“Los seres humanos somos como pequeños títeres frente a la historia”: Juan Carlos Méndez

En Caracas, Venezuela, no hay rastro de la española Begoña, hija de un influyente político conservador. Para indagar su paradero, su familia paga los servicios de Magdalena Yaracuy, una detective que combina la santería, los golpes marciales y las balas para resolver los casos. Esta vez la investigadora deberá lidiar con una serie de hechos envueltos en narcotráfico, corrupción y crímenes atroces, si quiere dar con la víctima y los culpables.

Esta es la historia de La ola detenida, la novela más reciente (octubre de 2017) de Juan Carlos Méndez Guédez, escritor venezolano radicado en España, doctor en Literatura Hispanoamericana, y autor de más de 20 libros. Como invitado a la XIV edición de Hay Festival de Cartagena de Indias, conversó el 4 de febrero en el auditorio con la profesora de literatura y cine, Adriana Rosas, y parte de la comunidad Uninorte, sobre el significado de sus personajes, su forma de escribir y los matices que contempla a la hora de desarrollar un contexto.

El ganador del Libro del Año en Venezuela, en 2013, por Arena negra, destacó el rasgo de la ciudades que quedan marcadas para la historia por hechos puntuales de violencia, como el Bogotazo un 9 de abril de 1948, tras el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán; o se asocian con una época continuada de violencia como la Medellín lesionada por Pablo Escobar. Ciudades donde nacen narraciones entrañables.

“En principio me interesa el contexto como escenario, pero algo que me conmueve mucho de la vida humana es la historia. Siempre hablamos de la historia como algo en mayúscula. Somos pequeñas figuras, como pequeños títeres frente a la historia, que a veces nos lleva por delante”, puntualizó el novelista ante el público.

Lo que intentó con La ola detenida, agregó, es contar “la historia de una mujer que pretende buscar a otra, que pretende ser feliz, mientras tanto a su alrededor está ocurriendo la historia en mayúscula”. Para él, las escenas en sus relatos son como “fotografías” de los seres humanos que aman, odian, se enamoran y se separan, mientras la historia pasa detrás de ellos y a veces los devora.

A pesar de que en sus relatos transitan entre contextos políticos fuertemente marcados, advirtió que no intenta que sus personajes tengan claro el panorama o análisis político del mismo, porque le interesa la "ambigüedad" que genera lo novelesco.

“La vida es eso. Se vive con cierta perplejidad, con esa duda y a lo mejor lo que hoy para ti es terrible, mañana te dé felicidad (...)  Recuerdo cuando estaba así muchacho en Venezuela, apoyé a tantos líderes políticos, que luego resultaron unos miserables; por eso uno debe tener prudencia humana”, afirmó.

Al término de la charla, la profesora Adriana Rosas le contó al escritor la alianza entre el Departamento de Humanidades y Filosofía, y de Español, para el lanzamiento de la maestría en literatura y escrituras creativas, por lo que Méndez felicitó a la Universidad al calificar la iniciativa como “magnífica”, para que “los chicos trabajen a tope y de lleno en lo que es la creación de narrativas”.

Por José Luis Rodríguez R.