Arsolis Cermeño asume su nuevo rol como representante de los estudiantes al Consejo Académico

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Arsolis Cermeño, estudiante de sexto semestre de Medicina.

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26 sep 2019

Otra faceta que mostrar, otro rol que interpretar. Arsolis Cermeño subió a otro escenario, pero no precisamente a uno de teatro. Desde el pasado 13 de septiembre es la representante de los estudiantes al Consejo Académico de la Universidad del Norte. Un papel que quizás no se aleja mucho de su personalidad, y que encaja con el de una joven de 19 años, de aspiraciones profesionales, estatura promedio, pelirroja y lentes negros.

Esta amante de las artes escénicas, “guerrera como muchos personajes de las tablas que no conoce imposibles”, es becaria desde 2016 del programa Ser Pilo Paga. Ante las dificultades económicas, muchos de su familia no esperaban verla cursar el pregrado en la Universidad del Norte. Sin embargo, gracias a su excelencia académica hoy es estudiante de sexto semestre del programa de Medicina. Un “papel” que siempre anheló.

Como muchos actores que buscan interpretar grandes personajes, ella decidió exigirse cada vez más. Aunque sus compañeros consideran que se metió en una “vaca loca”, la realidad es que Arsolis es consciente que atrapó un rol importante dentro del Conejo Académico. Uno donde procura generar los lineamientos necesarios para lograr el más fiel cumplimiento de los objetivos institucionales frente a docencia, investigación y extensión.

“Luego de varios meses, la estudiante que era la representante graduó y no pudo continuar en el cargo. Estaban buscando un remplazo que cumpliera con los dos años requeridos, para evitar la misma situación. Dentro del resto de los candidatos más votados, decidieron que yo era la más apta para asumir el rol”, explica la joven barranquillera.

Agrega que nunca trata de figurar. Que es uno de esos personajes que trabaja desde las sombras y le da armonía a la obra con sus acciones, aunque la buscan para que sea "la vocera del grupo". Desde el bachillerato, en la Institución Educativa Politécnico de Soledad, fue vista como la lideresa que hoy sigue siendo. Sus compañeros de estudio resaltan su sinceridad, espontaneidad y honestidad. Es un persona que sabe escuchar y tomar la opinión de los demás.

Mientras tanto Arsolis sigue estudiando para galena y preparándose paso a paso. Saca el tiempo necesario entre su carrera y sus responsabilidades para estudiar bien el “libreto” y hacer un excelente papel. Hoy, entre sus aspiraciones profesionales, confiesa que también se visiona en el Consejo Directivo de la universidad, como docente, y ser quizás algún día directora de programa.

Hoy Arsolis se mantiene como una luz académica para sus compañeros. La voz de muchos y la cara de otros. Como una mujer que vive el “escenario de la vida” y demuestra sus diferentes facetas.

 

Por: Edgar Arroyo Gómez

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