Escuela Legal de Género: fortaleciendo las capacidades de las mujeres en protección y prevención de VBG

La iniciativa desarrollada por el Consultorio Jurídico forma y fortalece los conocimientos de 20 lideresas de Barranquilla y Soledad frente a la prevención y resolución de casos de Violencia Basada en Género (VBG). A partir del 25 de noviembre realizarán una campaña comunitaria en la que aplicarán todos los conceptos y metodologías asimiladas.

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Una de las sesiones formativas de la Escuela Legal de Género.

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22 oct 2021

Dentro de las actividades desarrolladas este año por el Consultorio Jurídico de la Universidad del Norte, en el marco del macroproyecto “Estrategia para el fortalecimiento de los servicios de asistencia jurídica dirigida a la población migrante venezolana, colombianos retornados, refugiados y población de acogida en los municipios de Barranquilla y Soledad”, se encuentra la Escuela Legal de Género (ELG), iniciativa que forma y fortalece desde julio los conocimientos de 20 lideresas de Barranquilla (10) y Soledad (10) frente a la prevención y resolución de casos de Violencia Basada en Género (VBG) en sus comunidades.

Se trata de una estrategia para el mejoramiento de los liderazgos de venezolanas y colombianas que tienen incidencia en la atención de la población migrante y refugiada. En las sesiones formativas (presenciales y virtuales) se ha propiciado el diálogo y el aprendizaje a través de la reflexión sobre las necesidades que predominan en estos territorios, y las experiencias obtenidas para la atención de casos de Violencia Basada en Género y la implementación de las rutas de acceso a la justicia. 

De esta forma, la Escuela les ha brindado diferentes conocimientos e insumos que les permiten hoy articularse con el Consultorio Jurídico en procesos de denuncia y acompañamiento de VBG, implementar estrategias complementarias para el autocuidado y la prevención de casos de violencia, replicar los aprendizajes sobre las rutas y mecanismos de protección frente a estos y apoyar la realización de una investigación sociojurídica sobre barreras en el acceso a la justicia, con el fin de gestionar futuros procesos de incidencia frente a las autoridades colombianas.


Clase presencial de la Escuela Legal de Género en las instalaciones del Consultorio Jurídico.

“La ELG es un espacio de formación donde se lleva lo jurídico a espacios comunitarios para contribuir a una mejor prevención y respuesta ante estos casos de violencia, articulando la necesidad de las personas que enfrentan esta situación, principalmente mujeres, con los servicios de consultoría jurídica. Permite entender las razones del porqué debe ser una agenda predominante dentro del movimiento de la mujer, el porqué se hace indispensable tomar acciones de prevención más desde lo comunitario”, enfatiza Dagoberto Lavalle, abogado especialista en Derecho Público, quien lidera el componente formativo de la Escuela Legal de Género.

El macroproyecto iniciado en mayo por el Consultorio Jurídico es desarrollado en el marco del programa Conectando Caminos por los Derechos, financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) e implementado por el consorcio integrado por Pact, la American Bar Association Rule of Law Initiative (ABA ROLI), Freedom House e Internews. Tiene por objetivo facilitar el acceso a recursos legales de la población migrante venezolana, refugiados, colombianos retornados y población de acogida (especialmente mujeres, NNAJ, hombres, persona mayor, personas con discapacidad) en Barranquilla y Soledad, con criterios de gratuidad, calidad, dignidad e interseccionalidad, a través del Consultorio Jurídico.

Milvia María Mercado, de 56 años, modista y madre cabeza de hogar, es lideresa del barrio La Manga, suroccidente de Barranquilla, y una de las participantes de la Escuela Legal de Género. Para ella, la experiencia formativa con el Consultorio le ha permitido, entre otros aspectos, mejorar su escucha, entendimiento y acción a la hora de atender un caso de VBG.

“Soy una mujer que me gusta aprender para desaprender, por eso para mí todas las clases de la Escuela son muy enriquecedoras. Me gusta llevar siempre una voz de aliento a cualquier persona que no tenga acceso a ciertas respuestas que necesitan, y en este caso ahora puedo conducir a las víctimas de violencia económica, sexual o mental a las respectivas rutas de atención”, argumenta Milvia.


Milvia Mercado, barranquillera participante de la ELG.

Cada una de las mujeres que hacen parte de la Escuela tienen un compromiso con la prevención de la VBG. Bajo ese compromiso, la Escuela les brinda las herramientas conceptuales que luego les permiten propiciar un espacio de trabajo colaborativo, donde adquieren mayor protagonismo para poder definir la manera cómo se debe trabajar en los territorios y contextos de VBG. Para aquellas que ya tenían organizaciones de base consolidadas, la ELG ha sido un insumo importante para poder concretar estas organizaciones y abrir líneas adicionales dentro de sus objetos sociales.

Para Giomary Carolina Perozo Zuleta, migrante venezolana de 32 años, quien llegó a Barranquilla hace cerca de 4 años y emprendió en el sector gastronómico, la ELG ha sido una oportunidad para compartir vivencias fuertes entre sus compañeras, lo cual les ha permitido “drenar” todo aquellas ideas y recuerdos que les frustra.

“Me gusta el hecho de hacer sentir a otra mujer ese vínculo o confianza para que se puedan abrir. De esa forma es más fácil comunicarles la ruta de atención idónea, sobre todo a venezolanas que no están familiarizadas con el sistema jurídico o las entidades que velan por sus derechos aquí”, manifiesta Giomary.

Este semestre la Escuela Legal de Género finaliza las jornadas formativas para dar paso en el próximo a unas de réplica y seguimiento, en las que las lideresas compartirán la información aprendida entre sus comunidades. A partir del próximo 25 de noviembre, fecha en la que se conmemora a nivel internacional la eliminación de las violencias contra la mujer, la Escuela desarrollará una campaña comunitaria con las participantes, orientada a temas de sensibilización para la prevención de las violencias de género, así como realizar un acto simbólico para promover el amor propio de las mujeres y el autocuidado.

“Ellas han adquirido conocimientos especializados y desarrollado ideas para generar una acción comunitaria que genere impacto en sus comunidades, con diferentes temáticas. Para orientar a mujeres de sus comunidades frente a situaciones de riesgo. Es evidente que estos espacios son realmente significativos para las mujeres por varias razones. Una de ellas es el proceso de integración entre mujeres colombianas y provenientes de Venezuela”, concluye Gianina Torres Pérez, comunicadora social del Consultorio, que lidera la campaña comunitaria.

 

Por José Luis Rodríguez R.

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