Big data y productividad rural, temas centrales durante la Semana de la Economía

Juan Pablo Bonilla, gerente del sector del cambio climático y desarrollo sostenible del BID, y Carlos Gustavo Ospino, profesor y consultor internacional, fueron dos de los invitados a la semana de conferencias organizada por el departamento de Economía de Uninorte.

Bigdatayelfuturodelempleo2020.jpg

Por:

04 nov 2020

La forma tradicional en la que las personas, en especial los economistas, se enteraban antes de una vacante laboral en Colombia era viendo los datos de empleo del Dane, con los cuales podían mapear cuántos ciudadanos ocupaban ciertas profesiones. Hoy, sin embargo, las vacantes en línea son una nueva fuente de información que empiezan a ser utilizadas de forma cada vez más importante alrededor del mundo.

Es por eso que, en el marco de la Semana de la Economía de Uninorte, el profesor Carlos Gustavo Ospino, consultor internacional, magíster y doctor en economía, dictó el 28 de octubre una conferencia acerca del potencial de las nuevas tecnologías y el uso de los datos masivos para informar la política pública, enfocando su aplicación para la estimación de la demanda de ocupaciones y habilidades y su potencial como complemento a la generación de información estadística en tiempo real.

“Tenemos una ventana a un nuevo mundo y hay que tener cuidado porque las fuentes de información son sensibles. Usamos información de las personas cuando usan sus celulares, es importante preservar la privacidad de las personas, pues estas entregan sus datos de manera voluntaria en estas redes, y el compromiso de sus custodios es por que sea segura”, advirtió Ospino durante la sesión de Zoom.

Puso como ejemplo a Reino Unido, en donde usan algoritmos de inteligencia artificial para desarrollar una taxonomía propia de habilidades y, con base en los requerimientos de las vacantes, identifican cómo se relacionan las habilidades entre sí y las organizan en una estructura jerárquica para saber qué conocimientos son más demandados.

En América Latina también se usa este tipo de información. Durante la pandemia se creó un observatorio de mercado laboral en la División de Mercado Laboral del BID, que le hace seguimiento a 17 países de la región, analizando cómo estaba la demanda de empleo con base en anuncios de vacantes.

“Las tendencias es que los desarrolladores de software crecen, pero también hay otras ocupaciones ajenas al tema tecnológico, con roles centrados en las personas, como reclutadores, especialistas en mercadeo y en temas de recursos humanos. También notamos que las habilidades digitales avanzadas estaban en alta demanda, pero las más básicas no”, señaló el conferencista.

Pero ¿cuál es el potencial uso de esta información en el campo de estudio laboral? Ospino enfatizó que el desarrollo de herramientas que les ayuden a las personas a tomar decisiones sobre cómo navegar el mercado laboral, cómo transitar de ocupaciones en declive a emergentes, al igual que las habilidades. Además, abre preguntas acerca de cómo es la arquitectura institucional de la gestión de estos datos, quién es el dueño de la información, quién tiene acceso, qué tan rápido están disponibles y para quién.

“Los economistas hemos venido manejando datos desde nuestra formación, pero ahora hay otro grupo de datos que se nos abre y debemos ser capaces de manejar. Hay una ventana de oportunidades para identificar su potencial para la investigación, el diseño de políticas públicas y aprender a informarse y tomar mejores decisiones”, concluyó el consultor.
 

La productividad rural desde la visión del BID

América Latina es una de las regiones más urbanizadas del mundo, cerca del 85 % de la población está en las ciudades. Las bien conocidas condiciones de desigualdad económica y social que viven sus habitantes se exacerban al compararse los espacios rurales y los urbanos. 

Juan Pablo Bonilla, gerente del sector del cambio climático y desarrollo sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), también brindó una charla sobre cambio climático y actividades productivas rurales en el marco de la Semana de la Economía. 

De acuerdo con Bonilla, el problema institucional en América Latina está ligado directamente a la falta de visión territorial, planificarlo y hacer inversiones de manera integral. “No se puede hablar de disminuir emisiones o deforestación, si uno no tiene una mirada integral de desarrollo rural; la gente no quema leña porque le gusta, sino porque no tiene otra opción”, señaló. 

Al hablar de integral, el conferencista hacía referencia a aspectos como vías terciarias, electrificación, educación, salud y digitalización. Esta última puede ser una de las revoluciones que permita mitigar los impactos del cambio climático que afectarán directamente la productividad rural con sequías más largas y precipitaciones más extremas. 


Juan Pablo Bonilla, gerente del sector del cambio climático y desarrollo sostenible del BID.

El experto afirmó que la pandemia y las redes que se han creado para mitigar sus efectos pueden ser, en el futuro, las redes para responder a desastres naturales. Algunos de los proyectos en los que ha trabajado Bonilla, previo a la contingencia de la covid-19, pueden traer soluciones que al tiempo son una medida para mitigar los efectos del cambio climático, equidad social y de cambios de comportamiento. 

El BID está trabajando el proyecto de Agricultura de Bajo Carbono en comunas de ocho estados de Brasil. Se han creado pequeñas unidades productivas de cacao y con el tiempo silvopastoriles. Igualmente, estos pequeños agricultores han logrado la inclusión al sistema financiero a través del Banco Nacional de Brasil, al tiempo que recibirán recursos del Reino Unido, patrocinador del programa. 

En el marco del Acuerdo de Paz, el BID también ha trabajado un proyecto similar con Colombia Sostenible, para los 170 municipios con mayor índice de pobreza del país. Recibieron cerca de 800 propuestas de proyectos agroproductivos de las cuales se encuentran trabajando en un proceso de acompañamiento con 200. El objetivo es desarrollarlas hasta el punto que sean atractivas en términos de inversión tanto para el sector público o privado. 

De acuerdo con Bonilla, Colombia está avanzando en los compromisos del Acuerdo de París en temas como energías renovables y de adaptación frente al cambio climático, que quedó consignado en el Plan Nacional de Desarrollo, de los primeros de la región que incluye en su agenda los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Sin embargo, todo es un proceso y los cambios no ocurrirán de la noche a la mañana. “Está avanzando bien la agenda, con todas sus complejidades”, cerró. 

Por José Luis Rodríguez R. y Leonardo Carvajalino

Más noticias