La crisis democrática en Latinoamérica, el gran reto de la juventud

La democracia, la pandemia y los jóvenes fueron los ejes temáticos de una charla con el asesor de International IDEA, quien analizó la crisis de representatividad en la región y el rol de los jóvenes en medio de la coyuntura actual.

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José Luis Consuegra en conversación con la docente Angélica Rodríguez.

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23 abr 2021

La dirección de Mercadeo organizó una conferencia titulada El estado actual de la democracia y el impacto de la crisis sanitaria en la buena gobernabilidad: El rol de la juventud en el fortalecimiento de los principios y prácticas democráticas. Con la participación de José Luis Consuegra, asesor de Alianzas Estratégicas del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (International IDEA), la charla del jueves, 22 de abril, giró en torno al debilitamiento de la democracia en América Latina durante la pandemia y el gran reto que debe asumir la juventud.  

Trazando una línea temporal, Consuegra indicó que Latinoamérica tenía un estado de democracia medianamente estable antes de la crisis sanitaria. Sin embargo, mostraba indicios de erosión, como el debilitamiento de las instituciones públicas, la polarización política, la baja participación en los procesos electorales, la coerción de libertades, las trabas en el acceso a la información y un desequilibrio generalizado en la separación de poderes. Y el cúmulo de todos estos factores, con el agregado de una epidemia mundial, nos ha llevado a una crisis de representatividad. 

Lo que se ve ejemplificado en que una de las medidas adoptadas en la mayoría de los países fue decretar el estado de excepción por emergencia, que faculta a los jefes de Estado con ciertas capacidades especiales para tomar decisiones unilaterales. “Ahí se sitúa uno de los primeros elementos que erosionó la calidad de la democracia durante la crisis sanitaria. De hecho, la tendencia del control del ejecutivo sobre los demás poderes no se había visto tan exacerbado como en el último año”, expresó el internacionalista egresado de Uninorte. 

Otro de los elementos que ha debilitado la democracia latinoamericana está relacionado a la programación de procesos electorales que se darían posterior a marzo del año pasado, y con ellos, manifestaciones sociales y reuniones de grupos tradicionalmente excluidos que exigían un cambio en la forma en la que se toman las decisiones políticas. Por las medidas de aislamiento, no se pudieron llevar a cabo muchos de esos encuentros. “Esto cohibió la libertad de expresión y asociación, que son elementos claves de los procesos democráticos”. 

Pese a estas situaciones, Consuegra señaló que no estamos experimentando el fin de la democracia, pues también han existido oportunidades para innovar en los procesos de toma de decisiones durante el aislamiento. “Vemos que en algunos países se establecieron nuevas metodología para reactivar las elecciones, se han desarrollado procesos de manifestación y se han implementado alternativas para acceder a la justicia. A futuro, se van a seguir fortaleciendo estas dinámicas y, en caso de volver a vivir una situación similar, tendremos diferentes formas de no dejar que la democracia se debilite tanto como en el marco de la pandemia”.  

¿Y qué ha pasado con los jóvenes en América Latina durante este período? El egresado reflexionó, sin el ánimo de generalizar, sobre la tendencia al desinterés y la desconexión de esta población. E indicó que la juventud, al no identificarse con las instituciones que tradicionalmente han sido gobernadas por una élite, optan por mecanismos alternativos de participación que no necesariamente tienen incidencia en la toma de decisiones y la implementación de políticas, como las redes sociales. 

Por ello, hizo una invitación abierta a que los jóvenes se conviertan en agentes de cambio. “Fomentar el relacionamiento con los pares, vincularse a movimientos formales y aprovechar los espacios que ofrece la academia para generar discusiones que tengan resonancia, son formas de repensar el ejercicio de la ciudadanía e interiorizar el rol activo que tienen en la construcción de la democracia”. Y resaltó los esfuerzos de Uninorte por desarrollar actividades como modelos de la OEA o conferencias de Naciones Unidas, pues son espacios que le brindan a los jóvenes la oportunidad de convertirse en embajadores de los procesos democráticos dentro del país. 

 

Por María Fernanda Salgado.  

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