¿Cuál es el reto de la docencia en la cuarta revolución industrial?

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José Aparicio, director del Instituto de Estudios en Educación, durante el conversatorio.

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23 may 2018

La digitalización, la llamada “Internet de las cosas”, la robótica y los sistemas ciberfísicos están llamando a la educación a tener grandes transformaciones; y a los docentes a lidiar con diferentes imaginarios que se tejen alrededor de las nuevas generaciones de la cuarta revolución industrial.

Durante un conversatorio moderado el 18 de mayo por José Aparicio, director del Instituto de Estudios en Educación, en el marco de la Semana de la Docencia, el rector Jesús Ferro Bayona advirtió que los docentes aún no se han “encariñado con el aspecto progresivo de la tecnología”. El magangueleño, quien se retira del cargo el próximo 30 de junio, no cree en las atribuciones que hoy se les adjudican a las nuevas generaciones, como que estén más motivadas por lo multimedia que por la lectura, o que tengan una atención dividida y escasa por el continuos flujos de información.

“Nosotros los profesores tenemos mucho que hacer en el aula con los estudiantes, pero no sabemos usar mucho la tecnología y los estudiantes la utilizan muchas veces de forma exagerada. A nosotros nos hace falta usarla, aprovecharla”, recalcó. Hace año y medio comenzó a dictar en la institución el curso de Historia de las Civilizaciones, el cual había impartido hace 15 años. El choque con la realidad –confesó– lo tiene sorprendido al encontrar tanto material sobre el tema en las redes de información.

Cesar Viloria, profesor de Ingeniería Electrónica, ganador del reconocimiento Excelencia Docente en el Aula de Clase 2017, manifestó que las nuevas tecnologías están cambiando la forma de hacer docencia y generan nuevos retos de acaparar la atención del estudiante.

“Es una realidad, hoy están juntadas cinco generaciones en un ambiente laboral. Mientras unas prefieren un correo, otras prefieren que los llamen y otras que les manden un whatassap. La clave es aprovechar las tecnologías para que el estudiante tenga una mejor formación”, afirmó el ingeniero.

Para María del Pilar Garavito, docente del departamento de Medicina y coordinadora de la Maestría en Ciencias Básicas Biomédicas, ante el continuo bombardeo de información es importante saber qué base de datos utilizar y aprender a presentar los datos de forma organizada.

“Uno debe partir de lo sencillo a lo complejo. Hay cosas que son imprescindibles en una asignatura y otras que son necesarias. Hay que guiar a los estudiantes para que sepan qué es importante y que no. Todo lo que leen deben hacerlo de forma crítica”, indicó la docente.

Entender que el rol de los profesores en la transición de la cuarta revolución industrial es sumamente importante, pues son ellos quienes formarán a las jóvenes para los empleos del futuro. Aparicio manifestó que es por eso se le están “colgando” cada vez más responsabilidades y “algunos” docentes pueden llegar a sentirse “agobiados”.

Algunas de las competencias que los expertos hoy destacan deben hacer parte de su formación son: inteligencia emocional y pensamiento crítico, innovación y metodologías ágiles para crear nuevos modelos de negocio; mentalidad sostenible enfocada hacia el largo plazo y hasta el manejo, diseño y programación en nuevas tecnologías.

“El papel del profesor cada vez es más complejo. Es el que conduce, el que abre el camino a otros. Uno se sale con esa persona del no saber al saber. Un profesor tiene que tener una habilitación, un manejo de saber comunicar”, puntualizó Ferro.

Para Viloria, agregó, un buen docente tiene que ir mucho más allá de la experticia de su área disciplinar, como por ejemplo poder expresar adecuadamente las ideas y siempre entender cómo le gustaría que le enseñaran un determinado tema.

Por José Luis Rodríguez R.

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