Estudiantes comparten sus proyectos de impacto social en la Feria INN

La comunidad universitaria celebró una nueva edición de la Feria INN de Proyectos Sociales, organizada en el coliseo Los Fundadores por el Programa Univoluntarios, en donde cientos de estudiantes de pregrado de Uninorte y bachilleres expusieron proyectos sociales de intervención y emprendimiento, encaminados a impactar a poblaciones de entornos sociales vulnerables. 

La jornada, desarrollada el miércoles, 15 de noviembre, dio a conocer iniciativas sostenibles con el medio ambiente, pedagógicas y de transformación social, además de proyectos desarrollados por emprendedores de comunidades vulnerables que trabajan con organizaciones aliadas a Univoluntarios, y de colegios integrados al proyecto de Promotores de Salud Mental y Convivencia Social del área metropolitana. 

“Ellos con mucho orgullo muestran lo que hicieron y se sienten valorados por las instituciones y por el aporte que les dan a los entornos sociales, a las comunidades, a los niños y a los jóvenes. Cada vez más nos piden el apoyo de la universidad en diferentes procesos y eso es beneficioso para todos”, señaló María Amaris, directora de Univoluntarios. 

Todos los proyectos sociales son realizados durante el semestre académico por estudiantes de los programas de Diseño Industrial, Diseño Gráfico, Psicología, Administración de Empresas, Ingeniería Industrial y Derecho. La feria les permite mostrar el resultado de sus emprendimientos sociales, mediante logros, obras sociales y la transformación social obtenida en la comunidad beneficiada. También las unidades administrativas de la universidad, como la Dirección de Sostenibilidad Ambiental, Pisotón y la Biblioteca Karl C Parrish Jr. presentaron sus iniciativas enfocadas al bienestar de la comunidad. 

Muchas de las empresas o voluntariados participantes de la feria contaron historias diferentes. Por ejemplo, por cuarto año consecutivo estuvo presente el programa ‘Habitante de calle’, el cual permite darles hogares de paso a habitantes de la calle que con su creatividad y esfuerzo crean manualidades para comercializarlas.

“El programa Habitante de Calle del Hogar de Paso de la Alcaldía cuenta con personas capaces de realizar manualidades y emprendimientos que vienen desarrollando por creatividad propia, que aprenden debido a las circunstancias que han pasado por su vida o porque aprenden durante las clases que se dictan en el hogar de paso”, señaló Rosiris Tirado, profesora de manualidades del programa Habitante de calle. 

Por otra parte, los estudiantes voluntarios de los diferentes programas de pregrado compartieron sus proyectos e invitaron a muchos otros estudiantes a participar y crear proyectos de impacto social. 

“Al principio no sabíamos cómo nos iba a ir, pero a medida que íbamos avanzando nos dimos cuenta de que era bastante lindo ver la alegría de las personas que ayudábamos, veíamos a los niños que nos abrazaban y sonreían cuando tenían un juguete o una gorra, cuando daban las gracias era un grito para seguir haciéndolo. Es algo que marca a cualquiera y que no vamos a olvidar”, afirmó Juan David Polo, estudiante de IV semestre de Ingeniería Industrial y voluntario del emprendimiento de empaques, Lovox, con un fuerte componente de responsabilidad social.

A la feria también se unieron diferentes colegios, como la Institución Educativa Politécnico de Soledad, quienes crearon un proyecto llamado ‘Camino hacia la calma escolar’, que busca disminuir el estrés y la ansiedad que tienen las niñas de noveno grado debido a las jornadas escolares extensas. El equipo, conformado por 14 estudiantes y una orientadora, realizaron actividades como: Mi yo futuro, Encuentro conmigo misma, Bailaterapia y una actividad de relajación para concluir. 

"Nuestro colegio tiene jornada única, es una jornada muy extensa, no tenemos tiempo libre, contamos con muy poco receso y con esto buscamos tener de una a dos horas semanales para lograr nuestro objetivo de ayudar a disminuir el estrés y las cargas emocionales por las jornadas escolares", mencionó Adys Fernandez, estudiante de I.E.D Politécnico de Soledad y voluntaria del proyecto.