Formación docente, en el centro del debate entre academia y gobierno

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Camilo Mateus, gerente del programa Becas para la Excelencia Docente del MEN

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31 ago 2017

El martes 29 de agosto fue realizado en el auditorio de la Universidad del Norte el primer foro ‘Políticas Públicas en Formación Docente’, organizado por el Observatorio de Educación de la institución, en el que se buscó entablar un diálogo entre la academia y el gobierno.

Con la aspiración de convertirse en un espacio bianual de discusión sobre temas puntuales de interés para todo el sistema educativo, el evento contó con la participación de representantes del Ministerio de Educación Nacional (MEN), investigadores y directivos universitarios, así como con la asistencia de docentes y directivos de todos los niveles escolares y profesores de facultades de educación.

Uno de los panelistas en este primer foro fue Camilo Mateus, gerente del programa Becas para la Excelencia Docente del MEN, quien realizó un análisis de la formación posgradual de docentes en Colombia, a partir del programa de Becas para la Excelencia Docente, que el Gobierno Nacional estableció en 2014.

La intención de este ha sido beneficiar a establecimientos educativos del país, a través de los procesos de formación posgradual de grupos de docentes de las instituciones en distintas áreas, con becas condonables 100% que permitieran fortalecer a los establecimientos educativos y calificar el desempeño de los docentes. Mateus explicó que al brindar becas a grupos y no a profesores individuales se puede garantizar un incrementado impacto y una mayor trazabilidad.

El gerente sostiene que en 2014 solo el 28% de los docentes contaba con formación posgradual en el país y se trazó una meta de aumentar este porcentaje a 38, a través de becas de maestría, teniendo en cuenta que solo el 9% de los docentes en entornos urbanos tienen formación a nivel de maestría y doctorado, mientras que solo el 4% cumple esta característica a nivel rural.

De acuerdo con Mateus, se trata de un programa innovador porque abarca los 32 departamentos del país con el apoyo de 25 universidades acreditadas de alta calidad (12 públicas y 13 privadas, entre ellas Uninorte), que han apostado por llegar a sectores donde no se había podido antes como La Guajira, Chocó, Guaviare, Guainía y Amazonas.

“La idea fue buscar un programa que se configurara con la demanda y no con la oferta. La intención fue revisar más allá y buscar alternativas que permitieran una adjudicación equitativa, de lo contrario las becas irían a los mismos seis departamentos de siempre”, sostuvo el funcionario.

Uno de los aspectos que se destacan de este programa es el requerimiento de que las universidades debían acompañar a los docentes en formación en visitas a los colegios, para estimular su práctica pedagógica. “No queríamos que los procesos de maestría se quedaran en los campos, sino que colegios se enriquecieran, y planteamos que los proyectos de grado estuvieran relacionados con las problemáticas institucionales de su colegio”, dijo Mateus.

Así mismo, el gerente afirmó que en el proyecto se recalcó la importancia de que este proceso tuviera un marco de profundización. “Nos dábamos cuenta de que uno de los grandes problemas es que en algunos casos los docentes no contaban con competencia en lectura, escritura o aritmética básica, e hicimos tutorías para el desarrollo de competencias para el desarrollo de su maestría”, indicó.

El proyecto ha beneficiado a 7110 becarios a nivel nacional, 1154 de ellos en la región Caribe, con una inversión total de 180.000 millones de pesos, un total de 2300 establecimientos educativos beneficiados y una tasa de deserción de solo el 0.9%. “No hemos llegado al 38%, pero estamos muy cerca”, manifestó.

Durante el evento se llevó a cabo un panel en el que participaron, además de Mateus, el rector de la Universidad del Atlántico, Carlos Prasca; el decano del Instituto de Estudios en Educación de Uninorte, José Aparicio Serrano; el docente de Economía de la Universidad de los Andes, Fabio Sánchez y el coordinador de investigaciones del Observatorio de Educación de Uninorte, Jorge Valencia.

En este se estableció un espacio de reflexión, inspirado en el espíritu de construcción colectiva de las políticas públicas, en el que se reflexionaron temas como los énfasis de los procesos de educación docente en la región, la pertinencia de los estímulos y la calidad de la formación de pregrado de los docentes.

De acuerdo con José Aparicio, uno de los aspectos importantes que propuso el Ministerio de Educación en el proceso de becas fue pasar del enfoque de investigación a la práctica, con una formación más centrada en las áreas disciplinares. Sin embargo, si bien esto es un avance significativo para el decano, él considera que “nos falta avanzar en otras dimensiones del desarrollo del docente, como es el ‘saber ser’. Tenemos que ser innovadores para incluir eso en los currículos”.

De igual forma mostró su preocupación ante la posibilidad de que la consecución de nuevos fondos para el programa de Becas para la Excelencia Docente, implique que el enfoque de las maestrías pase a ser nuevamente investigativo. Mateus afirmó que para el programa es fundamental mantener unos rigurosos criterios técnicos y pedagógicos que requieren de un presupuesto que en muchas ocasiones no es suficiente.

“Tenemos unos indicadores altos pero no tenemos presupuesto. En el momento que buscamos presupuesto debemos buscar alternativas y las que se han presentado han sido a través de inversiones para ciencia, tecnología e innovación con Colciencias”, explicó y añadió que “si esto fuera una política pública, podríamos mantener la garantía presupuestal, pero tenemos que adaptarnos a la forma de percibir los fondos y utilizarlos para mantener transparencia en procesos de adjudicación”.

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