La egresada que decidió narrar el mundo

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Joanna Riquett Leal estudió Comunicación Social y Periodismo en Uninorte.

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14 jul 2015

Si algo aprendimos con la globalización es que el mundo no es tan grande como pensábamos. Las tecnologías de la comunicación y los desarrollos del transporte, sobre todo para las nuevas generaciones, han hecho cada vez más difusas las fronteras de los nacionalismos que antaño fueron motivo de guerra. Hoy es común encontrar jóvenes, principalmente jóvenes, que deciden convertirse en ciudadanos del mundo.

Con mochila en mano se embarcan en travesías —menos osadas que la de Colón hace más de 500 años o menos fantásticas que las de Ulises, o tal vez sí— en busca de conocer, de explorar, de interactuar, de vivir. Sobre todo eso: de vivir. Algo de esto hay en la vida de Joanna Riquett, una egresada de Comunicación Social y Periodismo de Uninorte, quien desde 2009 decidió que quería viajar y escribir historias sobre sus viajes. Así conoció muchos países, como Argentina, Nueva Zelanda, Indonesia, Japón, Estados Unidos, Australia, Italia, Alemania, Francia…


Desde pequeña Joanna ha sido una apasionada por la fotografía, pasión que le enseñó su padre, quien es fotógrafo profesional. Acá en una de sus postales desde Roma.

 

En la actualidad vive en Vancouver, Canadá, donde empezó a trabajar en un sitio web especializado para viajeros: Hayo. Se trata de un blog en el que gente de todo el mundo describe desde sus experiencias (por medio de texto y fotografías) los lugares en los que viven o a los que llegan de paso.

"Quería crear un medio que fuera tanto aspiracional como útil para cualquier viajero, contando historias desde la perspectiva de las personas que realmente viven en las ciudades que visitamos. Luego de crear la revista online, me di cuenta de que la letra impresa está experimentando un renacimiento y decidí aventurarme en este medio también", dice Riquett, quien espera lanzar la versión impresa de Hayo en septiembre de este año.

Su idea fue reconocida con una nominación en los premios Inspirational Latin Awards, celebrados en Vancouver el pasado 9 de julio, en la categoría Business Entrepreneur. Un evento que destaca las ideas de emprendimiento y el trabajo que los latinos están haciendo en la comunidad local, y que contó con la participación del alcalde de la ciudad, cónsules de la mayoría de países latinoamericanos y representantes de los ministerios de relaciones internacionales.

Aunque no ganó, pues reconoce que había muchas otras personas que han hecho cosas interesantes y durante mucho más tiempo, recibió con entusiasmo la nominación y como una oportunidad para fortalecer su trabajo en la ciudad.

 


En Berlín estuvo por 8 días. Allá fue la primera vez que vivió una tormenta de nieve. "Cayeron como 15 cm de nieve", dijo.

 

"Se hace camino al andar"
Está bien. La vida de Joanna se parece al sueño de muchos de nosotros. Eso de viajar, de conocer, de disfrutar, de vivir, sobre todo de vivir, a veces se olvida en las ocupaciones del día a día. Pero hacer realidad ese sueño platónico también implica renuncias, incertidumbres y, probablemente, derrotas. Es casi como pisar en falso. Pocos están preparados para ese tipo de cosas.

En 2009, luego de graduarse de la universidad, Joanna encontró un buen trabajo —uno muy bueno para una recién egresada— en una multinacional ubicada en Cartagena. No permaneció ahí mucho tiempo. Ni el buen sueldo le impidió renunciar. Ahí comenzó su periplo por el mundo, en septiembre de 2009.

Decidió irse a fortalecer su inglés en Nueva Zelanda. Fue al país más recóndito que encontró para no toparse con ningún hablante del español. Para su desdicha, en su primer día de clases se sentó al lado de un colombiano, más exactamente un paisa. Su primera lección: en cualquier parte del mundo es posible encontrarse a un paisa.

