127 nuevos profesionales comprometidos con las ciencias de la salud y la sociedad

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Durante la ceremonia de grados que se llevó a cabo el 14 de diciembre.

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17 dic 2018

“Estamos a pocos minutos de cumplir este sueño al recibir nuestro diploma, que nos compromete ante la sociedad a ser, no un profesional más, sino el profesional del hoy que transforma el mañana con sus acciones”, manifestó la enfermera Osmith Amaya, quien el 14 de diciembre recibió su título profesional durante la ceremonia de grados de Ciencias de la Salud en el Coliseo Los Fundadores.

Ella es una de las 17 egresadas del programa Ser Pilo Paga, los primeros de la universidad. Todas mujeres y de la carrera de Enfermería recordaron los sacrificios y esfuerzos que hicieron para llegar al logro que hoy celebran, su grado.

Amaya, de Maicao, La Guajira, dirigió unas palabras en representación de los graduandos. Habló sobre el rezago de su municipio y de que gracias a “lo justa que alcanza a ser la vida", fue premiada con una beca con la que obtuvo su título profesional "en una de las mejores universidades del país”.

El rector Adolfo Meisel aprovechó su intervención ante los más de 127 graduandos de Ciencias de la Salud para recordar la misión bajo la que fue fundada Uninorte, como una universidad de élites de la inteligencia con un modelo basado en la igualdad de oportunidades. Desde esta visión, celebró que esta sea la institución con más beneficiados del programa Ser Pilo Paga.

Meisel invitó a los graduandos, no solo a destacarse en su vida profesional sino también a ser “ciudadanos activos en la vida política de nuestro país, participando con inteligencia, respeto por la diferencia, con honestidad en la escogencia de los mejores gobernantes para que logremos un Estado que funcione bien, y que sirva para el progreso de todos, especialmente el de los más vulnerables”.

Hernando Baquero, decano de la División de Ciencias de la Salud, recalcó que “la honestidad, la gratitud, la humildad, el respeto y la sensibilidad ya no solo nos hacen mejores seres humanos, ahora también se han convertido en nuestra mejor defensa para sobrevivir íntegros como especie”. En el evento se graduaron estudiantes de Medicina y Enfermería, además de especializaciones y maestrías.

Las medallas de plata, máximos galardones otorgados a la excelencia académica, fueron para José Ignacio Restom, en la carrera de Medicina, y Ana Lucía Daza, en Enfermería. La joven, que también hizo parte del programa Ser Pilo Paga, contó que su secreto para destacarse es la dedicación. “No rendirse a pesar de los obstáculos que te presente la vida. No fueron fáciles estos cuatro años, pero siempre se vio la recompensa de un buen trabajo”.



Las ‘pilas’

“Lloré, sufrí, trasnoché, estudié, leí y leí y, al final, pude salir adelante”, aseguró Elodia Utria, también beneficiaria de Pilo Paga, graduanda de Enfermería. La joven de 20 años contó que estaba embarazada cuando vio ese letrero grande en sus resultados de las pruebas Saber 11 que decía “eres una pilo”. En la ceremonia la acompañó su hijo de cuatro años.

“Fue una etapa dura, no fue nada fácil el reto de ser madre, hija, estudiante y al mismo tiempo esposa. Es un reto dividir el tiempo, estructurar metas para todo y alcanzar los objetivos”, dijo la joven, quien tiene como meta a mediano plazo hacer una maestría en seguridad y salud ocupacional.

Viviana Zabala, otra de las graduandas, manifestó que no sintió diferencia frente a otros estudiantes por ser 'pilo'. “Tuvimos mucho acompañamiento, siempre la universidad buscó que no nos faltara nada en el proceso”, dijo.

Agregó que durante su carrera aprendió a valorar la labor que ahora realizará como profesional. “Estar en una clínica y ver a una persona que en realidad no tiene recursos ni familia, que está totalmente vulnerable a situaciones, hace que uno ame esto y que valga la pena todo, porque esas personas agradecen mucho y hacen que uno se sienta feliz con lo que estudió y se apasione cada día más”, detalló.

Estefany Catalán agregó que con esta beca pudo seguir la tradición familiar de trabajar en el área de la salud. Contó que en un principio sintió presión por el rótulo de “pilo”, pero que tomó esto como un llamado a esforzarse el doble. “La universidad nos dio muchas oportunidades y creo que las supimos aprovechar, y el reflejo de eso es que hoy nos estamos graduando”, cerró la joven.

 

Por Leonardo Carvajalino

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