Estudio analiza el avance económico de Cartagena y su rezago en materia social

Incorporando información de censos poblacionales, diferentes fuentes y comparativas, el rector Adolfo Meisel y María Aguilera Díaz, jefa regional de estudios económicos del Banco de la República, caracterizan en su investigación el entorno productivo y social del territorio bolivarense.

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La socialización de la investigación se realizó por Zoom.

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22 feb 2021

Cartagena tuvo entre 2005 y 2018 un crecimiento en su economía, debido a grandes inversiones de capital que ampliaron su capacidad productiva en los sectores industrial, constructor, logístico portuario, comercio y hotelero. Sin embargo, los beneficios de esa prosperidad fueron desiguales, concentrados principalmente en esos sectores intensivos en capital y no en mano de obra, debido, en buena medida, a una extendida crisis gubernamental, entre otros factores.

Esta es una de las conclusiones que el rector Adolfo Meisel Roca y María Aguilera Díaz, jefa regional de estudios económicos del Banco de la República, plasmaron en su estudio Cartagena 2005-2018: lo bueno, lo regular y lo malo. Durante el webinar organizado el 18 de febrero por la Universidad Tecnológica de Bolívar, a través de su Instituto IDEEAS, y la sucursal Cartagena del Banco de la República, los economistas compartieron reflexiones sobre la investigación y la realidad económica-social de La Heroica.

“Es triste que en una época de gran vigor de la industria, el sector portuario y turístico, abstrayéndose de este tropezón por la pandemia,  no se esté aprovechando la oportunidad para reducir la pobreza efectivamente en Cartagena. El reto es cómo usar esa prosperidad para mejorar el nivel de vida de los cartageneros”, enfatizó el rector.

Los investigadores señalaron que la destitución de varios alcaldes que fueron remplazados en dicho periodo por personas nombradas temporalmente llevó a una administración local sin efectividad en sus políticas sociales y, por lo tanto, al mal desempeño en la calidad de los servicios educativos y de salud. El gasto público ejecutado en Cartagena entre 2012 y 2018 se deterioró y creció a tasas menores al de las trece principales ciudades del país y las capitales de la región Caribe colombiana.

Esta situación contrastaba con el crecimiento de la producción industrial, superior al de las principales ciudades colombianas. Con la ampliación de la Refinería de Cartagena (Reficar), a partir de 2016 el crecimiento de su industria, en los dos años siguientes, fue alrededor de 20% promedio anual. El sector de la construcción desarrolló nuevos proyectos, lo cual se vio reflejado, entre 2007 y 2018, en el monto total de viviendas vendidas de $11,3 billones de pesos corriente, con un precio promedio por unidad superior al de las otras principales ciudades. El comercio, los hoteles y los restaurantes dinamizaron la economía de Cartagena y fueron los mayores generadores de empleo, al aportar el 30% de los ocupados.

“La industria es la de mayor participación en su economía. El crecimiento promedio anual de esta en el periodo de análisis fue de 6.5 %, seguido de Bucaramanga, con 5.5 %, y duplicando el promedio nacional de 3.6 %. La fabricación de productos de refinación del petróleo y de sustancias químicas, en conjunto, se llevan el 83 % de la producción industrial de la ciudad”, indicó María Aguilera.

De igual forma, el estudio señala que el acceso a los niveles de educación primaria, secundaria y media creció, entre 2005 y 2018, promediando cerca del 100% de cobertura neta en primaria, el 80% la secundaria y el 50% la media, y superando las del país para los mismos niveles. Sin embargo, “a pesar de este progreso, los porcentajes de Cartagena están por debajo de las cinco ciudades de comparación. Los indicadores de calidad medida a través de la prueba Saber 11 en matemáticas y lectura crítica que se aplican a los estudiantes que terminaron su educación secundaria y media, presentaron puntajes menores que los del promedio nacional y por debajo de las cinco principales ciudades colombianas”.

Los indicadores de pobreza monetaria y multidimensional descendieron, continuando la capital de Bolívar con los más altos porcentaje de pobreza entre las cinco principales ciudades. La pobreza multidimensional muestra que el trabajo informal, la tasa de dependencia, el bajo logro educativo y la falta de aseguramiento en salud “fueron las dimensiones con mayor porcentaje que caracterizaron los hogares pobres de Cartagena”.

Entre los retos que tiene Cartagena está ser una ciudad más incluyente y con un desarrollo económico sostenible. De acuerdo con el estudio, el futuro de la ciudad dependerá del logro de una educación de calidad y de fácil acceso, que permita la eliminación de la pobreza extrema y la igualdad de oportunidades para todos los cartageneros.

La investigación Cartagena 2005-2018: lo bueno, lo regular y lo malo es una publicación de la serie Documentos de Trabajo Sobre Economía Regional y Urbana, del Banco de la República – Sucursal Cartagena. Para acceder al documento, hacer clic aquí.

Por José Luis Rodríguez R.

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