Javier Suárez González recibe distinción “Magna Cum Laude” por su tesis de doctorado

El profesor de la división de Humanidades y Ciencias Sociales recibió la distinción en su doctorado en Filosofía de la Universidad de Antioquia, por una investigación sobre la relación entre filosofía, ética y educación.

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El profesor Javier Suárez González junto a Carmen Ricardo durante una conferencia. (Foto de archivo)

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23 sep 2020

El activo más importante de Uninorte es su equipo humano: directivos, administrativos, profesores y estudiantes que trabajan día a día para dejar una marca de excelencia en el mundo. Por eso, cuando algún miembro de esta comunidad es distinguido, como es el caso del profesor Javier R. Suárez González, de la división de Humanidades y Ciencias Sociales, quien recibió la distinción “Magna Cum Laude” en su doctorado en Filosofía, es un reconocimiento también para la universidad y la calidad de los proyectos que en ella se emprenden.

Suárez terminó recientemente sus estudios de doctorado en el Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia, con la presentación y defensa de la investigación titulada Teoría crítica, horizonte ético y formación (Bildung) en Max Horkheimer. En esta realizó una investigación teórica que resultó ser la síntesis de una serie de indagaciones y preocupaciones que había tenido el profesor sobre la relación entre filosofía, ética y educación.

La tesis identifica el origen del concepto de teoría crítica a través del estudio de variables teóricas de la filosofía, de la sociología y el trabajo crítico social. Allí se descubre que la teoría crítica se traduce en un ‘juicio de existencia’, cuyo planteamiento práctico se expresa en un imperativo de carácter ético, a través del cual —explica el docente— “queremos que la teoría, apoyada en el ejercicio práctico de la razón, trate de transformar esas condiciones de la sociedad que indudablemente producen injusticia y dolor en nuestra historia”.

La materialización de este horizonte ético se hace, según el profesor, a través de una idea de educación que, entendida como un proyecto de formación (Bildung), establece vínculos entre la racionalidad, las emociones humanas, la historia, el reconocimiento de la diversidad y la valoración del pensamiento democrático. Eso, según esta investigación, contribuye a la reivindicación de la dignidad de los seres humanos, de su historia y de sus experiencias particulares.

El profesor agradece a sus primeros maestros —Santiago Castro-Gómez, Guillermo Hoyos y Ángela Calvo de Saavedra—, y de manera muy especial a sus directores de tesis Jairo Iván Escobar Moncada, quien lamentablemente falleció antes de ver terminada la investigación, y Andrés Eduardo Saldarriaga Madrigal, ambos profesores del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia. Estas cinco figuras del pensamiento filosófico colombiano le ofrecieron una nueva manera de pensar la racionalidad en el presente, con una mirada nueva de aproximación: mostrar que a través de proyectos educativos de largo aliento se puede pensar en escenarios que propicien la construcción de una sociedad más justa, democrática y solidaria.

En un mundo que se caracteriza por la inmediatez, una propuesta como la de Suárez resulta complicada. No obstante, la filosofía no responde con esa inmediatez que pretende este mundo, sino que toma distancia, observa la historia y los procesos humanos, para a partir de allí hacer una reflexión que indague por el sentido de lo que pensamos y hacemos en nuestra condición de humanidad.

Desde el punto de vista del docente, la filosofía ha mutado de ese lugar lejano del que se percibía y ha entrado en nuevos escenarios para comprender las dinámicas y los procesos humanos circunscritos en distintos debates de orden social, económico, cultural, político y ambiental. Esto le ha permitido entrar en diálogo con otro tipo de discursos provenientes de las ciencias exactas y humanas.

“La filosofía es precisamente esta apertura del ejercicio libre de la racionalidad. Eso es, si quiere, una especie de provocación para que seamos mejores personas, mejores individuos; es, desde otra arista, un campo de apertura discursiva para que nuestra vida en sociedad esté cada vez más cercana y definida por principios como la justicia, la solidaridad y la compasión”.

Para el profesor Suárez, “la filosofía es un pretexto para encontrarse y reconocer en el encuentro con los demás, un espacio abierto para la diversidad, pues, como afirma Habermas, el pensador alemán, en su Discurso filosófico de la modernidad, la racionalidad no se expresa con una única voz; lo hace desde la multiplicidad de sus voces”. Esta es sin duda un llamado para que los ciudadanos encontremos en la filosofía y en proyectos como los que desarrolló el profesor Suárez un motivo para pensar y actuar cada vez con mayor libertad en el espacio democrático de la expresión de las ideas.

Por Leonardo Carvajalino

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