“La democracia colombiana es modélica“, experto español

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El analista político español, Luis Arroyo, durante su presentación.

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13 mar 2018

Para el analista político español, Luis Arroyo, es innegable que existen claras similitudes entre el comportamiento político colombiano y el europeo, tanto de los candidatos como de los votantes en ambas sociedades. Esto, aunque parezca complejo, es debido a que la mayoría de modelos políticos europeos son parlamentarios.

Arroyo, quien compartió su experiencia este 12 de marzo en Cátedra Europa, trabajó por varios años en campañas políticas en el país y luego volvió a España. Considera que el comportamiento político es de una "racionalidad limitada" y que, dependiendo del contexto y la posición, un político con baja aceptación puede tener una gran imagen tanto en Colombia como en Europa. 

Para él “todo depende del contexto”, pero el votante promedio, que usualmente es cerca del 90% de la población, tendrá cuatro características importantes que definirán su voto: perezoso, prejuicioso, persistente en su opinión y se dejará llevar por las primeras impresiones.

Así, “no existe líder político que funcione por sí solo”, pues para Arroyo todos están dados a aprovechar las crisis como una manera de catapultar su imagen dentro de la agenda mediática nacional e internacional. Ejemplos claros: el del expresidente Bush, quien subió un 34% en favorabilidad en las encuestas tras los atentados del 9 de septiembre, o el del 24% de aumento en favorabilidad de Cristina Fernández tras la muerte de su esposo Néstor Kirchner.

En el caso colombo-europeo, el analista trajo a colación lo sucedido con los expresidentes José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, en España, donde la presión del primero frente al tratamiento que Zapatero dio a la situación con ETA provocó que perdiera su credibilidad y, consecuentemente, la presidencia. Hecho que le resulta muy equiparable a lo sucedido entre el expresidente Álvaro Uribe y el presidente Juan Manuel Santos.

“El presidente Uribe y Aznar siempre presentaron la cara más dura en la lucha contra el terrorismo, mientras que Zapatero y Santos representaron una imagen más dialogante, de buscar solución. En el caso de Uribe y de Santos hay una especial coincidencia que también es típica en la política mundial y es que el padre y el hijo al final terminan matándose”, dijo.

Sin embargo Arroyo señaló que la democracia colombiana, a pesar de sus tropiezos, es muy fuerte. Para él es innegable la existencia de corrupción y clientelismo en el modelo electoral colombiano, pero hechos como el sucedido en las pasadas elecciones legislativas, donde aún con la falta de tarjetones los colombianos decidieron sacar fotocopias para poder votar, ratifican la dureza e importancia de la democracia en el país.

“La democracia colombiana en muchos aspectos es modélica. Hay debates electorales como en ningún otro país del mundo. Es verdad, hay corrupción y es seria, pero este país, en lo que tiene que ver con su democracia, es muy serio y ayer lo vimos: con todos los problemas, con todo y la ausencia de papeletas, se votó”, afirmó.

Destacó además que el momento que empieza es el más importante y que es ahora cuando se podrá ver cómo, sin importar si es Colombia, Francia, España o Italia, las disputas entre partidos políticos siempre funcionan de la misma manera, "enfrentando a los que tradicionalmente se han enfrentado". "Sea en Europa o en Colombia, la política va a ser muy similar y consecuentemente la manera de verla, hacerla y comprenderla también", advirtió.

 Por Edwin Caicedo Ucros

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