Por cuarta vez, Alberto Moros está entre los mejores inventores del país

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Alberto Moros durante la premiación que se realizó en Bogotá.

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27 nov 2018

“Él hace estas cosas, es inquieto y curioso”, recordó Alberto Moros Marcillo, estudiante de octavo semestre de Ingeniería Eléctrica, como era descrito desde niño. El refuerzo de su familia, la asistencia a semilleros de investigación desde que tenía 8 años y sus participaciones en cada una de las ferias de ciencia en el colegio Colón lo guiaron hacia la persona que es hoy: un estudiante de 21 años que es reconocido como uno de los mejores inventores jóvenes del país.

En la más reciente edición del Premio Nacional al Inventor Colombiano, entregado el 23 de noviembre, Moros recibió el segundo puesto en la categoría juvenil. El estudiante de Uninorte ya había ocupado el podio de este concurso en múltiples ocasiones. En 2014 lo ganó por primera vez; y tanto en 2016 como en el 2017 le fueron otorgados el primer y segundo puesto.

Esta vez el invento presentado para el concurso consistió en un sistema de reductores de velocidad, generadores de potencia eléctrica, para uso vial. Los taches que se encuentran en las intersecciones de vías altamente transitadas tienen un material en la superficie que capta las vibraciones de las llantas de los vehículos y las transforma en energía.

“Lo almacenado se puede utilizar para semáforos o incluso para el alumbrado público en la noche. La idea es que reduzca el gasto energético que finalmente todos los ciudadanos pagamos con nuestros impuestos”, dijo Moros.

Para el joven, “vale más la permanencia que el mismo premio”. Admite que el 2015, año en que no recibió reconocimiento alguno, lo motivó a llevar la invención a una área que siempre había sido un interés, a un conocimiento técnico y práctico. Fue su forma de entender para qué servían los productos de su imaginación, lo que era realmente un invento y qué entraba dentro del marco de producción intelectual.

Este conocimiento también lo ha llevado a incursionar en el mundo del emprendimiento, con Innelektrik, un proyecto que comenzó junto a varios compañeros, y con los que ganó el concurso Emprende Uninorte en 2016 con una invención que logra convertir energía solar, eólica e hidráulica en electricidad, para suplir la demanda energética en lugares de difícil acceso. Moros espera seguir trabajando en este proyecto para de esta forma crear una marca que venda productos que le aporten a la sociedad.

Admite que le interesa el trabajo académico y la industria, y espera poder desenvolverse en ambos sectores. “Primero lo primero, hay que graduarse”, puntualizó sobre el futuro.

 

Por Leonardo Carvajalino

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