La visión de la nueva directora de la Biblioteca Karl C. Parrish

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Sandra Álvarez había estado al frente de la Editorial Universidad del Norte durante los últimos ocho años.

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21 jul 2017

Desde inicios del mes de julio, la Biblioteca Karl C. Parrish de la Universidad del Norte tiene nueva directora. Se trata de Sandra Álvarez Marín, quien ha estado vinculada por más de dos décadas a la institución como profesora y más recientemente ocupó el cargo de directora de la editorial universitaria.

Álvarez, licenciada en Educación Infantil y magíster en Educación, estará encargada de velar por el área que es considerada el centro del saber de la universidad y una auténtica columna vertebral en la formación de estudiantes y para el desarrollo de investigaciones al interior de la institución.

“Me siento  realizada profesionalmente con este nuevo reto de asumir la biblioteca, que para mí es muy motivante. Estaré con toda la disposición de acompañar con compromiso y responsabilidad a nuestros estudiantes y profesores en esta tarea educativa”, manifestó la nueva directora.

Entre los proyectos en que estará involucrada Álvarez en su nuevo cargo, está la ampliación de la biblioteca, con la construcción de un segundo edificio que armonice con la edificación actual, para acoger al creciente número de estudiantes de pregrado y posgrado. “El nuevo edificio ya está aprobado. Será un edificio de espacios, con tres pisos que permitirán la interacción entre los estudiantes y con zonas para el trabajo investigativo y de formación”, comentó.

Con la nueva edificación, según la directora, la universidad se propone consolidar los servicios tecnológicos de la biblioteca, tales como el préstamo de computadores y el BibLab, “para que los estudiantes puedan tener acceso a capacitaciones informacionales y sigan fortaleciendo sus competencias en este sentido”.

De igual forma, bajo el liderazgo de Álvarez, la biblioteca continuará con el trabajo en cuanto a las colecciones especiales. “Tenemos unas colecciones valiosísimas, como la Parrish, y hemos recibido otras a través de donaciones, las cuales están en proceso de curación, conservación. Esa es una tarea muy grande porque somos custodios de este acervo y este conocimiento, que es valioso para investigadores. En nuestras manos está ponerlo también a disposición del público”, dijo la directora.

Otra de las tareas que liderará será la realización de exposiciones alrededor de obras significativas, relacionadas con tópicos que se manejan dentro de las áreas académicas de la institución. “Pronto va a llegar una exposición para resaltar los 50 años de la publicación de 100 años de soledad. Un académico de la universidad nos acompañará en la curaduría de la exposición, para que sea pertinente y atractiva para nuestros visitantes”.

Para Álvarez, ser directora de la Biblioteca Karl C. Parrish es la continuación lógica de sus 8 años al frente de la editorial de la Universidad del Norte. “Con la editorial nosotros sabemos cómo nace la obra, desde que el profesor llega con su propuesta y esta pasa por un proceso de evaluación, cuidado y edición. A la biblioteca llega ese libro, que es el lugar donde va a estar para disposición del público y para mí es importante valorar cómo ese púbico lo recibe, cómo lo utiliza, cómo aprovecha el conocimiento que está ahí plasmado”, apuntó.

En cuanto al legado que deja su predecesor, Luis Alberto Tarazona, la nueva directora ha destacado la organización del área, la planeación y el seguimiento muy cuidadoso a los ejes estratégicos que se han desarrollado en su interior. “He encontrado que todo está bien estructurado, con indicadores claros, un proceso de calidad que se ha hecho de manera efectiva y también he heredado un equipo humano muy comprometido, con un espíritu de servicio necesario en una biblioteca que presta servicio a la academia”, manifestó Álvarez.

Por lo pronto, Álvarez considera que su principal labor será consolidar los procesos actuales de la biblioteca, articulando aún más el trabajo entre la biblioteca y academia, fortaleciendo la colección para que no solo sea de calidad, sino que también sea pertinente a la necesidad de los académicos. De igual forma, buscará que haya un mayor acercamiento a los estudiantes. “Quiero mostrarles que venir a la biblioteca es agradable y es un lugar muy confortable para que se sientan a gusto al venir a estudiar, leer e investigar. Que realmente sientan que estamos a su disposición y que este sitio es de ellos”.

Por Andrés Martínez Zalamea

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