Joachim Hahn
Vicerrector Académico
jhahn@uninorte.edu.co

Esta edición de Intellecta alberga —fiel a su visión, periodismo científico de excelencia— variados aspectos de las investigaciones de profesores y estudiantes de la Universidad del Norte. Desde la fascinante ciencia de datos hasta la belleza de los insectos; desde el diseño sostenible de viviendas palafíticas hasta los misterios del clima global. Todo el infinito espectro del saber humano que nuestra curiosidad académica explora, se expone aquí con la misma pasión y rigurosidad de sus protagonistas.

Pasión y rigurosidad, dedicación y solidez científica, son valores intrínsecos al ejercicio académico de calidad. Son la condición permanente para la creación del conocimiento, para la eterna búsqueda de la verdad y de la belleza propia del ser humano. Así se constituye y se define también la excelencia: ese horizonte siempre infinito, siempre lejano, inalcanzable y, a pesar de ello, profundo y constante estímulo para la aventura y la exploración intelectual. Pues, al igual que la felicidad o la sabiduría, la excelencia es, simultáneamente, tanto la inspiración como el hábito para el día a día, el propósito, tanto como el significado de todo emprendimiento académico. La excelencia no es sinónimo de perfección, no es el fin del camino, es el caminar mismo. En palabras de Tom Peters durante el Wolrd Business Forum este año en Bogotá: la excelencia no es una “aspiración”, es tu siguiente conversación.

Frente a un vasto universo de interrogantes, todos ellos válidos y apasionantes, se impone la racionalidad de priorizar en algunos, de focalizar la capacidad académica en aquellos que más interesan y en los cuales mayores fortalezas se han adquirido. De ahí que entre 2011 y 2016 la Universidad del Norte definiera y trabajara en tres áreas estratégicas de investigación: energía, salud global e infancia y juventud, que aglutinaban a investigadores afines a estos campos del saber, a los cuales se agregarían otras dos, biodiversidad y comercio global.

Desde 2018, con la visión de del rector Adolfo Meisel, empezamos una nueva etapa en la que, con la focalización de capacidades, nos proponemos en cada división académica la máxima excelencia, ya no solo en la investigación, sino en la docencia y extensión. Es así como, para mencionar algunos ejemplos, se han identificado “ciencia de catos” (Ingenierías), “bienestar humano” (Humanidades), “infancias y contextos” (Instituto de Educación), “biodiversidad” (Ciencias Básicas), “patrimonios” (Arquitectura), entre otros. A su vez, el establecimiento de nuestras áreas de excelencia nos permite concentrar nuestro intelecto interdisciplinario, sin demeritar ni descuidar los demás que dan vida a la academia.

Es así como en esta edición de Intellecta presentamos varios de los trabajos de investigadores asociados a las áreas de excelencia, convencidos de que el conocimiento es un bien universal, cuya comprensión y uso no se limita al ámbito académico únicamente. Creemos que compartir con generosidad y creatividad nuestro saber y hacer es uno de los fundamentos morales de la excelencia, tal y como la concebimos en Uninorte.

Con el auge de los populismos que niegan el cambio climático, de las familias que se oponen a la vacunación, de las religiones que censuran la teoría de la evolución, de las 10 000 o más revistas predatorias que publican información no verificada y, last but not the least, de la caótica situación de los medios de comunicación y las redes sociales, hoy más que nunca en la historia de la humanidad, las universidades y sus comunidades somos, simultáneamente, guardianes y faros de la incesante búsqueda de excelencia académica.