Bienestar y salud mental, una tarea constante de las políticas públicas

El segundo encuentro organizado por el Observatorio de Salud Mental desde el Bienestar, permitió reflexionar en torno a los desafíos actuales en salud mental y su abordaje desde una perspectiva interdisciplinaria.

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Por: Angie Caicedo

28 abr 2025

Reflexionar sobre el bienestar desde una perspectiva científica y proponer acciones concretas para la transformación de las políticas públicas fueron los ejes que guiaron el Segundo Encuentro en Bienestar y Política Pública: Acciones basadas en evidencia para el bienestar, organizado el 25 de abril por el Observatorio de Salud Mental desde el Bienestar de la Universidad del Norte, en el Auditorio Marvel Moreno.  

El espacio reunió a académicos, funcionarios públicos, como Aldemar Parra Espitia, profesional del Ministerio de Salud y Protección Social, y María Elena Menco, del área de salud mental de la Secretaría de Salud del Atlántico, profesionales y estudiantes, con el propósito de dialogar en torno a los retos actuales en salud mental y la necesidad de abordarlos como un compromiso colectivo, sustentado en datos, investigación y una mirada interdisciplinaria.

La mejor manera que tenemos los académicos para transformar el mundo es a través de la política pública; es allí donde las ideas se convierten en acciones concretas que impactan vidas”.

Jean David Polo, director del Observatorio de Salud Mental desde el Bienestar.

Durante la jornada, Parra Espitia abordó el impacto que tienen los cambios demográficos y las condiciones socioeconómicas sobre la salud mental en Colombia. Advirtió que el país atraviesa un proceso acelerado de envejecimiento poblacional y disminución de tasas de natalidad, lo cual plantea nuevos retos en términos de atención y prevención de trastornos neurocognitivos. “Colombia empieza a caracterizarse por una población que va haciendo tránsito a un envejecimiento progresivo”, señaló. 

Además, presentó cifras del DANE que evidencian los altos niveles de pobreza monetaria y extrema, los cuales, aunque no muestran una relación directa concluyente con la salud mental, sí representan un factor de riesgo importante, especialmente cuando se cruzan con datos de la Encuesta Nacional de Salud Mental. 

En su análisis, destacó cómo el hogar, tradicionalmente considerado un lugar seguro, ha sido percibido por muchas personas como un espacio que pone en riesgo su bienestar psíquico, debido a situaciones de violencia y vulneración de derechos. 

“No podemos seguir abordando la salud mental de manera aislada. La realidad social, económica y familiar de las personas tiene un peso enorme en su bienestar psicológico”, expresó Parra. 

La segunda intervención estuvo a cargo de María Elena Menco, quien compartió la experiencias departamental de 2024 a raíz del suicidio de un estudiante dentro de una universidad de la ciudad, que llevó a las instituciones de educación superior del Atlántico a comprender la necesidad de actuar de manera articulada frente a la salud mental de su comunidad estudiantil. 

El proceso se realizó en conjunto con la Alta Consejería para la Educación Superior y permitió establecer un diálogo fluido entre universidades públicas y privadas, EPS y la Secretaría de Salud. Se realizaron visitas individuales a las instituciones y se diseñaron jornadas de capacitación que alcanzaron a más de 1600 docentes, además de personal administrativo y estudiantes. Estas jornadas se enfocaron en dos temas principales: la identificación de la ideación suicida y la actuación frente a los intentos de suicidio. 

Durante el proceso, se aplicó un instrumento de caracterización para conocer la capacidad de respuesta de las universidades. De las 22 instituciones participantes, solo 6 contaban con psicólogos clínicos, 7 no disponían de rutas internas de atención en salud mental y 10 no contaban con directorios de EPS para orientar a sus estudiantes. A pesar de estas limitaciones, 13 universidades presentaron planes de salud mental, los cuales fueron revisados y retroalimentados por la Secretaría. 

Como parte del trabajo, se diseñó una cartilla digital basada en la Política Nacional para la Prevención de la Conducta Suicida y se lanzó la campaña juvenil “Habla y te sanas”, cuyo lema surgió de propuestas realizadas por los mismos estudiantes y consejos juveniles del departamento. Esta campaña fue validada por las plataformas de juventud y se convirtió en una herramienta clave para la sensibilización sobre salud mental en entornos universitarios. 

Rodríguez enfatizó en su intervención que uno de los mayores logros del proceso fue haber logrado instalar la salud mental como un tema prioritario en las agendas institucionales de las universidades. Afirmó que, si bien el detonante fue una situación trágica, la respuesta intersectorial que se generó mostró que era posible construir redes de apoyo y canales de atención más sólidos para los jóvenes. “Fue un año difícil, pero también fue el año en que las universidades entendieron que hablar de salud mental no era opcional; era necesario y salvaba vidas”, afirmó.

Para Rodríguez, el desafío ahora es no retroceder: mantener la articulación, fortalecer el seguimiento a los planes institucionales y asegurar que la atención en salud mental sea una garantía efectiva y constante para toda la comunidad educativa.

En Uninorte la salud mental es primordial

La Universidad del Norte ha implementado estrategias para apoyar a sus estudiantes. La ruta de salud mental es un recurso crucial que proporciona un marco claro para que los profesores sepan a quién acudir cuando un estudiante necesita ayuda, asegurando que los problemas de salud mental se aborden de manera adecuada y oportuna. Según el experto, los estudiantes necesitan saber que no están solos y que tienen acceso a apoyo profesional. 

El Centro de Acompañamiento Estudiantil (CAE) ha sido otro pilar fundamental en el apoyo a los estudiantes. Este centro ofrece consejería y apoyo emocional, creando un ambiente seguro donde los estudiantes pueden hablar sobre sus problemas y recibir orientación profesional.

El Centro Médico de la universidad también juega un papel crucial en el apoyo a la salud mental de los estudiantes. Allí pueden acercarse cuando se sientan desbordados y pedir una consulta. Este centro ofrece atención por psicología y psiquiatría, proporcionando una red de apoyo integral para los estudiantes que enfrentan problemas de salud mental.

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