Orilla Viva: voluntarios, academia y empresa unidos por la biodiversidad

La iniciativa de Cayena, Litoplas y Polyrec busca generar conciencia ambiental y establecer encuentros que fomenten cultura de reciclaje, cuidado y preservación de los ecosistemas.

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Por: Sarín Sánchez

06 sep 2025

Con el objetivo de generar una conciencia ambiental y establecer encuentros que fomenten una cultura de reciclaje, el cuidado y la preservación de los ecosistemas y la biodiversidad, nace Orilla Viva, una iniciativa de la Dirección de Arte y Cultura - Cayena de la Universidad del Norte, Litoplas, empresa productora de empaques flexibles, y su spin off Polyrec, transformadora de empaques flexibles. 

Orilla Viva tuvo dos momentos. Primeramente, más de 50 voluntarios tuvieron la oportunidad de participar en el recorrido por la orilla de la Ciénaga de Mallorquín, liderado por Luis González, donde se resaltó la importancia de reciclar desde casa para evitar que los residuos lleguen a los ecosistemas. En un segundo momento se realizó una jornada de limpieza recolectando más de 150 kg de residuos.

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Estos materiales fueron entregados a la Asociación de Recicladores, quienes garantizaron que plásticos y empaques flexibles llegaran a Polyrec para convertirse en nuevas oportunidades al ser transformados. Una vez culminada la jornada de limpieza, el equipo de voluntarios se encargó de sembrar 60 mangles, dándole una nueva vida al espacio y enriqueciendo la biodiversidad de la ciénaga. 

De la jornada de limpieza se identificó que algunos residuos dificultaban el reciclaje por sus condiciones, por lo tanto, Orilla Viva contempló realizar una segunda jornada. Esta se desarrolló en CUNA: Escuela de Mangle en la urbanización La Playa, donde se llevó a cabo un taller creativo dirigido por Luis González y La Orilla. La jornada inició con una dinámica de reconocimiento de los materiales recolectados: plásticos, zapatos, cascos y fragmentos del paisaje.


 

Tras clasificarlos y conversar sobre sus posibles transformaciones, los asistentes participaron en una exploración manual en pequeños grupos, dando forma a tótems simbólicos que reunieron memoria, imaginación y territorio. Entre risas, concentración y muchas manos trabajando, surgieron piezas cargadas de sentido que permanecen en el espacio como huellas colectivas.

El primer encuentro de Orilla Viva fue una experiencia llena de aprendizajes, un espacio que permitió reflexionar a los asistentes sobre la importancia de reciclar desde casa para evitar la contaminación de nuestros ecosistemas, una invitación a preservar nuestra biodiversidad, pero sobre todo fue un encuentro que reflejó el trabajo colaborativo entre la académica, el sector privado, la comunidad de pescadores de Asoplaya y recicladores locales para tomar acción en favor de los ecosistemas.

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