
Nueve de Mayo
Jairo Agudelo Taborda
Hace ochenta años, el nueve de mayo de 1945, en Berlín, se rindió la Alemania Nazi ante los Aliados y, sobre todo, ante la Armada Roja de la Unión Soviética. Se produjo la avanzada liberando los judíos de los campos de concentración y exterminio nazi. Esta fecha es conmemorada como el día de la Victoria contra el nazifascismo.
Hace setenta y cinco años, el nueve de mayo del 1950, en Paris, Robert Schuman, Ministro de Relaciones exteriores de Francia, le propuso al Canciller alemán Konrad Adenauer la creación de la Comunidad Europea del Acero y el Carbón, dando orígen a lo que se consolidaría luego como la Unión Europea de hoy. Schuman, y luego Jean Monnet, se inspiraron en el proyecto federalista europeo que los antifascistas Spinelli, Rossi y Colorni escribieron en la Isla prisión de Ventotene en el 1941 y que se publicó clandestinamente en el 1943 en plena Segunda Guerra Mundial.
Hoy la Unión Europea enfrenta varias crisis que la ponen a la prueba. La crisis económica insuperada desde el 2008, la crisis política del auge de los gobiernos antidemocráticos, la crisis de su seguridad por la guerra desatada en su vecindario.
Los países fundadores de la UE: Francia, Alemania, Italia, Bélgica. Nederland y Luxemburgo; no han vivido más guerras desde el 1945. Sin embargo, la organización no ha logrado prevenir ni evitar graves conflictos entre sus vecinos: ni la guerra balcánica exyugoslava ni la actual rusucraniana.
Hoy la UE debe tomar una decisión trascendental: seguir siendo un poder blando normativo y cooperativo o dotarse de un ejército propio complementario a la Otán que ha sido su paraguas de seguridad. El escenario mundial actual precipita a Europa en el antiguo dilema de la seguridad deshojando la margarita del ¿me armo o no me armo? Todo esto porque se encuentra en el peor de los escenarios: entre Putin y Trump. Es un triste empareado. Pero, ¿Cómo llegó la UE a este estado? ¿Cómo se redujo a ser un gigante económico y un enano político? ¿Tal vez porque la interdependencia interna a los 27 se construyó con la dependencia externa respecto a los Estados Unidos y a la Otán? Tal vez, no hubo suficiente interdepenbdencia externa.
Sin duda alguna la respuesta se debe buscar en la carente Política exterior y de seguridad común paralizada por su mecanismo decisional unanimista. ¿Y la esperanza de dónde debe venir? Podría llegar de una mayor interdependencia de su Acción exterior europea. El mejor ejemplo sería una mayor y más sólida alianza con Latinoamérica y Caribe. Con la CELAC y sus actores subregionales integrados como la Can, Unasur, Mercosur, Sica, Aec, Caricom, etc…
La relación UE-CELAC reúne cada 2 años a 60 Estados que contienen mil millones de habitantes; una octava parte de la población mundial.
Los países CELAC, y en especial los suramericanos, tienen todo lo que la UE necesita para su triple propósito ambiental, digital y social.
La CELAC tiene el oxígeno y el agua dulce de la Amazonía, el litio y el coltán para la transición tecnológica y el bono demográfico que Europa ya consumió.
La UE, por su parte, tiene un residuo del Estado Social de Derecho, los valores democráticos y la industria para aportarle a Latinoamérica.
No se entiende por qué esta alianza birregional es aún tan tibia. El discurso retórico de la cultura y la historia compartida debe traducirse en recíproca interdependencia política, económica, social, comercial.
Si no se hace por amor, que se haga por temor ante las amenzas reales comunes. Nada une más que las amenazas comunes. Ahora o nunca.
Las nuestras, son también las dos regiones que con mayor atención esperan la elección del nuevo Papa sucesor del eurolatinoamericano Francesco. Este nueve de mayo 2025 podría sorprendernos, además, con el Habemus Papam. Cualquiera que sea, puede ser otro elemento de unión entre Europa y Latinoamérica. Sobre todo, entre Europa Latina y América Latina como las subregiones y poblaciones más católicas del mundo.

BOLETÍN LA UE EN COLOMBIA
En el año 2021 el Instituto de Estudios Europeos de Uninorte lanza un informativo bimensual con el fin de hacer seguimiento a las principales novedades y procesos de la cooperación europea en el país. El boletín se presenta como una propuesta desde la academia para brindar información acerca del desarrollo de las relaciones UE-Colombia en un contexto especialmente particular, marcado por nuevos asuntos en la agenda de cooperación como la atención a los migrantes venezolanos y la crisis sanitaria global producida por el Covid-19, pero también, caracterizado por la continuidad en el trabajo en asuntos prioritarios como la construcción de paz, el desarrollo rural y el medio ambiente. ¿Cuál es el rol de la UE en Colombia?, ¿Cuáles son sus áreas de trabajo y prioridades?, ¿a través de cuáles mecanismos la UE hace presencia en el país y la Región? El presente boletín espera contribuir a consolidar información que permita dar respuesta a este tipo de interrogantes.