Académicos reflexionan sobre la salud mental desde el bienestar

Durante el I Foro sobre Salud Mental y Bienestar presentaron los campos de acción del Observatorio de Salud Mental desde el Bienestar. Se desarrolló una conferencia sobre salud mental global y un conversatorio desde la perspectiva de salud pública.

Foro-salud-mental-2023
El profesor Jean David Polo durante su presentación del observatorio.

Por: José Luis Rodríguez R.

27 abr 2023

Con el fin de generar un espacio de reflexión y análisis sobre la problemática de salud mental en nuestra comunidad universitaria, el nuevo Observatorio de Salud Mental desde el Bienestar, adscrito al Departamento de Psicología, organizó el miércoles, 26 de abril, el I Foro de Salud Mental y Bienestar, en el Auditorio Marvel Moreno.

La salud mental es un foco de atención a nivel mundial, debido al impacto que tienen los trastornos mentales y las conductas desadaptativas tanto en las personas como en la sociedad. La depresión, la ansiedad, el suicidio, la violencia de todo tipo y las adicciones son crecientes en las sociedades actuales. Además, son problemas complejos en su comprensión y abordaje, ya que tienen que ver con múltiples factores como los económicos, sociales, psicológicos, biológicos, políticos y culturales.

Durante el evento se presentó la misión y campos de acción del observatorio, dirigido por el profesor Jean David Polo; se desarrolló una conferencia magistral sobre salud mental global, presidida por el docente Carlos Ardila, y finalizó con un conversatorio sobre la salud mental desde la perspectiva del bienestar y la salud pública, entre profesores del departamento de Psicología, moderado por Luis Felipe Zapata, director de la unidad académica.

“Existe el dicho de que toda crisis es una oportunidad. Probablemente, esta universidad no hubiese creado este observatorio si no hubiésemos pasado por las crisis que se agravaron a raíz de la pandemia de covid-19. Una oportunidad para plantear la creación de un espejo, porque lo que uno pretende con un observatorio es un espejo que muestra a un público específico una realidad que de lo contrario no percibiría, teniendo claro dos públicos objetivos: aquellos que inciden en política pública y la ciudadanía en general para orientarla sobre un fenómeno en específico. Celebro mucho la iniciativa y agradezco al equipo de la División de Humanidades”, señaló Joachim Hahn, vicerrector académico de Uninorte, durante sus palabras de apertura. 

Para Alberto De Castro, decano de la División de Humanidades y Ciencias Sociales, la importancia de este observatorio se enmarca hoy en un contexto mundial donde, además de los preocupaciones políticas y económicas históricas, la salud mental repercute en la agenda global, con más de 70 millones de personas diagnosticadas con trastornos de ansiedad.

 

Alberto De Castro, decano de la División de Humanidades y Ciencias Sociales.


“Eso no es gratis, las personas que trabajamos en salud hemos visto el cambio que ha ocurrido en las últimas décadas. Desde el observatorio tenemos varios retos: clarificar lo que está pasando a nivel de trastornos. Gran parte del trabajo es aportar a estilos de vida saludables, no solo para entender el problema, su raíz, sino también para entender y promocionar las condiciones apropiadas en que podemos desarrollar salud mental. Que los datos que generemos sirvan para desarrollar programas que le fomenten”, enfatizó De Castro.

Monitoreando la salud mental

Jean David Polo Vargas, profesor de psicología y doctor en Comportamiento Social y Organizacional de la Universidad Autónoma de Madrid, quien presentó a la comunidad universitaria los objetivos del nuevo observatorio, explicó que el plan de trabajo está centrado en la sugerencia de toma de decisiones, a partir de evidencias, y en la profundización del concepto de salud mental y su interacción con otros factores, es decir, contextualizado en la comunidad universitaria, la región e incluso otras periferias y latitudes para buscar soluciones constructivas. 

“Es tratar de comprender el fenómeno en cuanto a cómo se moviliza, cuáles son sus condiciones y qué particularidades nos presenta. Pero, además, no es solo quedarse en ese ambiente descriptivo, sino en crear condiciones para monitorear, para ver cómo están las cosas, aportar cuando hay algún llamado o antes de que exista. No se trata solamente de tener lo patológico, sino también tener el análisis profundo y sistemático de condiciones que nos hagan revisar, que nos hagan ver causas y potenciales efectos”, explicó Polo Vargas.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, hay más de 970 millones de personas con algún tipo de condición mental. Para Colombia, se cree que el 40 % de los adultos tiene o tendrá algún tipo de situación mental. 

El observatorio estará conformado por un grupo de trabajo integrado por dos profesores de Psicología, un profesor de Ciencias de la Salud, un profesor de Comunicación Social, un profesor de Matemáticas o Economía y la Dirección del Centro de Acompañamiento Estudiantil.

