La americanización de las campañas políticas en Colombia

Vender a un político en la actualidad es como vender un producto. Por ello, especialistas del mercadeo como el barranquillero José Penso han incursionado como asesores de campañas electorales de toda índole, desde presidenciales hasta de concejos municipales.

No es un fenómeno nuevo. Desde hace seis décadas en Estados Unidos los conceptos del mercadeo se vienen aplicando al ámbito electoral, en lo que ha sido llamado la profesionalización de las campañas electorales. En Latinoamérica esta práctica, también tildada de "americanización de las campañas", ha sido la norma desde la alternancia de las dictaduras a finales de los años 80. En Colombia, por su parte, tuvo auge a partir de la Constitución de 1991.

Ahora es común observar este fenómeno en campañas locales, que antes se valían de los tradicionales volantes, afiches y, si acaso, de la creatividad de un publicista. “Antes no había recursos a nivel local, pero tampoco les importaba. Hoy los actores políticos se han dado cuenta de que es necesario llegar de una manera organizada a la gente”, expresó Penso durante un panel que tuvo lugar el miércoles 18 de octubre, en el segundo día de la Cátedra Global de Uninorte.

Según Penso, docente de la misma institución, una vez los políticos entendieron que las campañas se ganan con una estrategia, empezaron a organizar funcionalmente las campañas y a traer profesionales de tiempo completo para desarrollar planes de comunicación que generan impacto en el público. “Este tema de la profesionalización de las campañas aparece más que todo por un tema de búsqueda de resultados”, dijo.

La profesionalización de las campañas se ha revestido de mayor importancia en el contexto actual de personalización de la política, enmarcado en la pérdida de credibilidad que sufren los partidos políticos. “Con esto los políticos entran en el juego de la teatralidad”, comentó durante el mismo evento Néstor Restrepo, doctor en Política y Comunicación de la Universidad Complutense de Madrid. “Los políticos se convierten en autores y comienza a primar la emoción sobre los partidos, sobre la ideología”.

“Lo importante de todo esto es que la gente entienda que hoy en día están tomando decisiones políticas, muchas veces basados en lo que profesionales como consultores políticos les vendemos”, afirmó José Penso, consciente de que el destino de una nación no depende necesariamente de la astucia de un director de campaña, sino de la capacidad de discernimiento de los ciudadanos. “La gente con ojo crítico debe siempre evaluar las campañas y las propuestas porque finalmente van a decidir el futuro de todo un país”.

Por Andrés Martìnez Zalamea