“Producción bruta industrial del Atlántico representa el 6,5 % del total nacional“: Fundesarrollo
Realizar un análisis de los niveles de productividad al interior de la industria en el Atlántico, al igual que la forma cómo estos han limitado su competitividad, fue uno de los objetivos de la conferencia “Productividad industrial en Atlántico”, desarrollada el 14 de septiembre por Stefanía García Lacouture, investigadora de la Fundación para el Desarrollo del Caribe (Fundesarrollo), magíster en Economía de la Universidad del Norte, en el marco de la más reciente edición del Seminario del Instituto de Estudios Económicos del Caribe (IEEC).
La industria del departamento del Atlántico representa el 18 % de su economía y el 95 % de sus exportaciones, manteniendo su importancia en lo corrido de la historia del departamento. Las actividades manufactureras son de las que mayor efecto multiplicador tienen en una economía. No obstante, dicho efecto se encuentra sujeto a los niveles de productividad al interior de este sector y su posición relativa nacional. Los datos y cifras expuestos por García Lacouture fueron el resultado de uno de los enfoques del estudio que desarrolla Fundesarrollo acerca de la productividad de Atlántico: la industria.
“Lo primero es tener claro que la productividad es lo que define qué hace a una economía superior a la otra. Es aquello que nos permite ser más eficientes con los recursos que ya tenemos”, advirtió.
En este sentido, es lo que hace que una gran cantidad de países estén rezagados a pesar de tener una gran cantidad de recursos, como Colombia; o que naciones que tienen pocos, como algunos de Sudáfrica, puedan tener unos PIB elevados. Latinoamérica, señaló García, está casi dos décadas atrasada frente al resto del mundo y Colombia es el penúltimo país dentro de este grupo.
En términos numéricos, por ejemplo, el Centro de Competitividad realizó un estudio en 2015 que midió cuántas personas producen lo mismo que un trabajador estadounidense. En promedio se necesita 4,3 trabajadores colombianos para hacer lo mismo que hace uno estadounidense. Esto está atado a varios factores, no solo a los costos salariales sino también a la factibilidad o la maquinaria con la que realizan las actividades.
En sectores como la industria manufacturera, donde la diferencia la puede hacer una sola máquina de ensamblado, una sola línea que permita hacer lo que ocho trabajadores hacen en un determinado momento, la diferencia es de 5 trabajadores. Lo mismo en sectores como transporte, almacenamiento, comunicaciones, comercio y restaurantes y agricultura y ganadería, donde un simple avance tecnológico o el hecho de estar capacitando a sus trabajadores pueden cambiar la situación.
“En 1980 la producción bruta de la industria del Atlántico representaba casi el 14 % de la industria general del país. Hoy es apenas el 6,5 %, pero esta diferencia en la participación bruta no se vio reflejada en una caída del valor agregado, es decir, una vez se desarrollaron las industrias de otros departamentos, como lo podemos ver en Santander y Bolívar, el valor agregado de Atlántico se mantuvo”, explicó.
Esto se debe a la composición de la industria del departamento. A diferencia de otros el Atlántico cuenta con una industria enfocada en tecnologías media y alta. Es decir, en productos que requieren un poco más de conocimiento lógico o maquinaria.
García Lacouture conlcuyó que no solo tenemos una productividad rezagada, sino que el crecimiento se encuentra estancado y atado a rentas mineras. De acuerdo con datos del Ministerio de Comercio, en 2001 la producción bruta industrial del Atlántico representaba el 6,3% de la producción bruta total nacional, siendo la séptima región en orden de importancia, antecedida por Bolívar, Cundinamarca, Santander, Valle, Antioquia y Bogotá.
Por José Luis Rodríguez R.
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