Smart Human City: tecnología para la inclusión

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Roberto Torena, Licenciado en Ingeniería de Telecomunicaciones y manager en la Unidad de Accesibilidad Tecnológica.

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15 mar 2016

Los conceptos de ciudad inteligente y de inclusión se unen en uno solo: Smart Human City, una ciudad que tiene en cuenta al ciudadano, que diseña todos sus servicios teniendo en cuenta a las personas que van a disfrutar de ellos, entre las cuales están aquellas con discapacidad.

Así lo explicó el español Roberto Torena durante su conferencia ‘Tecnología inclusiva', quien es Licenciado en Ingeniería de Telecomunicaciones y manager en la Unidad de Accesibilidad Tecnológica, Estudios e I+D+i de Ilunion T&A, empresa que se dedica a la inclusión laboral de personas con discapacidad en su país natal.

"Todos los gobernantes locales quieren que su ciudad sea inteligente y empiezan a hablar de mejorar la administración publica, la eficiencia energética, la movilidad, etc. Todo es muy relevante pero nos preguntamos si esas ciudades no tienen ciudadanos, porque en su esquema no aparecen en ninguna parte", cuestionó el conferencista durante su intervención.

Según Torena, tener una mentalidad angosta en términos de lo que debe ser una ciudad afecta ámbitos tan diversos como la educación, el trabajo, el turismo y el transporte, pues "unas tecnologías que se supone que van a facilitar la vida a todos, pueden suponer una nueva barrera para las personas con discapacidad que no puedan usarlas".

Para el conferencista, el objetivo es lograr "que no se creen nuevas barreras y solventemos la que ya existen", para lo cual se creó el concepto de Smart Human City, que considera más allá de la inclusión tradicional y hace uso de la tecnología "para abrir nuevas posibilidades para todos los ciudadanos".

El español explicó que hay que diseñar pensando en las necesidades reales de las personas y "no en lo que nosotros pensamos que necesitan", contemplando la diversidad de tecnologías (tipos distintos de dispositivos), de entornos (el lugar y contexto desde donde se accede) y de usuarios (no acceden de la misma manera si tienen discapacidades).

Compartió con los asistentes iniciativas que cumplen con estos requisitos y que ya se están utilizando en España, como semáforos peatonales activados a través de Bluetooth para personas ciegas que necesitan cruzar la calle. También la personalización de interfaces según las necesidades de los usuarios, como la adaptación de cajeros automáticos con sensores, pantallas que dan instrucciones en lenguaje de señas, con mayor contraste y letras y botones más grandes, etc.

Igualmente, dio ejemplos de sistemas de guiado en exteriores e interiores, que utilizan tecnologías como el GPS y Bluetooth en smartphones para ayudar a la población invidente a ubicarse en sitios públicos como estaciones de tren o en entornos cerrados como oficinas.

El experto hizo hincapié en la importancia de estos avances, pues estas tecnologías no solo ayudan a personas con discapacidad visual. "La accesibilidad tiene muchas mejoras para muchos colectivos, como las personas mayores, los niños, los turistas, etc.", finalizó.

Por Melissa Zuleta Bandera

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