Líneas de investigación

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CONEXIONES, MOVILIDADES E IDENTIDADES

Fenómenos como la Globalización, la aparición de nuevas tecnologías de comunicación, información y transporte como el Internet, la telefonía móvil, los trenes y aviones, la aparición del turismo, han permitido que la movilidad de personas, bienes e ideas se haya intensificado dramáticamente en las últimas décadas. Pareciera, como afirman algunos estudiosos, que todo el mundo estuviera en movimiento.

En este contexto, es imposible seguir sosteniendo el estudio de regiones y áreas culturales como si se tratara de unidades independientes, autónomas y aisladas. Si bien esto es evidente para el presente, también es aplicable para el pasado, más cuando nos situamos en una región como el Caribe. Desde la llegada de los primeros pobladores humanos hasta el presente, esta región ha sido construida a partir de la circulación, tanto voluntaria como forzada, de personas, mercancías, información, ideas y sus conexiones se han expandido a todo el mundo.

La movilidad (o la restricción de la misma) y la conexión están en el corazón de los distintos procesos históricos de la región y del continente. Por ello no pueden ser entendidos a cabalidad sin tener en cuenta su naturaleza conectada. De igual forma, la circulación, la movilidad (o la falta de ella) han sido factores centrales en la construcción de las identidades de los habitantes de la región y del continente.

Esta línea se enfoca en el estudio de distintos procesos históricos asociados a la movilidad de personas, mercancías, información, prácticas e ideas, y en los procesos de construcción de identidades relacionados a ellos.

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AMBIENTE, ESPACIO Y TERRITORIO

La crisis ambiental por la que atraviesa el planeta en la actualidad tiene a los humanos como motores principales del deterioro ecológico. Esto hace que las ciencias sociales y las humanidades tengan un papel preponderante en la comprensión de dicha crisis. Esto, a su vez, reafirma la idea de que las relaciones sociales no solo suceden en temporalidades y momentos históricos específicos, sino también en lugares y espacialidades concretas. Por lo tanto, el cambio histórico es un proceso que también lleva consigo la transformación del entorno y de las relaciones espaciales. Igualmente, los cambios ambientales tienen incidencia en la forma como la gente vive y entiende su entorno.

Aunque la crisis ambiental actual es un fenómeno vigente, la Historia, así como también han contribuido a comprender cómo se relacionaban con su entorno las sociedades del pasado. Esta aproximación histórica a las relaciones sociedad-ambiente nos ha permitido dimensionar las transformaciones ambientales en el presente y la forma como situaciones similares fueron enfrentadas en otras épocas. Sin embargo, las relaciones de la sociedad con su entorno no se limitan al ámbito de las transformaciones ambientales.

El gobierno y el manejo de la vida social implican formas específicas de ordenamiento espacial en las que se reflejan fenómenos como el poder, la exclusión y la marginalidad. Por esta razón, las ciencias sociales deben prestar atención a la dimensión espacial y ambiental del cambio y la acción social. Esta línea se enfoca en la espacialización de las relaciones sociales y en cómo la relación sociedad-espacio es mediada por el poder. De igual forma reflexiona sobre la relación entre sociedad y naturaleza en contextos de cambio ambiental y conflicto.

Finalmente, incluye estudios sobre el paisaje, entendemos también las transformaciones de las relaciones de los humanos con su entorno.

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ESTUDIOS AFROCOLOMBIANOS

Desde finales del siglo XX, las naciones Latinoamericanas han re-planteado la idea de las identidades nacionales homogéneas, reconociendo en cambio su carácter multi-étnico y pluricultural. Este fenómeno ha abierto espacios tanto para la reflexión crítica en torno a la raza y la diferencia como para las reivindicaciones políticas de colectivos étnicos y grupos racializados.

