Innovación pedagógica Mario Giraldo

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Mario Giraldo, profesor de la Escuela de Negocios.

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16 nov 2017

Para Mario Giraldo el reto más grande al que se enfrenta un profesor es el bajo involucramiento de los estudiantes. Por eso ha dedicado sus años de docencia a investigar cómo lograr que sus estudiantes sean más participativos en las clases y mejorar sus procesos de aprendizaje.

Con acompañamiento del Centro para la Excelencia Docente, CEDU, el profesor de la Escuela de Negocios ha implementado una metodología llamada Significant Learning, que teoriza la existencia de un aprendizaje gracias al cambio. Y eso fue precisamente lo que Giraldo hizo: un cambio en la manera de impartir conocimientos a sus alumnos.

Su estrategia funcionó. Prueba de esto es que es uno de los tres docentes seleccionados por el CEDU para recibir el Reconocimiento a la Innovación Pedagógica, que será entregado el próximo diciembre. “Es una de las mejores clases que he dado en toda mi carrera. Me gustó mucho porque es muy diferente a una clase normal, es el profesor enseñándote a que aprendas por ti mismo”, expresó Jessica Morelo, estudiante de octavo semestre de Negocios Internacionales, quien fue alumna de Giraldo en la asignatura Fundamentos de Mercadeo.

Morelo contó que ante las dudas el profesor los motivaba a que primero buscaran por ellos mismos las posibles respuestas, para así no acostumbrarlos a irse por el camino fácil. “Él siempre nos invitaba a salirnos de la zona de confort, a que no hiciéramos las cosas siempre igual, y a ser muy creativos. Eso ayudó a que no nos quedáramos solo con memorizar los conceptos sino a comprenderlos verdaderamente. Lo que yo aprendí con él hace tres semestre no se me olvida”, dijo.

La metodología de Giraldo consiste en pedir a sus alumnos que formen grupos con los que trabajarán a lo largo del semestre en –principalmente– trabajos prácticos y aplicados, como presentaciones con posters, consultorías, concursos y diseño de productos. También evalúa a los alumnos en cada clase con exámenes grupales e individuales.

“Con esto lo que busco es que los estudiantes se den cuenta de que ellos tienen que ser actores de su propio aprendizaje. Por eso busco democratizar el salón de clases, quitar eso de que el profesor está por un lado y los estudiantes por el otro”, sostuvo.

Para el administrador de empresas la forma tradicional de dar clases muestra una barrera de poder que transmite a los estudiantes "que el profesor es el que sabe y ellos no". “La idea es transformar esa premisa a que todos estemos trabajando en equipo, a que los estudiantes crean más en ellos mismos y en sus compañeros”, añadió. 

Con este método Giraldo ha logrado un cambio significativo en las notas de sus alumnos. No solo ha subido la calificación promedio general de 3,5 a 4,0, sino que disminuyó en más de 12% el porcentaje de estudiantes que perdieron la asignatura. Sin embargo, enfatiza en que cada semestre es una prueba de ensayo y error, en que todavía hay muchas cosas por mejorar.

“Los cambios en las notas han sido grandísimos. Lo que es complejo aún es que la gente venga preparada a clase. También que existe cierta desconfianza de los alumnos hacia la figura del profesor, que creen que uno no quiere ayudarlos. Si no se quitan esos mitos, puede trancarse su desarrollo”, advirtió el docente.

Por Oriana Lewis 

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