Jornada de Especializaciones: soluciones desde la academia para el mundo real

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Nicolás Reyes, conferencista central de la jornada.

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27 mar 2017

Compórtate como un animal fue el título de la conferencia que el empresario Nicolás Reyes Restrepo ofreció a los asistentes de la III Jornada de Conferencias, organizada por la Dirección de Especializaciones de la Universidad del Norte el 25 de marzo.

Reyes Restrepo sirvió como invitado central de la jornada, en la que se ofreció un total de doce conferencias en temas afines a las distintas especializaciones que ofrece la universidad, como salud, gestión humana, TICs, mercadeo y comunicación, energía y medio ambiente, finanzas, industria, construcción y el aspecto público social.

Para Reyes, quien fuese director de marketing en Microsoft por 16 años y que actualmente dirige la franquicia en Colombia de la organización Dale Carnegie Training (la cual ofrece cursos en liderazgo, comunicación efectiva y relaciones interpersonales), el éxito laboral se esconde detrás de un concepto simple pero poderoso, basado en el desarrollo de las especies.

“Trato de hacer una analogía entre cuáles características tienen las especies que han sobrevivido a las hecatombes que ha vivido el mundo y lo comparo con lo que tenemos que hacer en nuestra vida profesional y personal”, explicó.

Para el conferencista no se trata de adaptar el salvajismo de los animales, sino de aprender aquellas lecciones que ofrecen estos en cuanto a liderazgo, autoconfianza, adaptación y pasión.

“En el ámbito profesional no solo el conocimiento hace la diferencia, sino también la forma en la cual la gente enfrenta el trabajo y la vida. Lo más importante es que la gente tenga la capacidad de llegar a esa milla extra”.

“Los productos son copiables, las estrategias son copiables, los procesos también; lo único que es imposible de copiar es la gente. Por consiguiente, lo que termina haciendo la diferencia en las compañías es el recurso humano”, puntualizó Reyes.

Esa diferencia, el empresario la condensa en cuatro pilares fundamentales: la creación de una visión memorable y transformadora; el desarrollo de habilidades para reinventarse constantemente en el éxito y no en el fracaso; la capacidad de descubrir “la magia en el otro” (“no hay un solo ser humano en la historia de la civilización que haya logrado algo memorable sin la ayuda de los demás”, dice); y la claridad absoluta en los propósitos.

“Para qué quieres llegar a ser jefe de una compañía, ser gobernante, ser empresario. Eso es lo más importante de todo: cuál es el porqué de ese ‘qué’”, indicó Reyes.

Doce conferencias

Según Miguel Pacheco, director de Especializaciones de Uninorte, el objeto de la jornada fue atraer profesionales a los más de 60 programas de especialización que ofrece la institución, pero también agregar valor a la labor que se realiza en la universidad.

“Con este tipo de conferencias al público general de la ciudad, queremos que se entienda que una universidad no solamente tiene estudiantes, sino que puede aportar al desarrollo de las personas, independiente de que se matriculen o no, con temas de conocimiento que hay en nuestros programas y nuestros conferencistas”, afirmó Pacheco.

Invitados de organizaciones como Postobón, Procaps, la Gobernación de Cundinamarca o el Hospital Pablo Tobón Uribe de Medellín, versaron en las doce conferencias, en torno a temas diversos como las soluciones empresariales que brindan los servicios de computación en la nube, la planificación de territorios y la humanización del servicio de salud.

El profesor Antonio Olmos, del departamento de Arquitectura de Uninorte, presentó durante la mañana del sábado la conferencia Arquitectura bioclimática y construcción sostenible, dirigida a aquellos interesados las cuatro especializaciones en el sector de Eficiencia Energética y Medio Ambiente.

El trabajo de Olmos se ha centrado en la identificación y evaluación de prácticas constructivas para el aprovechamiento del viento en las edificaciones del litoral caribe de Colombia, tema sobre el cual trató su maestría en Arquitectura, la cual obtuvo en la Universidad Politécnica de Catalunya.

“Construir es difícil en el litoral caribe ya que nuestras condiciones son bien complejas y particulares. Por ello no es menester extrapolar sistemas de otras latitudes a nuestro territorio”, comentó Olmos. “Tenemos un clima cálido húmedo con un predominio de vientos secos. Es una complejidad que desconcierta incluso a los expertos”.

Para Olmos la clave para hacer una construcción sostenible en esta zona del país recae en tres elementos de planificación. El primero de ellos la buena ventilación, que describe como la única estrategia para sacar la humedad, que en Barranquilla puede alcanzar un 90%. “Prácticamente respiramos agua”, apuntó. El segundo se refiere a la inercia térmica: la capacidad que tienen los materiales de retener el calor y restituirlo en el ambiente.

“En nuestro medio los edificios no deben tener inercia térmica. Elementos como el ladrillo macizo son impertinentes en Barranquilla, pero el 80% de las construcciones de la ciudad se hacen con este material. El ladrillo se carga de energía en el día y la libera lentamente en la noche, aportando en promedio 7 grados al espacio interior”, explicó Olmos.

El resultado de esto es un mayor uso de aires acondicionados que disparan el consumo eléctrico, haciendo de estas edificaciones todo lo contrario a una construcción ahorradora.

Un tercer aspecto tiene que ver con la configuración constructiva del edificio. Olmos destaca elementos que han de ser eliminados como las cubiertas planas, una tradición heredada del movimiento moderno.

“Esto se hipotetizó para los climas templados de Europa donde la incidencia solar es inclinada. Allí funciona considerablemente”, comentó Olmos. “Pero en nuestro territorio, los edificios reciben hasta un 50% de radiación solar; es decir que, si dejas caer un huevo en una cubierta plana, este se frita. El uso de una cubierta inclinada puede descomponer esta radiación”.

“La clave está en planificar una construcción adaptada al territorio. Que se prescriban los elementos de la región climática en razón de donde se implantan los edificios y que no se importen soluciones”, concluyó el académico.

Por Andrés Martínez Zalamea

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