'Queridas', un culto a la mujer en prosa y poesía

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Viridiana Molineras, autora de Queridas; Victoria García, directora de la Fundación Círculo Abierto y Mónica Vásquez, fotógrafa de Queridas.

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14 nov 2017

“Se murió cuando pensábamos que la muerte no era posible, en un lugar donde las mujeres seguíamos siendo objetos de los hombres, en una época donde solo las familias felices y las mujeres plenas estaban permitidas”.

Con esta frase que da inicio al libro Queridas, Un viaje por la memoria, Viridiana Molineras, su autora, muestra un vistazo del propósito de las 81 páginas que constituyen su segundo producto literario publicado, y que ofrece un culto a la mujer y a su cuerpo.

Para ella este libro no es más que un conjunto de textos breves que narran “cómo las mujeres se sienten con relación a su cuerpo, a su sexualidad, con relación al cuidado de sus hijos, a su identidad”. Puntos comunes de la vida.

El pasado miércoles 8 de noviembre Molinares, quien también es profesora del departamento de Derecho, hizo la presentación oficial del libro con una charla en donde compartió con la audiencia aspectos relacionados al significado y proceso creativo de la obra, publicada por Ediciones Uninorte.

“Me gusta escribir cuentos porque creo que en los textos cortos se pueden decir muchas cosas, se puede narrar toda una historia compleja en dos o tres páginas. Mi oficio como escritora siempre ha sido la escritura de textos cortos y Queridas no es ajena a esa propuesta”, explicó Molinares.

El libro cuenta la historia de S, una mujer que escribió una serie de cartas que nunca envió y que después de su muerte su madre entrega a un grupo de amigas cercanas. Sin sellos postales, fechas ni nombres, sus amigas se dan a la tarea de descifrar a quienes estaban dirigidas las misivas.

Si bien identificaron en las cartas situaciones que alguna de ellas vivió, ante otras quedaron desconcertadas sin poder saber a quiénes estaban dirigidas. Las amigas se dedican entonces a publicar las cartas, bajo la convicción de que S tenía intención de entregarlas antes de morir. 

“Queridas surge a partir de la sensación infantil que muchas mujeres teníamos al escribir en un diario. Estas cartas son como un diario escrito en diferentes momentos de la vida de una mujer, que va contando la relación que tiene con sus amigas, y cómo hace la lectura de las historias que ve en su cotidianidad. Cada una de las cartas narra la historia de una mujer desde su infancia hacia su vida adulta”, sostuvo la escritora.  

Entre cada carta el libro contiene poemas breves que, de acuerdo con Molinares, “en pocos versos dicen muchísimo”. Para ella el libro está compuesto en realidad por tres textos: las cartas, los poemas y el conjunto de ambos, y depende del lector elegir cual leer.

“Se trata de una poesía muy femenina, con una fuerte carga erótica y esa es también la idea de Queridas, que las mujeres nos atrevamos a hablar de nuestro erotismo, de nuestra sensualidad, que no haya temas vedados, a no negarnos la posibilidad del erotismo desde la vivencia ni desde nuestra narrativa. Esa es una de las apuestas más interesantes de Queridas, que es un culto al cuerpo de la mujer”, manifestó.

Mónica Vásquez, quien tomó las fotografías que aparecen en el libro, también participó de la jornada y compartió cómo fue la búsqueda de la imagen ideal para acompañar cada carta. Narró que si bien la idea inicial era que fueran fotografías de niñas en blanco y negro, a medida que iba leyendo las cartas fueron surgiendo otras ideas para complementar el texto. Fue así como se llegó al resultado final, que incluye fotos de Barbies, e incluso una fotografía de la autora con Vásquez y otras amigas cercanas.

 “La idea era que el lector cuando viera las fotos pudiera interpretarlas tanto fuera como dentro del texto, que tratara de buscar la relación entre los dos elementos”, sostuvo la fotógrafa, quien además es profesora del departamento de Derecho.

Si bien Molinares es consciente de la tendencia de interpretar la obra de un autor como autobiográfica, resalta que las 'queridas' del libro no son reales, sino producto de la ficción. “Uno como escritor siempre corre el riesgo de que se piense que lo que se escribe es autobiográfico. Si el lector quiere hacer un símil de las fotografías con las cartas, pues ese será su juego y su laberinto. Pero las historias de Queridas no corresponden a las mujeres de las fotografías. Las mujeres de Queridas somos en realidad todas las mujeres”, puntualizó.

Por Oriana Lewis

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