81% de los grupos de investigación de Uninorte son de alta calidad

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Uninorte se consolida como una de las 10 universidades que realizan investigación, desarrollo e innovación de más alta calidad en Colombia.

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16 jun 2016

En los resultados de su más reciente convocatoria nacional, publicados el pasado 21 de mayo, Colciencias reconoció y categorizó a los 42 grupos de investigación de la Universidad del Norte: 30 de ellos en las categorías más sobresalientes: A1 y A.

Con 19 grupos A1 y 11 grupos A, Uninorte se consolida como una de las 10 universidades que realizan investigación, desarrollo e innovación de más alta calidad en Colombia, respondiendo pertinentemente a los requerimientos del progreso de la ciencia y a las necesidades sociales de la región Caribe y del país.

Con relación a los resultados de la convocatoria del año anterior, la universidad aumentó en 14 su total de grupos en categorías A1 y A. Asimismo, un total de 179 investigadores de Uninorte fueron clasificados: 34 de ellos corresponden a la categoría senior, 64 en la categoría de asociado y 81 a la categoría junior.

El modelo

Colciencias, coordinador del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, anualmente realiza la convocatoria para reconocimiento y medición de grupos de investigación, con el fin de evaluar la labor investigativa, enfatizando en la calidad de los productos derivados de las actividades de ciencia, tecnología e innovación, y de igual forma contar con un registro actualizado de la comunidad científica y académica nacional.

La categorización de un grupo de investigación como A1, A, B, C o D depende de la sumatoria de cuatro tipos de productos que son resultado de sus actividades: la generación de nuevo conocimiento que implique un aporte significativo al estado de arte al igual que su divulgación en publicaciones de alto impacto; el desarrollo tecnológico e innovación que genere métodos y herramientas enfocados a solucionar problemas sociales, técnicos y económicos; la apropiación social del conocimiento que concierne a congresos, talleres, reconocimientos y otras prácticas de construcción y circulación colectiva del conocimiento; y por último la formación de nuevos investigadores al interior de los grupos de investigación

De igual forma, el modelo, el cual divide los grupos por seis grandes áreas de conocimiento (ciencias naturales, ingeniería y tecnología, ciencias médicas y de la salud, ciencias agrícolas, ciencias sociales y humanidades), tiene en cuenta la vigencia de la producción académica, la cohesión y cooperación de investigadores al interior del grupo y la categoría de sus integrantes.

En la medición que realizó Colciencias este año participaron voluntariamente un total de 5790 grupos de investigación. La categorización un reconocimiento crucial para acceder a las diferentes convocatorias para financiación de proyectos y formación en posgrados de Colciencias.

Sembrar para cosechar

Dentro de la universidad, la Dirección de Investigación, Desarrollo e Innovación ejerce la gestión de apoyo a la actividad científica y tecnológica con todas las divisiones académicas, grupos de investigación y vicerrectorías, lo que ha permitido el acceso a fuentes de recursos e innovación.

El director de esta dependencia, Raimundo Abello, explica que el posicionamiento de la universidad como protagonista de la investigación del país no se dio de la noche a la mañana.

“En el año 1991, cuando empezaron estas convocatorias, nosotros ni siquiera aparecíamos en el mapa de la ciencia y tecnología en Colombia y ahora nos dicen que lo que hemos hecho ‘parece magia’. Pero esto es como la siembra: primero hay que sembrar, para después cosechar”.

Abello se refiere a una sumatoria de procesos estratégicos impulsados por una constante inversión desde hace casi tres décadas en la formación de profesores, la renovación de equipos y los estímulos a la investigación.

“Desde los años 80 nació la iniciativa de financiar la formación de nuestros profesores a nivel doctoral en otros países y ahora casi el 50% tiene doctorado. Eso es un factor determinante porque la ciencia se hace a través de personas formadas al más alto nivel”, afirma Abello.

Resultado de ello es que, aunque la Universidad no figura entre aquellas con mayor número de grupos de investigación, 19 de sus 42 grupos son categoría A1, cifra entre las 10 más altas del país.

“Más del 80% de nuestros grupos está en los niveles de calidad más altos. Es quizás la proporción más alta del país”, indica Abello, señalando cómo esa calidad responde a factores como la producción científica en revistas de alto nivel, los altos índices de citación de los artículos y la articulación de los profesores con pares internacionales.

Alianzas claves

Este logro, sin embargo, no fue alcanzado por la institución aisladamente, sino junto a una serie de aliados gubernamentales y empresariales a nivel local, nacional e internacional.

“Este es un país donde el estado invierte muy poco en ciencia, y si tenemos 200 profesores con el más alto nivel de formación, ¿qué hacemos si no hay plata para investigar?”

Desde 1992, Uninorte planteó una solución, presentando a Colciencias el primer proyecto de innovación tecnológica universidad-empresa, realizado por el grupo Gas Natural y Termodinámica y la empresa SuperBrix. El diseño de un horno para el secamiento de granos fue pionero de la cofinanciación en proyectos de innovación en Colombia.

Hoy en día la Universidad del Norte es una de las instituciones de educación superior de Colombia con más proyectos en esta modalidad, con empresas como Cotecmar, Acesco, Argos, Superbrix, Promigas, Transmetro, Expreso Brasilia, Cerrejón, Gazel, Procaps, entre otros.

“Somos la Universidad del país que, quizás, ha trabajado más con empresas haciendo investigación y desarrollo para que se transforme en invocación y llegar a algo nuevo al mercado. Por ejemplo, el Acar Klean es un producto de Procaps que nació en Uninorte, en el grupo de Inmunología y Biología Molecular. Fue pionero en Latinoamérica y ahora está en 22 países del mundo”, manifiesta Abello.

La internalización es otro aspecto clave para la labor investigativa de Uninorte, que según Abello permite “subsanar lo que haga falta” en infraestructura o recursos. La Dirección de Investigación y Desarrollo posee un área de gestión específicamente para acceder a fondos internacionales.

“Cada día conseguimos más fondos. Ahora acaban de aprobar un proyecto al grupo de Enfermedades Tropicales con un profesor extranjero, que está investigando el zika y está desarrollando un dispositivo para diagnosticar de manera rápida y práctica el dengue. Eso se va a empaquetar en University of South Florida, con la que tenemos un convenio, aprovechando que tienen los equipos”.

En 2015 se aprobaron un total de 15 proyectos con financiación internacional. Actualmente, según Abello, hay 192 proyectos en marcha con recursos externos a la universidad, que representan una gran inversión, que debe medirse en términos de impacto y no de costo.

“La investigación es costosa y requiere muchos recursos. Pero vemos que Colombia no invierte, solo aporta el 0,2% de la producción científica. La tecnología no está aquí y ese es el problema. Vivimos de la tierra: petróleo, gas, carbón”, manifiesta Abello. “La ciencia y tecnología generan conocimiento científico y tecnológico, que es el nuevo elemento más allá de la tierra, el trabajo y el capital. En pocas palabras, el petróleo de hoy es el conocimiento y ese es el que tenemos que hacer”.

Por Andrés Martínez Zalamea

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