EDICIÓN 002

CONSTRUCCIONES BIOCLIMÁTICAS

SOMBRAS
NADA MÁS

 

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Edificios los hay de todas las formas y diseños, pero a la hora de habitarlos,
aspectos como la eficacia energética o el confort climático de su interior
son fundamentales para determinar los materiales que se utilizarán.

Por María Margarita Mendoza
Periodista
medinamm@uninorte.edu.co

Edificaciones para cada región

En julio de 2016, el Ministerio de Vivienda lanzó la resolución No. 0549 de 2015, una ley con la que el Gobierno busca reducir en un 25% las emisiones de dióxido de carbono mediante la implementación de criterios sostenibles en las construcciones. Esta reglamentación rige ahora en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, y define parámetros para el ahorro de agua y energía de las nuevas edificaciones, según el tipo de inmueble y el clima, en el que se encuentren. 

Hay regiones del mundo en las que el valor de un inmueble se mide por su ubicación estratégica; otras en donde lo que más se aprecia es la vista, su cercanía a tranquilas zonas verdes o incluso al mar. Pero en ciudades del Caribe colombiano como Barranquilla, uno de los grandes atractivos de una vivienda es su orientación a la sombra y la sensación fresca de su interior.

Esta es una realidad que bien entienden los expertos de los departamentos de Arquitectura e Ingeniería Mecánica de Uninorte, quienes desde hace un año iniciaron el proyecto de investigación en Edificaciones Sostenibles, EDISOST, para estudiar las características particulares del clima local, y cómo la radiación solar, la humedad relativa y la velocidad de los vientos, inciden sobre las edificaciones. Este análisis los llevó a plantearse el interrogante: ¿Estamos construyendo con los materiales correctos para el clima del Caribe?

Para el arquitecto Antonio Olmos, uno de los investigadores del proyecto, la respuesta a si en el Caribe se está construyendo con los materiales apropiados es no, pues gran parte de las nuevas obras que se están erigiendo en ciudades como Barranquilla, son hechas con materiales “ajenos a nuestra tradición constructiva y a sus necesidades medioambientales”.

Antonio Bula, investigador de Ingeniería Mecánica, y Antonio Olmos, de Arquitectura, en el Laboratorio de Arquitectura Tropical de Uninorte
Antonio Bula, investigador de Ingeniería Mecánica, y Antonio Olmos, de Arquitectura, en el Laboratorio de Arquitectura Tropical de Uninorte.

Olmos indica que en la actualidad hay una gran demanda por materiales como el cristal o el ladrillo macizo para el revestimiento de los inmuebles regionales. Dichos materiales componen “la piel del edificio”, y aunque es cierto que le brindan durabilidad a su exterior no contribuyen a la eficiencia energética del mismo, ni al confort climático de su interior.

“El ladrillo por ejemplo, tiene gran capacidad para retener el calor de la radiación solar, para después liberarlo gradualmente en la noche; por lo que es muy utilizado en las zonas templadas del país. Pero en esta región lo que hace es ayudar a sobrecalentar el espacio interior, aumentando  la demanda energética del edificio por el uso exigido del aire acondicionado”, afirma el arquitecto.

Para obtener datos reales de cómo reaccionan las construcciones ante el inclemente clima del Caribe, A través del Laboratorio de Arquitectura Tropical se desarrolló el proyecto EDISOST, un espacio donde se ponen a prueba los materiales que se usan para los revestimientos de las construcciones actuales. Olmos indicó que a partir de los resultados recogidos se espera plantear alternativas novedosas que respondan mejor a las necesidades térmicas y de durabilidad que exigen ciudades como Barranquilla, donde las temperaturas más altas sobrepasan los 34 grados centígrados.  

Así se ubican los sensores que miden la temperatura, velocidad del viento y humedad al interior de los módulos.
Así se ubican los sensores que miden la temperatura, velocidad del viento y humedad al interior de los módulos.

El laboratorio está formado por seis módulos con paredes, techos y puertas, casi como una casa real. La estructura cuenta con pequeños sensores por dentro y por fuera que se encargan de recopilar datos durante todo el año, para comprender cómo las distintas características del clima local afectan el inmueble. Antonio Bula, profesor de Ingeniería Mecánica, es otro investigador del proyecto y contó que este recinto de mediciones es ideal para testear el comportamiento de distintos materiales usados para los recubrimientos de las viviendas actuales. 

“La temperatura del medio ambiente, la radiación y la humedad relativa van cambiando, así que todo esto nos permite saber cómo se desempeña un tipo de material dentro de una casa”, dice el ingeniero. 

De momento este proyecto se encuentra en desarrollo, por lo que durante los próximos cinco años se continuará un riguroso camino de análisis y mediciones, para tener un panorama más acertado del comportamiento térmico de los materiales. Con esta información los investigadores detrás de EDISOST esperan desarrollar nuevos y mejores materiales de construcción, para que las edificaciones puedan responder con eficiencia a las necesidades del Caribe, y no solo sean las casas orientadas a la sombra las que brinden un confort bioclimático a sus residentes.

Otros aspectos del proyecto EDISOST

Módulo y sistema de medición de propiedades térmicas de envolventes.
Seis módulos como este conforman el Laboratorio de Arquitectura Tropical. Durante los próximos cinco años los investigadores probarán distintos materiales en ellos, y a través de sensores instalados en el interior y exterior de la estructura, podrán determinar cómo dichos materiales reaccionan ante los factores del clima.
  • Seis módulos de cuatro metros cuadrados conforman este espacio en el que sensores miden constantemente la humedad, temperatura, radiación y viento que inciden en las cubiertas y fachadas. También miden el consumo de aire acondicionado y electricidad al interior.
  • Todos los sensores de los módulos envían su información a través de cables a una red central de datos, que los almacena para su posterior análisis por parte de los investigadores.
  • Actualmente hay un modulo en prueba y está recubierto con bloques de ladrillo macizo. En el primer semestre de 2018 se conocerán los datos recolectados para conocer el comportamiento térmico de esta.
  • Posteriormente se estarán probando otros materiales, como el ladrillo hueco y la fibra de vidrio aislante, para comprobar si contribuyen a la eficiencia energética de los inmuebles.
  • Al terminar los cinco años de análisis, los diferentes materiales testeados serán reformulados para que constructores y empresas tengan insumos que respondan mejor a las necesidades bioclimáticas de la región.
  • A mediados del 2017, el proyecto EDISOST logró su primer aliado internacional: la empresa Isover del Grupo Saint-Gobain, una organización francesa con más de 300 años de experiencia en la fabricación y distribución de materiales para construcción. Ahora este líder mundial en hábitats sostenibles está interesado en poner a prueba sus productos para el aislamiento térmico de envolventes en fibra de vidrio, bajo las particulares condiciones del clima caribeño. Las pruebas se realizarán en marzo de 2018 en los módulos del proyecto EDISOST, lo que permitirá transferencia tecnológica y de conocimientos. 
Cómo reaccionan los edificios ante el clima del Caribe.
Cómo reaccionan los edificios ante el clima del Caribe.