Reapertura económica en tiempos de covid-19

El profesor Carlos Andrés Yanes, del departamento de Economía, analiza el impacto de la enfermedad en el sector empresarial y comercial, y hace un llamado a no desconocer la realidad: hay que convivir con el virus de forma responsable.

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02 sep 2020

El coronavirus Sars-Cov-2 sigue ahí, afectando la salud y la productividad de muchas personas, como también el ímpetu de un empresariado que no esperaba, ni por asomo, que se presentara una crisis de esta magnitud. Mucho menos después del final de 2019, cuando el país experimentó un crecimiento económico moderado de 3,3 % y un primer trimestre que registró un tenue 1,1 %, según el Departamento Nacional de Estadística (DANE).

Sin embargo, la llegada de la covid-19 y las medidas para evitar su propagación hicieron que durante el segundo trimestre de este año el PIB  se contrajera un 15,7 % con respecto al mismo período del año anterior. Viendo estos resultados en materia de producción y con un desempleo cercano al 20 %, se ha logrado poner la mano sobre la mesa y pensar en la reactivación económica con ciertas restricciones y medidas de bioseguridad con aprobación del Ministerio de Salud.

En ese contexto, Barranquilla se prepara para reiniciar actividades en distintos sectores económicos que desde marzo han cesado su actividad por la pandemia de la covid-19. Los sectores que más han sido afectados por el confinamiento son: restaurantes, comercio mayorista y minorista, actividades sociales que involucran templos, y los de entretenimiento y turismo como bares, discotecas y hoteles.

Para ilustrar la situación: una encuesta de Fundesarrollo y la Cámara de Comercio de Barranquilla realizada en julio revela que el 6,1 % de las empresas del Atlántico cerró definitivamente. Además, el DANE calculó que el desempleo en el trimestre abril-junio alcanzó el 15,9 %, duplicándose con respecto al mismo período del año anterior. Si se quiere entender aún más la gravedad de la coyuntura, se pueden revisar las cifras de ocupación hotelera en Barranquilla. De acuerdo con la Asociación Colombiana de Hotelería y Turismo, esta última se encuentra en un mínimo histórico del 5 %, con pérdidas de más de 132 000 millones de pesos.

Frente a esta situación de crisis, la reactivación económica debe estar guiada por la evolución de la curva epidemiológica en la ciudad. No se puede olvidar que Barranquilla ha sido una de las ciudades más afectadas por la pandemia, tal como lo señala el Instituto Nacional de Salud (INS): hasta el 25 de agosto, la capital del Atlántico acumula un total de casos de 35 652 y 1598 decesos. Sin embargo, la ciudad fue de las primeras capitales que controló la primera ola de contagios, por lo que la reactivación ha comenzado con cierto adelanto con respecto al resto del país, mostrando desde ya algunos resultados: Fundesarrollo señala que la producción industrial barranquillera creció 6,1 % en junio.

Esta reapertura gradual, que contempla planes pilotos implementados por la Alcaldía en cada sector, no desconoce la realidad: incluso con la vacuna, el virus seguirá circulando en el ambiente. Así que de lo que se trata es de gestionarlo mientras tanto. Hay que convivir con el virus de la manera más responsable posible hasta que la vacuna permita inmunizar a la población. Sin la vacuna, es probable que cada cierto periodo de tiempo sean inevitables nuevos cierres parciales o totales, tal como lo muestra la experiencia de los principales países europeos en este verano.

Por eso, la apuesta de una reactivación económica paulatina no se considera que sea en vano. Muchas ciudades del mundo comienzan lentamente a abrirse y no habrá problema, si la ciudad así lo hace, siempre y cuando los protocolos de bioseguridad cumplan un papel fundamental en este proceso. La clave está en determinar cuáles son los sectores con mayor riesgo de contagio y cuáles se han venido acondicionado a las nuevas formas de intercambio para permitir que de alguna forma el aparato productivo reinicie su marcha para evitar una debacle mayor en términos de destrucción de empleos y empresas.

Por: Carlos Andrés Yanes Guerra
Profesor investigador del Instituto de Estudios Económicos del Caribe

Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad exclusiva del autor y no comprometen la posición de la Universidad del Norte.

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