EDICIÓN 002

UN HALLAZGO A

CUENTAGOTAS

 

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Hasta ahora no había claridad científica sobre la capacidad
del fluido preeyacultorio para generar un embarazo.
Estudio realizado con universitarios de Barranquilla
desmitifica las creencias sociales al respecto.

Por Adriana Chica
Periodista
chicaa@uninorte.edu.co

 A veces la ciencia deja pasar hechos que parecen certezas y se olvida de buscar soportes científicos contundentes. A veces lo evidente se da por asumido. La situación puede ocurrir a cualquier nivel. Un ejemplo claro es lo que se dice y lo que sabemos del líquido preseminal y su potencial para producir un embarazo. Los aportes escasos de la ciencia en esta materia han llevado a la creación de mitos que son heredados en el imaginario social.

El líquido preseminal o preeyaculatorio, es frecuente durante la estimulación sexual de los hombres, pero: ¿contiene espermatozoides?, ¿puede producir embarazos cuando entra en contacto con la vagina de la mujer? Son preguntas que la ciencia hasta el momento ha respondido de forma ambigua.

 

Menos de diez investigaciones confiables de la comunidad científica han dado luces al respecto y sus resultados son contradictorios. La mayoría tenían como objetivo establecer el papel del líquido preseminal como medio transmisor de infecciones, mas no para resolver la duda desde el punto de vista reproductivo.

Ante la falta de respuestas científicas, socialmente se arraigó la idea de que este líquido podría tener efectos reproductivos. El doctor Jesús Fernando Vásquez, del grupo de investigación en Salud Reproductiva y Sexual de Uninorte, lideró un estudio científico para comprobar si este líquido es capaz de embarazar. Los resultados fueron publicados en la revista Internacional de Andrología.

La conclusión a la que llegó es contundente: por sí solo, este no puede embarazar, pues no contiene espermatozoides. Su función es otra: preparar un ambiente idóneo para que el semen pueda transportar los espermatozoides hasta la vagina. El líquido preseminal se expulsa por el pene en pequeñas cantidades (de 100 a 200 micras) durante la excitación sexual y proviene de unas glándulas parauretrales conocidas como Cowper y Littre, localizadas bajo la próstata. 

“La uretra, el camino que va desde la vejiga hasta la punta del glande, tiene un pH ácido ocasionado por la orina; por eso cuando llegan a la vagina mueren rápidamente, pues esta tiene un pH ácido. El líquido preseminal, al contrario, es alcalino, el medio ideal para que los espermatozoides sobrevivan. Una función del fluido es alcalinizar la uretra para garantizar que los espermatozoides contenidos en el semen lleguen a la vagina y cumplan su función reproductiva”.

Pero además de neutralizar el ácido de la uretra, el líquido lubrica las paredes vaginales para facilitar la penetración del miembro en la vagina. Basado en los resultados de este estudio, el doctor Vásquez desvirtúa algunos de los mitos generados alrededor de la preeyaculación.

Sobre la metodología

Durante el estudio se analizó el líquido preseminal y del semen de 25 universitarios de Barranquilla de entre 18 y 25 años; luego de una abstención de dos días. Esto permitió incorporar solo a jóvenes con buena calidad de semen. Las muestras se tomaron en casa y se trasladaron al laboratorio antes de una hora. En el fluido preseminal se observaron aspectos como la presencia de espermatozoides y bacterias, el grado de acidez o alcalinidad (pH). En el 100% de estas, el líquido no presentó espermatozoides.