Enfermedades crónicas, el reto que continuará después de la pandemia

La pandemia de la covid-19 ha dejado al desnudo problemáticas sanitarias a nivel mundial. Una de las más urgentes es la epidemia de enfermedades crónicas. Las reflexiones en torno a esta temática de Fernando Rodríguez Arteaga, director del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Autónoma de Madrid, dieron inicio al ciclo de conferencias de salud de la Cátedra Europa de Uninorte. 

La evidencia de estos meses de pandemia ha dado cuenta de que personas con enfermedades crónicas son las más susceptibles a presentar complicaciones por el contagio del virus. Aun cuando no contraigan el virus, las tasas de mortalidad de personas que sufren de enfermedades crónicas han subido durante la pandemia como consecuencia del mal control de estas condiciones y la presión sobre el sistema de salud. 

Una de las formas de tener un impacto inmediato sobre la prevalencia de estas enfermedades es la prevención. En el mundo, cuatro factores son la causa del 55 % de todas las mortalidades, 44 % de las muertes por cáncer y el 72 % de las muertes por episodios cardiovasculares: fumar, sobrepeso, mala dieta y poca actividad física. 

Rodríguez Arteaga manifestó que a estos cuatro pilares fundamentales se le pueden agregar otros complementarios, como sueño adecuado, una buena red social y la cantidad de tiempo al día que se esté sentado. En un estudio que realizó en la Autónoma de Madrid con adultos menores de 60 años encontró que una conjunción de estos factores —no fumar, buen peso, dieta, actividad física regular, dormir ocho horas diarias, no estar sentado por varias horas al día y tener una buena red de apoyo de amigos y familia— tiene un potencial teórico de reducir la mortalidad en un 65 a 70 %. 

Desde el punto de vista del conferencista, quien fue miembro del comité asesor de investigación en salud de la OMS para Europa de 2013 a 2017, la forma más justa y eficaz para la prevención es reducir las desigualdades económicas. “Hay un enorme gradiente socioeconómico en la frecuencia de muchos problemas de salud, como en el caso de obesidad infantil”, anotó. Esto debe ir de la mano con medidas políticas de gobierno. 

En Europa se ha demostrado que estrategias como mayores impuestos a bebidas azucaradas, un mejor etiquetado de alimentos que permite elegir los productos más saludables dentro de la misma gama de precios, e incluir frutas en los almuerzos escolares han sido efectivos para disminuir indicadores claves como tasas de obesidad. 

En Colombia, aun cuando se han visto avances, como la ganancia de cerca de cinco años en el promedio de esperanza de vida en buen estado de salud desde 1990 a 2015, y una disminución sustancial de muertes tempranas, el conferencista señaló que, al igual que en España, las tasas de mortalidad por enfermedades crónicas han aumentado de manera sostenida, especialmente desde 2016. “No estamos consiguiendo añadir vida a los años; es el reto fundamental”, cerró Fernández Arteaga.

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Comunicar para tender puentes: Historias de egresados exitosos en España - 10:30 a.m.

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Por Leonardo Carvajalino