IESE continúa fortaleciéndose para formar educadores de excelencia

La interdisciplinaridad es el sustento de una labor tan crucial para el desarrollo de la sociedad, como es la educación. Esto lo tiene claro José Aparicio Serrano, decano del Instituto de Estudios en Educación (IESE) de Uninorte, quien desde que asumió el cargo hace año y medio se ha empeñado porque el trabajo que se realiza al interior de esta división académica se haga concibiendo a la educación como un campo aliado de intervención que se nutre de diversas ciencias.

“Educar a una persona es una actividad que requiere la comprensión de muchos de los elementos que están involucrados, y para ello uno puede nutrirse de la psicología, que nos da ideas claras de cómo comprenden los sujetos y de la pedagogía, sobre como enseñamos y cómo creamos las condiciones adecuadas para hacerlo”, argumentó el decano. Pero también, añadió, "podemos aprender de la comunicación y de cómo establecer las mejores relaciones para una interacción, o incluso la ingeniería de sistemas para las mediaciones tecnológicas que promueven la educación. También desde el ámbito de la medicina podemos comprender las bases del cerebro y como desde este se generan claves fundamentales sobre el aprendizaje”.

Todo esto, al igual que el lenguaje y el pensamiento crítico son para Aparicio dimensiones importantes del ser humano, que hacen de la educación un campo muy amplio, en el que la enseñanza no debe hacerse desde modelos generales, sino a través de didácticas específicas, que requieren del apoyo de las diversas disciplinas. Por ello, desde su arribo a la dirección del IESE, la división a continuado su proceso de crecimiento, integrando especialistas en las diversas áreas académicas y fortaleciendo a los previamente presentes.

Fruto del trabajo que el IESE ha llevado a cabo, la universidad continúa realizando un significativo aporte a la administración pública de Barranquilla. Particularmente con la Secretaría de Educación, el instituto ha apoyado en la creación del plan decenal de educación del distrito.

“Lo que buscamos es tener una visión a largo plazo desde lo publico, en términos de educación, porque normalmente los planes están amarrados como un componente de un plan de desarrollo y no a los periodos de gobierno. En cuatro años en la educación no se alcanzan a hacer cambios sustanciales y la administración sucesora puede venir con otras ideas y volver a comenzar. Un plan decenal es un rango suficiente de proyección política que permite tener una visión de mediano plazo sobre qué rumbo queremos que tenga la educación pública en nuestra ciudad”, explicó Aparicio Serrano.

De igual forma, el instituto ha comenzado a trabajar en un plan similar con el municipio de Soledad y ha continuado trabajando de la mano del Ministerio de Educación en el área de primera infancia y a través del programa Ser Pilo Paga, que ha promovido la formación de docentes en el área de maestría. “Por fortuna el gobierno ha tenido un momento de consciencia en la importancia de invertir en educación y desde las gobernaciones también a través de los programas de regalías se están destinando recursos y eso nos ha permitido trabajar en diversos niveles”, afirmó.

Indicadores de éxito

La Licenciatura en Pedagogía Infantil, una de las tres licenciaturas en educación que ofrece la universidad, y cuya historia se remonta hace 41 años, recibió en 2014 la acreditación de alta calidad por 10 años, el máximo tiempo que el Consejo Nacional de Acreditación otorga.

“Para nosotros fue muy grato ver que los pares evaluadores tuvieran esa impresión de excelencia”, manifestó Aparicio”. De hecho, ningún otro programa de Uninorte ha tenido una acreditación por ese tiempo.

Recientemente, el IESE tuvo otro motivo para celebrar, pues a partir de los resultados de sus estudiantes de último semestre en las más recientes pruebas Saber Pro, este programa académico obtuvo el tercer puntaje más alto entre todas las licenciaturas del país.

“Es una enorme satisfacción que nos compromete a seguir trabajando por el mejoramiento de la calidad. Muchas de las licenciaturas del país se han cerrado por la falta de cumplimiento de condiciones mínimas y creo que de alguna manera los programas de excelencia tenemos que ser los referentes para formar educadores de calidad”, advirtió el decano.

Para Aparicio 2018 traerá un nuevo reto: que en función del cambio de gobierno el próximo año cambien las políticas y con ello los recursos en términos de becas. “En el área de educación, las becas son fundamentales y el repunte que ha tenido el área de educación ha obedecido a los programas como Ser Pilo Paga, las regalías y las becas que da la propia universidad. La idea es tratar de convencer a los actores públicos de que seguir apostándole a la educación es la mejor inversión que se puede hacer”.