Juan Pablo Ferro Casas y Johanna María Muñoz Lalinde, y por Nicolás Molina-Arroyave como investigador principal por EAFIT, con la co-investigación de María Isabel Villa Montoya y Néstor Julián Restrepo Echavarría.

El proyecto, financiado a través de la convocatoria interna de proyectos de investigación de la Alianza 4U, tiene como objetivo central potenciar el crowdsourcing (externalización colectiva de tareas o colaboración abierta) desde la base comunitaria. No se trata de intervenir directamente para reducir la pobreza, sino de robustecer el ecosistema organizativo de quienes ya trabajan para enfrentarla, brindando redes, conocimientos y plataformas comunes que les permitan generar un mayor impacto.

La Alianza 4U es una colaboración entre cuatro universidades colombianas: CESA, EAFIT, Icesi y la Universidad del Norte. Su objetivo principal es promover la excelencia universitaria y su papel en el desarrollo del país a través de la unión de esfuerzos en docencia, investigación y extensión.  

En su fase inicial, el equipo se concentró en mapear a los actores clave: fundaciones, asociaciones, colectivos comunitarios y medios de comunicación locales que abordan distintas dimensiones de la pobreza (educación, empleo, infancia, vivienda o servicios públicos) en Barranquilla y Medellín. 

“Uno de los mayores desafíos ha sido el acceso a la información. Muchas de estas organizaciones no están formalizadas ni tienen presencia digital clara y no existe un directorio consolidado que permita ubicarlas fácilmente, y es en la fase en la que estamos. A partir de ese vacío, emprendimos un trabajo riguroso de reconstrucción de datos a partir de fuentes como cámaras de comercio, páginas web, redes sociales y contactos directos”, explica la profesora Cancino. 

En la siguiente fase, el equipo entrará en contacto directo con las organizaciones a través de encuestas y grupos focales, con el fin de comprender sus capacidades digitales, habilidades tecnológicas y necesidades de formación. 

El corazón del proyecto será un proceso formativo gratuito, con características similares a un diplomado y certificado por ambas universidades. Este brindará herramientas digitales para el trabajo colaborativo, el uso estratégico de tecnologías y el fortalecimiento de redes. Todos los contenidos estarán alojados en una plataforma tipo Wiki, concebida no solo como repositorio, sino como un espacio interactivo, de construcción colectiva y sostenibilidad comunitaria. 

 


Previsualización de la plataforma Wiki desarrollada en el marco del proyecto, diseñada como espacio formativo e interactivo.


 

La Wiki incluirá: 

  • Un directorio público de organizaciones y medios participantes. 

  • Módulos y recursos del proceso formativo. 

  • Tutoriales y una caja de herramientas digitales. 

  • Un foro interactivo para publicaciones, convocatorias y colaboración continua. 

Además, serán los mismos participantes quienes alimenten esta Wiki durante el proceso, fomentando la apropiación del conocimiento y garantizando que la plataforma siga viva incluso después de terminada la intervención universitaria. 

“También ha sido clave articular equipos de dos universidades con lógicas administrativas, tiempos y culturas institucionales diferentes. Eso ha implicado un aprendizaje conjunto para la toma de decisiones, la distribución del presupuesto y la firma de convenios. A pesar de las dificultades iniciales, el equipo ha logrado establecer un ritmo de trabajo colaborativo que refleja precisamente el espíritu del proyecto: la construcción colectiva”, concluye Cancino. 

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