Cerca del 60% de los ecosistemas del Caribe han sido alterados

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Los manglares de la Ciénaga Grande hacen parte de los alterados ecosistemas del Caribe colombiano.

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04 ago 2017

La región Caribe colombiana es una de las más biodiversas del mundo. Sus variados ecosistemas incluyen zonas de bosque seco y bosque húmedo tropical, humedales, manglares, montañas, páramos y sabanas, pero infortunadamente la mayoría han sido altamente transformados por la actividad humana.

Como parte de su proyecto de tesis doctoral, Juanita Aldana, profesora del Departamento de Química y Biología, publicó un artículo investigativo en el que aporta nuevos datos para entender y preservar la biodiversidad propia de los variados ecosistemas del Caribe.

El documento titulado “Conocimiento de la biodiversidad y servicios de los ecosistemas en el Caribe colombiano”, fue publicado a finales de junio por la revista científica Tropical Conservation Science, y presenta información obtenida tras una revisión sistemática de 470 artículos sobre biodiversidad que se realizaron en la región entre 1990 y 2015. Esto permitió comprender cuáles zonas, ecosistemas y especies han sido estudiadas en mayor profundidad.

Desde 2016 Aldana ha trabajado en este proyecto contando con contribuciones de integrantes del Departamento, como la profesora María Cristina Martínez. La compleja labor de revisar centenares de artículos, implicó indagar en bibliotecas y universidades de la Costa, para así sondear los principales servicios ecosistémicos de los que se hace uso en la región.

“Los ecosistemas no solamente proveen especies que los biólogos estudian, sino que brindan una serie de servicios importantes para el bienestar humano, como la regulación del clima, el control de la erosión, la purificación del agua, alimentación, plantas medicinales; también son espacio para la identidad y el sentido de pertenencia de las distintas culturas del Caribe”, afirmó.

Principales resultados

El artículo evidenció que el 90 por ciento de las investigaciones sobre biodiversidad que se han hecho en esta región, fueron gestadas desde universidades colombianas. Estas se han centrado especialmente en ecosistemas de bosque seco tropical y humedales. Otra conclusión, es que hay mayor información sobre organismos como mamíferos, aves e insectos, pero muy pocos datos sobre las especies nativas de plantas, peces, bacterias y hongos.

También expone las transformaciones que sufren los ecosistemas en la región, ya que se estima que el 60% de estos han sido alterados por actividades humanas: ganadería, cultivos, procesos de urbanización e incluso el conflicto armado, en el que acciones como la siembra de coca y la minería ilegal por parte de las guerrillas, los han destruido y contaminado.

Paradójicamente -señala el artículo- la transición actual de la guerra a la paz también trae consecuencias para la conservación de los ecosistemas. En las zonas que antes eran custodiadas por guerrillas se habían establecido densas coberturas boscosas, que ahora se están convirtiendo en áreas accesibles para actividades económicas.

“En zonas donde la guerrilla abandonó los territorios están sucediendo casos de deforestación. Por eso en el trabajo proponemos que una forma de contribuir a la conservación es la creación de áreas protegidas para el bienestar humano. Es muy importante delimitar una planificación territorial donde esas zonas de altos valores naturales puedan conservarse para el bienestar de todos”, insistió la bióloga.

Como parte del proyecto de tesis doctoral en Ecología, que adelanta en la Universidad Autónoma de Madrid, la profesora Juanita Aldana continuará desarrollando investigaciones desde una perspectiva socioecológica, analizando los vínculos existentes entre el hombre y la naturaleza.

“También estoy realizando un trabajo sobre cartografía de servicios de los ecosistemas en el área metropolitana de Barranquilla para visualizar cuáles son los sitios más importantes que prestan servicios y discutir un poco sobre el adecuado manejo de los mismos”, afirmó.

Puede consultar el artículo de investigación completo ingresando aquí. 

 

Por María Margarita Mendoza. 

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