Crónica urbana de estudiante de Comunicación obtiene segundo puesto en concurso nacional

Douglas Badel quiere ser periodista, pero su primera opción no fue estudiar periodismo. El joven de 21 años entró a la universidad a estudiar Derecho, pero cuatro semestres después decidió cambiar de carrera. Ahora, tras otros cuatro semestres de Comunicación Social y Periodismo en Uninorte, ganó el primero de los muchos premios que desea obtener “contando historias”. Badel obtuvo el segundo lugar en el X Concurso Universitario de Crónica 2018, en el que participaron estudiantes de pregrado y posgrado de 19 universidades del país.

El texto que le hizo merecedor del galardón nació en la clase de Periodismo IV, dictada por el profesor Juan Pablo Ferro, quien le incentivó a participar en el certamen. “Es el resultado de un proceso de trabajo con el profesor, donde aprendí mucho y aún sigo haciéndolo. Evidentemente me siento feliz porque, a fin de cuentas, el trabajo hecho fue reconocido”, destacó el joven.

La crónica, titulada "Llegó la hora de un café con pan de mantequilla", cuenta la historia de vida de Fernando Ramírez, un vendedor de tintos de 56 años que trabaja en el barrio Villa Campestre, en el norte de la ciudad. En el texto Badel retrata las vicisitudes que pasó el comerciante viajando por distintas ciudades de Colombia, como Pereira, Medellín, Cartagena y Barranquilla.

Ramírez, nacido en Chinchiná, Caldas, estuvo en la indigencia, el alcoholismo, las drogas y los negocios ilegales antes de llegar a la ciudad, pero aquí, con ayuda de Alcohólicos Anónimos y otro grupo de personas, logró rehabilitarse y establecer una vida tranquila y apegada a la legalidad. El hombre de 53 años trabaja hace más de 10 en el sector de Villa Campestre, donde es muy reconocido, le encanta hablar de fútbol y tiene un hijo en Pereira que visita cada diciembre.

Para Badel esta es una manera de cumplir su sueño: “hacer periodismo, ser un contador de historias”. “Nunca pensé que me gustara grabar un vídeo, hacer un programa de radio o un análisis a la comunicación de la corporaciones, porque quería escribir; pero en Uninorte la experiencia del comunicador social, para mí, ha sido integral”, destaca.

En la actualidad el joven trabaja en varios proyectos con el estudiante de Derecho Ivy Bonilla, investigando sobre temas de ciudad. “Siempre hay historias que contar. Investigamos qué está pasando, cosas que nos dan curiosidad y pues preguntamos luego cuándo tenemos algo que contar, que creemos que más personas deben saber y lo exponemos en un producto comunicacional”, aseguró.

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Por Edwin Caicedo Ucros