En noviembre regresó a Colombia. Pero enseguida se fue a estudiar una maestría en Gestión de Contenidos en Buenos Aires, Argentina. Allá abrió su primer blog (Viajes Anacrónicos), pero por el estudio y luego el trabajo este proyecto no pasó de ser un pasatiempo. Sin embargo, poco a poco se fue abriendo espacios en otros medios especializados en viajes.

"Cuando me mudé a Vancouver, en 2013, sentí que quería hacer algo distinto. Hasta ese momento había estado trabajando en proyectos digitales y start-ups, pero sentía que quería hacer algo distinto", dice.

 


En Los Angeles vivió alrededor de un año y fue donde realmente comenzó a escribir de viajes y cultura más formalmente. Estando allá empezó su blog en Huffington Post y en El Tiempo.

 

Pero tener un negocio en un medio digital todavía no es fácil. Aún se está experimentando en busca de la mejor forma de hacerlo rentable. Algunos de los principales medios optaron por llenar de avisos publicitarios sus páginas. Sin embargo, internet es más el mundo de los contenidos gratuitos, y eso de la publicidad a veces resulta tormentoso. Definitivamente, una encrucijada.

Así que detrás de una idea de estas hay cosas más atractivas que el dinero; aunque este es necesario. Por eso Joanna utiliza la página Hayo para hacerse a un nombre en el mercado. Busca la credibilidad para asesorar otras ideas editoriales en estrategias online o impresas de contenido. De eso vive, pues en su página no piensa poner pautas para no dañar la experiencia de sus cerca de 30 mil visitantes mensuales, que son principalmente de Estados Unidos, Canadá y Argentina.

"No es una industria fácil en la que crecer, porque se depende mucho de la voluntad de las personas, pero la idea de compartir tu propio espacio con extraños por la oportunidad de conocer gente de otras partes del mundo, sigue y seguirá siendo válida y atractiva para muchos tipos de viajeros", señaló.

Un encuentro consigo mismo
Según Joanna, la experiencia de viajar por todo el mundo le ha permitido aprender sobre sí misma y su propia cultura: la colombiana, aunque a veces se le olviden las palabras en español para decir tal o cual cosa. Vivir en otro idioma tiene sus riesgos. Pero hay cosas que no se pierden o que nunca cambian.

"El haber estado en todos estos países, viviendo o visitando, me ha dado la oportunidad de entender mejor los valores con los que crecí. Uno a veces da por sentado muchas cosas que cuando se ven confrontadas a otras culturas se tambalean y uno comienza a entender mejor por qué otras personas piensan distinto. Suena algo lógico y uno puede leer mil cosas sobre otras culturas, pero es cuando uno mismo la vive cuando realmente puede generar opiniones más acertadas sobre otros, y en consecuencia, sobre uno mismo", afirma.

 


En mayo de 2014 estuvo 10 días en Tokio. Según ella, una ciudad fascinante, donde las tradiciones y la modernidad chocan e interactuan en un mismo espacio. "Es una ciudad avanzada, con pensamientos aún más conservadores. Una mezcla que no he visto en otras ciudades", por cosas como estas dice que quiere vivir allá por lo menos 6 meses.

 

Por ahora, esta barranquillera seguirá con sus proyectos en Canadá. Aunque esta semana viajará a Cuba, un destino que tenía ganas de conocer. También sueña con vivir en Tokio seis meses, así como en Medellín un año; ella dice que nada tuvo que ver el encuentro con el paisa en Nueva Zelanda.

En medio del trajín de viajar le seguirá sacando tiempo al trabajo que dejó de ser su pasatiempo y hoy es su proyecto de vida. Y aunque dice que viaja por trabajo, pocos le creen, porque un trabajo tan placentero no parece real. Lo cierto es que son más las horas que se sienta frente al computador a escribir y responder emails. Después de todo cualquier viaje tiene sus imprevistos.

Por Jesús Anturi

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