Colección Roble Amarillo exalta el legado de Alfonso Fuenmayor

Alfonso Fuenmayor fue un barranquillero de una amplia cultura, prácticamente sin igual en su tiempo. Hizo parte del Grupo de Barranquilla a mediados del siglo XX y según el crítico literario francés Jacques Gilard, era el más erudito de ese conglomerado de intelectuales que incluía, entre otros, a Gabriel García Márquez, Alejandro Obregón y a su propio padre, José Félix Fuenmayor.

Tal afirmación era respaldada por su enorme biblioteca de más de 7000 volúmenes, en diversos idiomas, que según su amigo Jesús Ferro Bayona, rector de la Universidad del Norte, “parecía un invernadero lleno de libros”, y de acuerdo con su nieto Gonzalo Fuenmayor, “era un laberinto de libros y revistas que solo él podía navegar”.

“Yo solo soy un periodista”, quizás habría contestado Alfonso ante el juicio de Gilard, una frase que el escritor Ramón Illán Bacca le oyó repetir mientras trabajó bajo su dirección en el Diario del Caribe. Y es que durante más de 50 años en la vida pública, en los que asumió importantes cargos políticos, como el de senador de la República y fue reverenciado con el apodo de "El maestro" en los círculos intelectuales, Fuenmayor siempre afirmó que el periodismo había sido su único oficio. De este se valió para transmitir todo su conocimiento y sabiduría.

A casi 22 años de su muerte y como tributo a su destacada labor en las páginas de nuestros diarios locales y nacionales, la Universidad del Norte ha dedicado el cuarto tomo de su Colección Roble Amarillo a la obra periodística de Alfonso Fuenmayor.

Esta colección es una serie de libros de bolsillo encaminados a promover la cultura entre los estudiantes de Uninorte mientras se exalta la obra de grandes autores del caribe colombiano, protagonistas de la cultura de esta parte del país.

El nuevo librillo, titulado El barranquillero y otros textos, recopila cuatro columnas periodísticas, representativas de su trabajo en el Diario del Caribe, El Espectador y El Heraldo, donde además sirvió como jefe de redacción del semanario literario-deportivo Crónica. 

El librillo ya se encuentra disponible de forma gratuita en la biblioteca, KM5 y otras zonas del campus.

La presentación del libro se realizó el 18 de agosto en la biblioteca Karl C. Parrish de Uninorte y estuvo a cargo del rector Jesús Ferro, el profesor del departamento de Humanidades y Filosofía, Ramón Illán Bacca y Gonzalo Fuenmayor, nieto de Alfonso, en representación de la familia Fuenmayor.

“Estos libros están en la librería KM5, la biblioteca y en otras partes de la universidad para que los retiren, se los lleven y los puedan leer. Qué grato que es que podamos familiarizarnos más con esa escritura diáfana, extraordinaria y amena de Alfonso Fuenmayor, a quien le rendimos homenaje hoy”, afirmó el rector Ferro.

La colección Fuenmayor

Como parte del evento se realizó una pequeña exhibición de los libros que conforman la biblioteca de Fuenmayor, la cual desde el año pasado es una de las colecciones que reposan en la biblioteca Karl C. Parrish. Dicha colección incluye 4600 ejemplares donados por la familia Fuenmayor para su consulta.

La exhibición incluye libros autografiados y dedicatorias de autores como Gabriel García Márquez, Álvaro Cepeda Samudio, Meira del Mar, German Vargas Cantillo, entre otros.

“Desde cuando acordamos la entrega de la colección hemos estado buscando un momento tan grato como este para reunirnos y agradecerle a la familia Fuenmayor por este legado que nos deja a estudiantes y profesores”, manifestó Jesús Ferro.

Por su parte, Gonzalo Fuenmayor agradeció a la universidad en nombre de su familia. “Es importante este legado y que estos libros puedan ser consultados y disfrutados por toda la comunidad de la costa. Gracias a Alfonso por preservar, por mantener vivos estos libros y a la universidad por acogerlos en este nuevo espacio”.

Esta nueva colección se une a las colecciones de Karl C. Parrish, Diego De la Peña, Carlos Angulo Valdés, sumando así cuatro importantes legados que son referentes del desarrollo de Barranquilla y la región, y que conserva la Universidad del Norte.

Por Andrés Martínez Zalamea