Óscar Delgado, el resurgir de un poeta silenciado por la política

En la sala Mapuka se llevó a cabo un conversatorio sobre el poeta caribeño de principio de siglo XX, cuya obra fue ignorada durante más de 50 años.

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Hortensia Rodríguez y Luis Elías Calderón participaron del conversatorio que se llevó a cabo en la sala Mapuka.

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27 sep 2019

La violencia que ha atravesado la historia colombiana no solo ha afectado los campos de la política y la economía sino que también ha funcionado como un vehículo para silenciar voces. Tal fue el caso del poeta y periodista de Santa Ana, Magdalena, Óscar Delgado, quien nació en 1910 y murió 27 años después. Su legado artístico: canciones, poemas y dibujos, permaneció lejos de la mirada pública durante más de 50 años hasta que comenzaron a ser recopilados en 1982. 

“Hay que mostrarlo en sus diferentes formas para que se convierta en legado, que da cuenta de esa historia cultural de nuestro país, nuestra región y provincia, como una apuesta literaria para descubrir un lenguaje caribeño”, afirmó Hortensia Naizzara Rodríguez, docente e investigadora de la Universidad de Cartagena. La académica estuvo invitada al conversatorio Óscar Delgado: Poemas y Prosas del Caribe, que se llevó a cabo el 26 de septiembre en la Sala Mapuka, organizado por la profesora Paulina Delgado del departamento de Lenguas Extranjeras. 

Rodríguez analizó que su escritura se caracterizaba por tener una sensibilidad hacia lo elemental, lo que lo rodea. Delgado se distanció del movimiento modernista, muy popular en ese entonces en el centro del país. La invitada, quien con el grupo académico Reino Errante inició el proyecto Biblioteca de Autores del Caribe Colombiano para rescatar el legado de artistas de nuestra región olvidados en el tiempo, argumentó que la obra de Delgado se destaca precisamente porque no hace mímesis de lo que se venía realizando desde la tradición eurocentrista sino que explora y escribe desde su sensibilidad caribe. 

Delgado, docente de Uninorte y sobrina del homenajeado, contó detalles sobre la vida del poeta, quien alcanzó a desempeñarse como redactor del periódico El Tiempo, representante a la Cámara, Secretario Privado de la gobernación del Magdalena, y acababa de ser elegido como miembro de la Asamblea de este mismo departamento cuando fue asesinado. Militante del partido liberal en una época y contexto difícil, en una región predominantemente conservadora, su homicidio tuvo motivaciones políticas que dejaron de lado su labor como artista. 

Luis Elías Calderón, escritor e investigador, también participó del evento e hizo un recuento de las publicaciones de Delgado. Manifestó que su primera publicación la hace cuando tenía 21 años en las lecturas dominicales de El Tiempo, donde devela algunos de sus poemas más emblemáticos como Diciembre, Canción Lunática y Preludio en el sol. 

El magíster en literaturas comparadas de la Universidad de Buenos Aires, contó que tras la muerte de Delgado, en 1937, hubo un completo silencio con respecto a su obra hasta que en 1982 se publica la compilación Campanas encendidas. Este libro se logró gracias a los documentos que Carlos Alemán, escritor y amigo cercano del poeta, guardó. “Lo puso de nuevo en el contexto y permitió la entrada al canon literario que le había sido negada”, comentó Calderón. 

El conocimiento musical que tenía el poeta se vislumbraba en sus poemas que, aunque no estaban escritos en verso, conservaban un ritmo propio que hace un llamado al canto. La brevedad es otra de las características que atraviesa su obra, tanto en la extensión de sus poemas, como en el número de ellos que fueron salvados (alrededor de 30). No obstante, según afirmó Calderón, con cada año que pasa la obra del poeta de principio del siglo XX continúa creciendo y con ello la conciencia sobre el legado que dejó. 

 

Por Leonardo Carvajalino

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