Las ciudades necesarias para el mundo sostenible

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Para Florian Lennert, economista y director asociado del London School of Economics and Political Science.

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14 mar 2016

Se estima que a lo largo de los próximos 35 años, el 70% de la población del mundo vivirá en cascos urbanos. Esto equivale a 3000 millones de personas. Para albergarlas será necesario construir 3000 ciudades del tamaño de Barranquilla, a un ritmo de 75 por año.

Actualmente, el 15% de la población mundial, en su mayoría habitante de grandes centros urbanos, produce alrededor del 80% del PIB del mundo, así como el 80% del CO2 del planeta. Así que las urbes juegan un rol de gran importancia para superar los retos que el mundo enfrenta en materia de economía, migración, energía, cambio climático y recursos ambientales.

Para Florian Lennert, economista y director asociado del London School of Economics and Political Science, con especial enfoque en temas de innovación ambiental, la solución a estos retos está en el trabajo mancomunado de la ciencia, la industria y el gobierno para desarrollar ciudades inteligentes.

"Es un reto gigante que debemos superar en conjunto y para ello debemos cambiar la forma como desarrollamos ciudades. Si continuamos desarrollándolas como hicimos en Europa y en los Estados Unidos en el siglo XX, con todo este gasto de energía y recursos, estaremos empujando las barreras planetarias a un nivel que será insostenible", expresó Lennert, quien fue el ponente en la conferencia inaugural de la XIX edición de la Cátedra Europa.

Lennert, nativo de Alemania y líder del foro de ciudades inteligentes en Berlín, afirma que a raíz del descubrimiento de la gasolina, el mundo occidental "está motorizado hasta tal punto que en Estados Unidos hay más autos que personas. Máquinas de dos toneladas, para transportar a una sola persona de 70 kilos", lo que considera la forma más ineficiente de movilidad, además de todos los problemas ambientales que conlleva.

Por este motivo, Lennart propone ciudades que integren medios de transporte públicos verdaderamente multimodales, que utilicen energías renovables (solar y eólica) y permitan organizar el transporte y aprovechar el espacio urbano de manera eficiente.

"La idea es que puedes llegar en el bus eléctrico o tren eléctrico y cuando te bajas tomar un mini automóvil eléctrico, o una bicicleta y seguir tu camino para integrar tus planes de viaje". Según Lennart, esto permitirá al usuario utilizar un determinado tipo de transporte cuando lo desee en lugar de tener un vehículo que está guardado en un estacionamiento la mitad del tiempo.

El economista considera que los centros urbanos deben ser el "teatro de la intervención" y un "laboratorio viviente" en el que se debe utilizar la infraestructura existente y modernizarla para hacerla más sostenible. Él considera que existen tres elementos claves que componen las ciudades inteligentes: movilidad sostenible, infraestructura inteligente y uso de energías renovables, que deben ser combinadas con nuevas formas de colaboración social y económica.

"En Berlín tomamos esta planta de estación de energía de combustibles fósiles que permaneció abandonada por varios años y le colocamos paneles solares y microturbinas de viento. Convertimos ese viejo lugar en un nodo de carga para vehículos eléctricos y lo trajimos hacia el futuro", explicó Lennart.

El economista también se refirió a la intervención de un viejo puente de Londres, al que se le instaló un techo de paneles solares que además de producir energía, lo hace ver mejor. "De esto realmente se tratan las ciudades inteligentes. Tomar lo que ya tienes disponible para construir algo nuevo".

"Ya empezamos a entender que podemos integrar estas energías renovables en nuestras calles. En Francia hay calles que producen poder mientras la gente transita encima de ellas con bicicletas. Además, hemos desarrollado en Alemania flotas de pequeños carros eléctricos que podemos conectar a paneles solares similares y tener vehículos prácticamente autosostenibles", agregó el Lennart.

Sin embargo, el economista advierte que debemos aprender a equilibrar el uso de estas energías renovables, puesto que "el sol no siempre brilla y el viento no siempre sopla, a diferencia a una planta de carbón o de energía nuclear, que podemos encenderla y apagarla cuando queremos".

Enfatizó en la necesidad de ser económicos con el uso y almacenamiento de energías renovables, pues estas son las que realmente nos proveen de oportunidades de crear sistemas integrados inteligentes.

"Debemos pensar también en la gente, sobre todo en nuestras futuras generaciones, porque en el centro de todo está mover a individuos por la ciudad de una manera humana, inteligente y sostenible y porque la inversión que haremos será para los próximos 30-50 años", puntualizó Lennart.

Por Andrés Martínez Zalamea

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