Una tarde de cátedra con música de acordeón

Lácides Romero, uno de los mejores acordeonistas del mundo, estuvo en el salón 13G2 hablando de la historia y evolución del instrumento y los aportes tanto de Europa  como de América Latina y el Caribe.

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Lácides Romero durante su presentación.

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21 mar 2019

El acordeón fue el protagonista en la tarde del 20 de marzo, en el salón 13G2. El instrumento, cuyos orígenes se remontan a la Viena del siglo XIX, ha sido adoptado en diferentes partes de nuestra región para interpretar la música vallenata. En la conferencia que se celebró en el marco de la Cátedra Europa, se estudiaron sus orígenes y escucharon sus sonidos de las manos de uno de los intérpretes más emblemáticos: Lácides Romero.

Nacido en 1948 en Lorica, Córdoba, el maestro Romero es reconocido como uno de los 90 mejores acordeonistas del mundo por una comisión especial del Museo de la Impronta Recoaro Terme. El invitado especial llegó con su acordeón, 13 kilos de madera y metal que ha cargado hace 41 años, para hablar de la evolución de este instrumento y compartir diferentes sonoridades.

Romero contó que hay un sinnúmero de leyendas de cómo llegó el acordeón a nuestro país, pero anotó que la que tiene más sentido narra el uso del instrumento como entretenimiento en los viajes en barco desde Europa.

Según el invitado, debido a que tocaban el acordeón durante todo el camino, la brisa marina los desafinaba y una vez llegaban a puerto los intercambiaban con los locales por otros bienes. El instrumento con el tiempo entró en las esferas de la música popular y, por medio de criollos, se adaptó para crear lo que hoy conocemos como el vallenato.

Así también, Romero habló sobre la evolución del instrumento, que comenzó como un aparato de 21 centímetros y cinco botones, cada uno responsable por un acorde que funcionaba para acompañar los cantos de campesinos. Con el paso del tiempo y la tecnología, se fue complejizando hasta convertirse en lo que es hoy: una insignia de música de partes del mundo, al parecer, tan opuestas como Austria, Brasil o Cuba.

El evento finalizó con interpretaciones de vallenatos, en el que el maestro Romero fue acompañado por el estilo del acordeón contemporáneo de Michel Molina y unas reflexiones sobre el género del escritor Alfonso Sánchez Baute.

La transculturación

En la mañana, Tiago de Oliveira Pinto, profesor de musicología de la Escuela Superior de Música Franz Liszt Weimar, en Alemania, habló sobre el concepto de transculturación y cómo estudiarla. “Todo desarrollo musical está insertado en un proceso histórico, no hay cultura que no haya tenido contacto con otras”, anotó. 

Desde su perspectiva, la metodología de estudio de la música consiste en trabajar directamente con personas y desde el contacto interactuar y conocer. “Es un evento, no una partitura”, concluyó el brasileño, quien hace parte del comité para salvaguarda patrimonio cultural inmaterial de la Unesco.

Por Leonardo Carvajalino

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