“Diseñamos los cursos para este semestre a partir de la retroalimentación de estudiantes y profesores”, CEDU

Ante la disrupción social que produjo la pandemia de covid-19 en el mundo, las instituciones de educación afrontan al menos tres desafíos para garantizar la calidad del proceso educativo: diseño de actividades de aprendizaje y evaluación para la mediación con TIC, formación docente para estos entornos y el fomento de alternativas para el desarrollo de experiencias prácticas.

La educación superior arranca el segundo semestre con la continuación del modelo remoto y la implementación de modelos mixtos. La Universidad del Norte, a través del Centro de Excelencia Docente de Uninorte (CEDU), reafirma su enfoque y propósito del uso de la tecnología en el aula: las TIC son el medio, no el fin, y la transformación digital no se improvisa, se construye. En los procesos de enseñanza-aprendizaje cada tecnología utilizada debe tener un propósito que contribuya al aprendizaje activo de los estudiantes.

De acuerdo con Fadia Khouri Saavedra, directora del CEDU, esto implica no solo inversiones en infraestructura que proporcionen las condiciones, sino también en desarrollo pedagógico de los docentes para su real aprovechamiento.

“En educación conocíamos el ineludible paso que debíamos dar hacia una transformación digital profunda, pero habíamos sido muy conservadores. Esta situación nos muestra que esta transformación debe ocurrir más temprano que tarde y hacerse con convicción. La experiencia de adaptación remota en el primer semestre nos demostró a toda la comunidad Uninorte que sí éramos capaces y solo requeríamos dar el paso hacia una mayor incorporación de las TIC en los procesos de enseñanza-aprendizaje”, argumenta la directora.

Durante el primer semestre y el periodo intersemestral, el CEDU, por medio de la evaluación docente, encuestas y grupos focales, ha obtenido una “muy buena retroalimentación” por parte de los estudiantes: reconocen el esfuerzo institucional para darle continuidad a los procesos de formación con calidad y exaltan muy especialmente la disposición y compromiso de sus docentes.

“Esto no desconoce que quedaron aspectos por mejorar, pero justamente la calidad implica poder identificar oportunidades de mejora e implementar los planes respectivos. Esto es lo que hicimos en el periodo intersemestral, orientar toda la preparación del segundo semestre a partir de la retroalimentación de estudiantes y profesores”, enfatiza Fadia.

A partir de este análisis de experiencias y las buenas prácticas en virtualización, para este segundo semestre uno de los principales focos de acción ha sido el diseño de los cursos, es decir, que las actividades de aprendizaje, evaluación y la misma dinámica de la clase estén diseñadas para un entorno mediado por TIC.

La directora del CEDU explica que la mayor parte de los cursos se han organizado en el Catálogo Web para que los estudiantes tengan los accesos directos a las actividades y materiales que requieran. También se han propuesto estrategias para facilitar mucho más la interacción entre profesores y estudiantes, y se ha robustecido –con el apoyo de la Dirección de Tecnología y las Comunicaciones (DTIC)– la infraestructura TIC y el acceso a materiales educativos para seguir enriqueciendo el proceso de enseñanza-aprendizaje.

“Más allá de las mejoras o ajustes, creo que el factor clave es que los profesores han seguido preparándose, innovando en sus clases, mejorando sus habilidades para ofrecerles siempre a los estudiantes mejores experiencias de aprendizaje”, manifiesta la magíster en Educación.

Entre las mejoras tecnológicas a destacar está que el Catálogo Web pasa a la nube, lo cual permite disponer de recursos mucho más potentes para que la experiencia sea muy fluida. Se incorporan nuevas herramientas para clases sincrónicas que permiten mayor interacción entre los participantes y facilitan el aprendizaje activo de los estudiantes. El CEDU está adquiriendo aplicaciones adicionales para áreas disciplinares específicas que permitirán enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se dotaron 15 aulas en el campus para desarrollar clases bimodales que les permitan a los estudiantes elegir si participan en ciertas actividades de forma presencial o remota.

“En Uninorte labramos una cultura digital en la que comprendemos que las herramientas TIC abren posibilidades y enriquecen los procesos de enseñanza-aprendizaje, sin ser el fin último. Una cultura en la que tenemos un abanico de opciones TIC, que conocemos, pero que usamos a partir de los objetivos pedagógicos que se tengan previstos. Estamos construyendo una cultura en la que lo presencial y lo digital van de la mano, se potencializan mutuamente para obtener lo mejor de cada una de las modalidades. En la que profesores y estudiantes tienen las competencias digitales necesarias para un uso fluido, eficiente, consciente y seguro de las TIC”, concluye la directora del CEDU.

Por José Luis Rodríguez R.