Una competencia intercolegial del pensamiento

“Lo que se juzga es la capacidad para abordar un problema”, explicó Juan Manuel Ruiz, director del departamento de Humanidades y Filosofía de Uninorte, y uno de los organizadores de la segunda edición de las Olimpiadas intercolegiales de Filosofía. Veinticuatro colegios de Barranquilla, públicos y privados, se dieron cita en el campus de la Universidad para exponer sus puntos de vista sobre la temática central: la sexualidad en la era digital.

Cada grupo de estudiantes presentó una ponencia y luego se sometió al escrutinio de las preguntas, tanto de los demás participantes como del público en general. De esta forma, se “compite” en la filosofía. Tres fueron los ganadores seleccionados por el jurado.

Se premian “las mejores argumentaciones, vincularlas por la vía práctica y tener la habilidad de escuchar para poder responder lo que se le está preguntando”,  expresó Gustavo Rodríguez, profesor del colegio La Enseñanza, sobre la vinculación del estudio de temas fundamentales para la existencia humana y la competencia.

“Es un tipo de competencia distinta, creo que es argumentativa, lingüística, la capacidad de poder elaborar argumentos, de pensar en público, de poder juntar lo que se dice y lo que se piensa de un modo articulado”, dijo Dayro Orozco, profesor del colegio Buen Consejo. Una de sus estudiantes, Valeria Fernández, obtuvo el primer puesto.

“Estos son espacios para crear una opinión distinta, cambiar los pensamientos viciosos que uno tiene del mundo, y crecer como persona”, argumentó la ganadora. El segundo lugar fue para Andrea Pérez, de la Institución Manuel Zapata Olivella. La joven contó que aun cuando la filosofía no es su pasión, le aporta “un escape de la cotidianidad”. Además agradeció a su profesora Gigliola Quintero, ya que su instrucción le permitió obtener este puesto.

“Estas Olimpiadas han sido una bendición, porque estaba pensando en crear un foro a nivel de institución, pero el contexto del colegio es difícil para que los jóvenes quieran participar”, compartió la docente.

El tercer lugar fue otorgado a Jerson Vargas de la Institución Educativa Distrital San José, quien se sintió orgulloso del galardón. “De cierta forma se puede medir la calidad de la educación privada y pública, y no es que haya un déficit muy grande porque quedamos de terceros siendo un colegio público que nunca había venido a estas Olimpiadas”, comentó el joven.

Aun cuando pareciera que los jóvenes, en su mayoría, estuvieran apartados del estudio de la filosofía, la ganadora del primer puesto dejó una reflexión para quienes piensan, como ella solía hacerlo, que la filosofía era aburrida: “es saber vivir, aprender a encontrar la felicidad, saber ver de distintas formas todos los aspectos que nos componen como seres humanos”.

Por Leonardo Carvajalino