Entre sus acciones están la elaboración de informes de salud mental y bienestar, fomentar la reflexión sobre la incidencia de factores psicológicos, sociales y biológicos en la salud mental, desarrollar encuestas e investigaciones propias referentes a la salud mental de la comunidad universitaria y población en general, divulgar los análisis de información relevante a la salud mental y el bienestar en medios de comunicación institucionales, generar jornadas de socialización, desarrollar alianzas con entidades públicas y privadas, entre otras.

“Es importante que a las personas les llegue los mensajes desde la perspectiva académica. A veces el problema que tenemos es que hay mucha desinformación. ¿Cómo hacemos llegar esto a los jóvenes? ¿Cómo favorecemos el discurso para que no sea un ladrillo? Con el acompañamiento del CAE, que ha sido esencial en todo este proceso, trabajamos con la población de nuestros estudiantes”, agregó el director del Observatorio.

Una mirada al estrés en el campo de la salud mental 

Carlos Ardila, profesor del departamento de Psicología, magíster en Neuropsicología y doctor en Neurociencias de la Universidad de Buenos Aires, dictó la conferencia Salud Mental Global, en la que compartió con la comunidad universitaria cifras, teorías y análisis sobre las prevalencias de trastornos mentales en la sociedad.

“Cada vez las prevalencias van en aumento en el mundo, tanto de ansiedad, estrés, depresión, adicción y el desencadenante final: los suicidios. Colombia no es la excepción. En cuanto a estrés laboral, según una encuesta de una firma internacional, el país ocupa el 4º lugar con un 57 % comparado con otros países. Según un informe reciente del Dane, ocurren en promedio ocho suicidios diarios en Colombia”, manifestó el académico.

Carlos Ardila, profesor del departamento de Psicología.


Un desencadenante clave en todo este proceso, argumentó, tiene que ver con el sueño. Si la persona no está durmiendo bien, “eso va a desencadenar una cantidad de alteraciones y cambios a nivel fisiológico e induce a alteraciones de ansiedad, estrés y depresión”. Según la Asociación Colombiana de Medicina del Sueño, el 59 % de los colombianos no duerme bien.

El docente también habló sobre el estrés, cómo funciona en nuestro cuerpo, qué reacciones adaptativas podemos tener y el rol de la red neuronal por defecto. Para ello definió primero el estrés adaptativo, también conocido como eustrés, aquel de corta duración que sobrexige al cuerpo para responder a una exigencia o amenaza del medio, pero que es adaptativo y necesario para el organismo. Por otro lado, el distrés es el estrés patológico que se prolonga en el tiempo y puede afectar negativamente a nuestra salud.

“El estrés activa una serie de reacciones en nuestro cuerpo, como la liberación de hormonas como la epinefrina y norepinefrina, que activan el sistema simpático y generan una serie de reacciones fisiológicas y cognitivas. Además, cuando el estrés se prolonga, el hipotálamo manda una activación a través de la glándula pituitaria para que active la corteza suprarrenal, lo que hace que se segregue cortisol y se mantengan o se saquen los recursos de reserva del organismo”, explicó Ardila.

Las reacciones adaptativas que el ser humano puede tener frente al estrés son cuatro: lucha, huida, agruparse y aislarse. Estas reacciones son evolutivas y primarias, y nuestro cuerpo sigue respondiendo de la misma forma que lo hacían nuestros antepasados. Finalmente, la red neuronal por defecto es una red que involucra áreas prefrontales mediales, áreas parietales mediales y áreas de la corteza singular del círculo posterior. Esta red se activa cuando no estamos haciendo nada y genera pensamientos rumiantes, intrusivos y automáticos. 



La jornada académica finalizó con el conversatorio ‘Salud Mental, Perspectivas de Bienestar y Salud Pública’, con la participación de profesor Jean David Polo, la doctora Ana María Trejos, también profesora del departamento de Psicología y doctora en Psicología, y el doctor Rafael Tuesca, profesor del departamento de Salud Pública de Uninorte, con la moderación del director del departamento de Psicología, el profesor Luis Felipe Zapata. 

“Los procesos mentales, la vida psicológica, las cogniciones y nuestras emociones no son solo unas vivencias individuales, sino también los mecanismos que nos permiten desarrollar las conductas más adecuadas frente a las demandas del entorno (…) En nombre del departamento de Psicología y del Observatorio, quiero darles las gracias a todos por haber sacado tiempo en esta mañana para asistir, responder y compartir sobre un tema tan significativo en el mundo, como es el tema de la salud mental”, expresó el profesor Zapata.

Más noticias