Las ciencias sociales han sido partícipes activas en estos debates aportando elementos teóricos importantes y contribuyendo a la visibilización y comprensión de historias, culturas y territorialidades hasta hace poco marginadas del imaginario de la nación. Los estudios afrocolombianos se consolidan en esta coyuntura, con un cuerpo cada vez más robusto y teóricamente elaborado de investigaciones sobre negridad, raza y racismo, políticas de la identidad, y las formas particulares en que las dinámicas políticas, económicas y sociales de la nación se manifiestan en comunidades y territorios afro-descendientes.

La Historia, junto con la Antropología, ha sentado las bases para la emergencia y consolidación de los Estudios Afrocolombianos. Gracias a la investigación histórica, se ha reivindicado, entre otras, el papel de mujeres y hombres diáspora Africana en procesos de poblamiento y construcción del territorio en la época Colonial; sus estrategias particulares de resistencia y subjetividades políticas; su participación en el proceso de independencia; y el rol de la raza y la negridad en moldear las tensiones políticas e ideológicas en la naciente República.

Es así como el papel de la Historia en las reivindicaciones actuales de comunidades afrocolombianas es fundamental, contribuyendo también a la comprensión de los orígenes históricos del racismo, la racialización y las dinámicas complejas de las identidades etno-raciales en el contexto Colombiano y Caribeño.

Esta línea se enfoca en el estudio de procesos históricos relacionados con la raza, la negridad y las experiencias de individuos y comunidades africanas y Afro-descendientes, con un énfasis particular, pero no excluyente, en el Caribe colombiano. Reúne investigaciones que hacen aportes empíricos y teóricos a la comprensión del rol de las y los afro-colombianos en la formación de la sociedad nacional y regional, así como las tensiones, conflictos y relaciones desiguales de poder que han marcado la experiencia histórica negra en el país.

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HISTORIA, MEMORIA Y CAMBIO SOCIAL

Todos los fenómenos sociales son susceptibles de ser pensados históricamente. Los cambios sociales son producto de procesos previos que se expresan en el presente e influyen de diferentes formas sobre la posteridad. Las diferentes sociedades construyen proyectos colectivos y de identificación en torno a su pasado y al de otros, por lo cual el estudio de la historia está en el centro de la comprensión de las relaciones sociales y la acción colectiva. El uso que diferentes sociedades hacen de la historia es un elemento crucial en ese sentido.

Actualmente, uno de los usos más comunes se da en el campo del patrimonio. El patrimonio lleva consigo una visión particular de la historia, las tradiciones y los valores compartidos de un grupo que se traducen en políticas públicas, decisiones legales, proyectos comunitarios y formas de ordenamiento espacial. Por otro lado, en momentos de transición la construcción de la memoria se erige como un proceso central en la interpretación del pasado.

Con frecuencia, la memoria se construye con fines políticos y se inserta en proyectos de reivindicación y reconocimiento del otro. Pero también se encuentra en la vida cotidiana de los humanos como sujetos sociales y culturales. Es por eso que las ciencias sociales están llamadas a participar en el análisis histórico de los fenómenos sociales y los usos del pasado. Tales resignificaciones quedan expresadas en proyectos políticos, patrimoniales y de construcción de la memoria.

Un elemento central en este oficio tiene que ver con la mirada crítica a las fuentes con las que se construye la historia, a las interpretaciones y los usos de la misma y a los debates académicos que esos fenómenos suscitan. Esta línea reúne, por un lado, aquellas investigaciones que examinan y problematizan la construcción de la memoria en contextos de conflicto y violencia. Se analizan las diferentes tradiciones teóricas sobre la memoria y se reflexiona sobre los procesos sociales, políticos y culturales que subyacen los discursos y prácticas de memoria colectiva.

De igual forma, aquí se estudian las dinámicas del conflicto armado y la producción de violencia como fenómenos sociales e históricos. En segundo lugar, reúne investigaciones que reflexionan sobre la construcción, uso y transformación del patrimonio cultural. En este espacio no solo se produce conocimiento sobre los objetos, prácticas y lugares considerados como patrimonio, sino que también se confrontan las diversas corrientes académicas y políticas sobre el patrimonio y su lugar en la sociedad.