Arranca el VII CASAP y el análisis de la calidad del aire en las ciudades

Con más de doce expertos internacionales, Barranquilla y el Caribe viven por primera vez un congreso que busca resaltar la importancia de la calidad del aire en las ciudades del país.

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El profesor Prashant Kumar abrió el ciclo de charlas del 14 de agosto, en el coliseo..

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15 ago 2019

Cada año, cerca de 7 millones de personas mueren a causa de la contaminación del aire. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las fuentes contaminantes más comunes son la agricultura, el transporte, la industria, los desechos y la combustión doméstica de combustibles, es decir, que todos, desde las empresas privadas hasta el transeúnte, estamos llamados a encontrar soluciones a este problema global.

Prashant Kumar, director fundador del Centro Global para la Investigación del Aire Limpio (GCARE), de la Universidad de Surrey, en Reino Unido, abrió el 14 de agosto el ciclo de conferencias del  VII Congreso Nacional y Conferencia Internacional de Calidad del Aire y Salud Pública (CASAP), celebrado en el coliseo, haciendo una advertencia. ¿Hoy podemos tener aire limpio en las áreas urbanas?

“La respuesta corta es no, es muy difícil porque tenemos muchas actividades paralelas, como el transporte o prácticas agrícolas, pero principalmente uno no de los factores claros: el transporte. No podemos vivir sin esto”, puntualizó durante su presentación ‘Aire limpio y salud pública en ciudades’.

Urbes como Pekín ya han expuesto al mundo que las emisiones anuales, como las concentraciones promedio de material particulado (PM) 2.5, pueden reducirse 35 % en solo cuatro años a través de políticas estrictas sobre emisiones de industrias y vehículos, y el impulso de la movilidad eléctrica.

“A nivel regional, varios de los retos que tenemos es el aumento constante de la población. Las ciudades se expanden y tenemos más actividades industriales. Además, algo que surge en muchas, sin importar si son ciudades grandes o pequeñas, es que todas tienen que cumplir los estándares de partículas ultrafinas, contaminantes que pueden penetrar los pulmones, pasar por la piel y generar muchos más impactos adversos que las partículas más grandes”, argumentó el académico, cuya investigación se centra en la contaminación del aire urbano, las fuentes, la dispersión y la evaluación de la exposición, con más de 160 artículos en revistas científicas.

El CASAP, organizado por la División de Ingenierías y el Centro de Educación Continuada (CEC), con el apoyo de Colciencias, la Universidad de la Salle, la Universidad de los Andes y la Universidad Industrial de Santander, es el referente de ciencia y tecnología más importante para los profesionales de la contaminación y salud. Del 13 al 16 de agosto expertos nacionales e internacionales comparten datos y soluciones relacionadas con la calidad del aire, la sostenibilidad y conservación de recursos, las tecnologías emergentes, la salud y la gestión urbana.

Nestor Rojas, miembro del comité promotor del CASAP, destacó la trayectoria de esta iniciativa académica, que empezó en 2005 con la reunión en Bogotá de colegas de la Universidad de los Andes y de la Salle, quienes vieron la necesidad de generar un espacio de análisis y debate sobre la problemática de la calidad del aire y compartir resultados de investigaciones relacionadas al tema.


Se recibieron 160 trabajos académicos que son presentados en posters y ponencias. 

 

El 13 de agosto, en el Gran Malecón del Río, la Universidad del Norte y la Alcaldía Distrital, a través de Barranquilla Verde, organizaron una charla de bienvenida, con la presencia del vicerrector académico Joachim Hahn, el profesor de Salud Pública, Julián Fernández; la directora de Barranquilla Verde, Sara Rodríguez; el integrante del comité promotor del CASAP, Juan Felipe Franco y la coordinara académica del evento, la profesora Dayana Agudelo.

“En las ciudades colombianas la problemática de la calidad del aire se puede vivir en dos frentes. Uno técnico, relacionado con la generación de emisiones, que en muchas ciudades tienen unas fuentes móviles asociadas a vehículos de carga, buses y motocicletas, pero por otro lado algo que es significativo es la capacidad que tiene las ciudades para afrontar el problema. Entonces el problema está en la capacidad de cambiar ese enfoque exclusivo al monitoreo y empezar a tener uno desde el control de las emisiones”, explicó Franco.

Rodríguez compartió parte de la realidad de ciudad frente a este tema y recordó que desde 2017 se está mide la calidad del aire de Barranquilla, a través de tres unidades de monitoreo.

“Nos mantenemos muy por debajo de la norma o límites máximos permisibles a nivel normativo, en parte, gracias a los vientos”, puntualizó.

 

Por José Luis Rodríguez R.

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